Rincón Indy: “Bien hecho, Roderick Strong”

Su nombre, uno de los más galardonados del wrestling independiente en la última década, fue susurrado en la faz de las promociones más renombradas de la carretera. Sin embargo, y al mismo tiempo, su figura se vio inmersa bajo la sombra de una indiferencia que, pese a no ser absoluta, pospuso el reconocimiento que tardó más de lo que debía en llamar a la puerta de Roderick Strong.

El éxito atravesó la vida de Strong como un relámpago de doble filo, uno fructífero, y otro pernicioso.

Pero, contrariamente a haber sido un campeón de transición para las grandes empresas del circuito (y a sabiendas de que ya no podrá ocupar el lugar del luchador insignia en ninguna de ellas) Roderick Strong sigue haciendo lo que mejor sabe hacer: Trabajar duro, rendir a destajo, y recoger las ganancias.

El último fruto de su cosecha floreció en Reseda, hace sólo unos días atrás donde, además de convertirse en el campeón mundial de PWG, estampó su huella como uno de los luchadores más ganadores en la historia de la promoción.

Más de uno sin embargo, es consciente de que este nuevo reinado de Strong se llevó a cabo, probablemente, como otro reinado transitorio y no como uno meritorio, en el sentido de premiar sus ingentes esfuerzos por la promoción de manera honesta, y no ficticia.

Aquellos esfuerzos que, desentrañados de su propia alma, debieron valerle a Roderick Strong un reconocimiento más alto que el simple hecho de colocarlo en la cima de la montaña como un monarca interino, no brillaron como debían a la hora de compensar su rendimiento a través de los años.

Por ello, su devoción para con los fanáticos y el wrestling independiente merece –más allá del agradecimiento– un conciso repaso. Incluso, merece algo más que eso.

LA PRIMERA OPORTUNIDAD, LA UNIDAD VIGENTE

The first great opportunity - Roddy

 

 

 

 

 

 

 

 

En fecha del 9 de julio de 2005, un novato llamado Roderick Strong irrumpía en escena bajo la fervorosa techumbre del New Yorker Hotel en New York, donde disputaría, a fuerza de voluntad, la oportunidad de hacerse con un campeonato mundial por primera vez en su joven carrera.

Nueve años han transcurrido tras aquella memorable batalla en New York. Almiares, de nombres, se sucedieron entre sí integrando las filas de ROH. Pocos sin embargo, sobrevivieron al paso de los años. Entre ellos, encontramos a Roderick Strong. Pero, ¿qué fue de aquel novato que había deslumbrado a la fanaticada durante aquella velada en NY?

Había madurado, como es lógico. Establecido ahora, como el Segundo Campeón de la Triple Corona en la historia de la empresa.

El éxito devino sobre el nombre de Roderick Strong, como nadie se lo esperaba quizá. Y pronto, el linaje impreso en la figura de aquel luchador emergente, ahora sacaba el máximo partido de su incuestionable talento.

Strong es a ROH, como ROH es a Strong.

 

UN MESIAZGO CUYO BRILLO SE VA EXTINGUIENDO

Roderick F´N Strong

 

 

 

 

 

 

Sí, aunque podría sonar paradójico, la permanencia de Roderick Strong en el circuito independiente quizá ya no goce de aquel protagonismo que pudo disfrutar en sus tiempos como monarca de ROH y Full Impact Pro.

Y pese a haber conquistado la última gran presea que codiciaban sus vitrinas, Roderick Strong ya no necesita demostrar nada a nadie.

En este punto de su carrera, Strong posee más motivos por los cuales presumir, antes que tener que probarse a sí mismo una y otra vez, en un ambiente cuyo recodo se entenebrece cada vez más.

Acaso por ser devoto a lo que verdaderamente le apasiona, la presencia de Strong en el circuito independiente tal vez sea más imprescindible que nunca, sólo cuando abandone su lugar de origen…

 

UN HORIZONTE SIN VERDADEROS RETOS… EN EL CIRCUITO INDEPENDIENTE

Mr. ROH Roderick Strong

 

 

 

 

 

Qué más queda por demostrar en un sitial donde, aparte de haber ocupado los capitolios mayores, ya nada parece concitar la voluntad de la conquista.

Roderick Strong ha hecho más de lo que debía, y ha recibido menos de lo que merece. Este es el sentimiento que prevalecía hasta hace un tiempo atrás, al menos en el sentido moral, poco antes de su consagración en Reseda.

Ya que en contrapartida, sus grandes logros avalan otra cosa. Tal vez, Strong ha aprendido a pasar desapercibido, pagando el oneroso impuesto del relegamiento, quedando al margen de otros nombres. Nombres que, comparándosele, ostentan ribetes menores.

Y quizá, Strong no ha necesitado realmente del fomento que otros recibieron. Pues durante todo este tiempo, era otra la riqueza que detentaba, su indiscutible capacidad dentro del cuadrilátero.

Qué más espera en el horizonte, a sabiendas de que ha alcanzado la cúspide.

A su vez, un anhelo de esperanza aún palpita en medio de un incierto porvenir.

 

ANTE UNA FIDELIDAD SIMBIÓTICA, UN AGRADECIMIENTO MUTUO

Roddy

 

 

 

 

 

 

 

Haciendo una retrospectiva sobre su carrea, su brillante carrera; Roderick Strong podría preguntarse cada vez más si realmente todo ha valido la pena.

La respuesta, seguramente, es sí. Ha valido la pena. Tal vez ha llegado la hora de que Roderick Strong aborde otra travesía, donde legítimamente repose, la ganancia que por mucho tiempo ha sorteado su rumbo, demasiado tiempo quizá.

Pero si existe una cosa que es segura, es que Roderick Strong nunca ha caminado entre las sombras.

No por nada las mayores empresas del circuito independiente resuelven escudarse tras su figura hasta hoy en día para emprender un reto. Después de todo, a la hora de dar la cara por cada una de estas promociones, Roddy siempre ha estado allí.

Incluso cuando el reconocimiento de la fanaticada no termina de distinguir sus invaluables contribuciones al wrestling independiente, Roddy siempre ha estado allí. Y nunca ha fallado.

Bien hecho, Roderick Strong.

LA LUCHA SIGUE...
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