La última lucha de Ronda Rousey fue en WrestleMania 35, en abril del año pasado, y los fans la siguen extrañando. Eso es un hecho.
Pero no solo los aficionados, sino también las propias Superestrellas de la compañía, como Natalya y Sonya Deville. Incluso, la propia Rousey ha declarado su interés en regresar a WWE, pero con un calendario de fechas más ligero.
► Ronda Rousey es alabada
Por otra parte, Stephanie McMahon le hizo una invitación para que llegue y regrese oficialmente al ring en WrestleMania 37.
Recientemente, la futura miembro del Salón de la Fama WWE, Nikki Bella, recordó recientemente cómo es luchar contra ella y la alabó en buena forma.
«El tener a esta campeona, esta peleadora de UFC, sabía que no podía entrar allí al ring y ser esa Nikki sin miedo que siempre había sido. Tuve que luchar de manera diferente, tuve que ser más agresiva. Antes de esa lucha, Ronda y yo solo habíamos compartido el ring unos 20 minutos, eso fue todo lo que nos habíamos tocado.
«Sentí su fuerza y su poder, con sus golpes pensaba: ‘Oh, esto es algo muy diferente, nunca sentí esta fuerza antes, ni viniendo de un hombre’. Entonces, era Goliat a punto de pelar contra David, sí, incluso pese a que David conquistó a Goliat, pero Ronda iba a ser el monstruo en esa lucha. Así fue como tuve que pensar».
La lucha a la que se refiere Nikki fue la que tuvo contra Ronda Rousey en Evolution 2018, en el primer evento estelar del primer evento de PPV exclusivo para mujeres. Anterior a esa lucha, compitieron en Super Show-Down 2018 desde Australia y en un Raw del 8 de octubre, como equipo junto a su hermana Brie, y siempre compitiendo y derrotando a The Riott Squad de Liv Morgan, Ruby Riott y Sarah Logan.
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