La idea generalizada del público que vería la pelea entre Brandon Ríos y Timothy Bradley era que «Bam Bam» perdería inevitablemente ante la «Tormenta del Desierto».
Aunque había unos pocos que apostaban por Ríos, era evidente que el mexicoamericano debía llevar algo más de lo que había mostrado en su última pelea, ante Mike Alvarado. Si bien se vio muy bien preparado y certero, también había que tomar en cuenta que Alvarado no lo estaba, pero también era evidente que debía estar por encima del nivel de esa pelea.
También se esperaba ver el nuevo enfoque del entrenamiento de Bradley. Recordemos que poco después de su pelea contra Jessie Vargas dejó a Joel Díaz y se incorporó al equipo de Teddy Atlas semana más tarde. Y en entrevista previa dijo que su primer campamento con Atlas había sido el mejor de toda su carrera. Así que para demostrarlo no le quedaba otra que obtener una victoria contundente.
Y así lo ejecutó, round tras round, donde apretaba el estilo en tanto avanzaba la pelea. Preciso, eficaz, sin recibir más golpes de los necesarios y con un plan de avance sobre el ring casi trazado, no parecía que le fuera a salir algo mal esa noche.
Brandon Ríos subió a hacer lo que siempre hace, a empujar, a pegar como si la vida dependiera de ello (y de cierta manera lo es). Eso y algunas de las tretas ilegales que son usuales en sus peleas, como los golpes abajo, enganches y cabezazos. Pero Bradley fue más inteligente al mantener la velocidad de piernas y la insistencia de puños como para echar para atrás a «Bam Bam» cada que trataba de acercársele. El recto de derecha de Bradley le hizo pasar mala noche a Ríos.
Ríos trató de hacer su trabajo, de lanzar más y mejores bombas, pero la precisión no estaba en sus puños esa noche. A pesar de que le pedía más golpes a Bradley y que hacía señas de que no le dolía, Brandon estaba recibiendo más golpes de los que podía esquivar.
Así que en el noveno round cayó a base de la precisión de puños de Bradley. Se levantó para seguir en el combate, pero no pudo soportar mucho tiempo más y regresó a la lona de manera definitiva.
Bradley retuvo su cinturón de peso welter de la OMB por primera vez desde que fue ascendido a campeón regular (luego de que la OMB le quitara el cinturón a Floyd Mayweather) y con esto parece levantar la mano para convertirse en el siguiente ídolo de peso welter del orbe.