Amnat Ruenroeng llegó a China con su Título de Peso Mosca de la Federación Internacional de Boxeo y lo expuso ante Zou Shiming, el boxeador chino más importante del momento. A Shiming se le dio la oportunidad de ir por un título en su séptima pelea profesional pues sus promotores confiaron en que el éxito de su carrera olímpica pasaría al terreno profesional.
De modo que su enfrentamiento con el tailandés sería su prueba de fuego, una muy difícil por cierto.
Ya entrados en las acciones, Shiming fue muy veloz y propositivo en tanto que Ruenroeng se plantó al contragolpe, usó el jab y alejó al chino para evitar sus impactos.
Shiming trató de llevar la velocidad de sus piernas a sus manos pero fue poco lo que pudo conectar porque Ruenroeng trabajo muy bien la cintura. Eso hasta que un impacto corto de Shiming, más un empujón, lo mandó a la lona. El tailandés se incorporó pronto y siguió el combate.
Para el segundo round Ruenroeng puso más distancia y con largas zancadas entraba y salía de la guardia de Shiming para conectarlo de manera óptima.
Shiming se vio apabullado por el ataque y movilidad de Ruenroeng, pues estaba muy escurridizo. A partir del tercer episodio hubo algunos eventos extraños, propios de lucha libre ya que por momentos ambos se enganchaban y hacían que el otro se elevara. Tanto de un lado como de otro, pero más bien provocado por el tailandés, que además le hizo algo parecido a una contralona a Shiming en el tercer round.
Si bien Shiming llevó buena condición, se quedaba un poco corto para hacer que su ataque fuera efectivo.
Ruenroeng tuvo la confianza de pelear con la guardia baja y con mucha velocidad en las piernas. Hizo gala de su quijada porque Shiming le conectó varios volados que absorbió incluso con una sonrisa burlona, luego emprendía la carrera.
Shiming trataba de alcanzarlo y cuando lo hacía, le metía muchos golpes de poder aunque no todos llegaban a destino,lo cierto es que el chino no se vio como en otras ocasiones, pues en lugar de dominar, se notó que peleó dentro del juego propuesto por Ruenroeng.
El de Tailandia mostró gran control del combate, hizo suya la velocidad y la distancia, además contestó el golpe por golpe cuando Shiming lo exigió, parados en medio de la lona.
Esta realmente fue la prueba de fuego de Zou Shiming.
Los jueces vieron la pelea para un sólo lado: 116 a 111, decisión unánime para el aún campeón Amnat Ruenroeng.