El famoso y raro caminadito de Vince McMahon siempre ha despertado la curiosidad de los fans de WWE, al no haber una razón clara por la cual lo hiciera. Sin embargo, alcanzó tal fama su paso, que incluso ya fue imitado por Conor McGregor en UFC.
Bill Apter, destacado periodista luchístico, y responsable de muchas de las principales revistas de lucha estadounidenses de los setentas a los noventas, reveló los orígenes del caminadito en la más reciente edición de su podcast Is Wrestling Fixed?:
“Vince adoraba al Dr. Jerry Graham, uno de los originales Graham Brothers, que eran él y Eddie Graham. Admiraba mucho al Dr. Jerry Graham, y ese pavoneo, ese contoneo, mucho antes de que Vince fuera conocido, era realizado por Graham”.
“The Good Doctor” Jerry Graham (Jerry Matthews) fue uno de los principales estelaristas del circuito de Vince McMahon Sr. (New York, Boston y Washington) desde finales de los cincuentas, y era tan tremendo rudo que llegaba a provocar peleas en las arenas.
La más famosa fue el 18 de noviembre de 1957, cuando él y Dick the Bruiser fueron derrotados por Antonino Rocca y Edouard Carpentier en el Madison Square Garden. Graham atacó a Rocca después de la lucha y lo sangró, lo cual hizo que varios aficionados se enardecieran y subieran al ring. Bruiser los bajó del ring a golpes, y lesionó a varios policías, provocando que fuera vetado de New York por el resto de su vida.
Graham continuó luchando para McMahon, y después de que Eddie Graham (Eddie Gossett) se fuera como promotor a Florida, los Golden Grahams renacieron con “Crazy” Luke Graham (James Johnson). En los setentas, siendo Graham un veterano, conoció a Wayne Coleman, a quien le dio el nombre de Billy Graham para poder ser su manager en California. “Superstar” Billy Graham llegaría a ser Campeón Mundial de Peso Completo WWWF.
Precisamente en la autobiografía de “Superstar” Billy Graham, aparece la siguiente cita de Vince McMahon sobre Jerry Graham:
“Una vez me preguntaron qué tipo de doctor era Jerry Graham, y respondí que un doctor en psicología, lo cual tenía algo de cierto debido a la manera en la que sabía comunicarse con el público.
“Mi anécdota favorita con el Dr. Jerry Graham tiene que ver conmigo. El año es 1959, y voy a toda velocidad en su Cadillac rojo. Tenía entonces catorce años, y convencí a mi madrastra de que me decolorara el cabello con peróxido, para tenerlo justo como Graham.
“Yo veía a Graham como si pudiera caminar sobre el agua. Aunque no lo crean, iba vestido con pantalones rojos y camiseta roja, igual que Jerry. Y él se iba pasando cada alto en los semáforos en camino a Washington DC. Sólo hacía sonar su claxon en cada intersección y se seguía derecho.
“Los policías ni siquiera volteaban a verlo, y cuando lo hacían, les mostraba el dedo medio. Todos sabían quién era, y no valía la pena detenerlo por todo el conflicto que iba a causar si lo hacían”.