Es triste la vida para los que se quedan perdiendo a gente que se admiró y se le aprendió. Con la triste noticia del fallecimiento de Roddy Piper los recuerdos vuelan, obvio que los recuerdos más cercanos del gaitero más famoso de la historia nos llevan a su paso por WWE y WCW, sin embargo su carrera pasó por diferentes empresas y territorios, donde siempre tuvo un sello: sembrar el caós, como él mismo lo definió en una de sus frases más celebres: «Estoy intentando encontrar un lugar con paz, y si no la hay, entonces llenémoslo con un poco de violencia»
Uno de los lugares donde más eco y revuelo causó fue en California, donde el Olympic Auditorium de Los Ángeles se convirtió en un polvorín con cada una de sus apariciones.
En la promoción de ese local, la Hollywood Wrestling del legendario Gene LeBell, Roddy aparte de personificar al gaitero irreverente, también tuvo que luchar en más de alguna ocasión enmascarado ya fuera como Senor X (sic) y The Canadian, enfrentado a lo mejor del mundo (en youtube puede encontrar un video como The Canadian enfrentado al recién ingresado al WWE Hall of Fame Tatsumi Fujinami). Ahí logró conquistar varios títulos, como el Campeonato de Peso Completo de las Américas (en 5 ocasiones entre 1976 y 1978), el Campeonato de Parejas de las Américas (en 6 ocasiones en el mismo periodo), y por supuesto, el Campeonato Mundial de Peso Semicompleto NWA en 1977.
Pero lo que más revuelo causó fue su rivalidad con Chavo Guerrero, pues está rebasó los límites de lo tradicional y se convirtió en un pique étnico. Algo que en estos momentos sería impensable por lo políticamente incorrecto que resultaría (y si no que le pregunten a Hulk Hogan).
La rivalidad comenzó cuando el mexicano se convirtió en el ídolo local, apoyado claro está por la multitud de mexicanos y chicanos avecindados en Los Ángeles. Roddy vio en ello una oportunidad para llegar lejos y alcanzar los títulos que le hacían falta para catapultar su carrera y claro, resaltar su facilidad innata para hacerse odiar a placer.
En la búsqueda por sacar a Chavo de sus casillas y que le diera una oportunidad por titular, insultándolo al grado de hacer su, desde entonces, clásico Piper’s Pit con un burro con sombrero y el nombre de Chavo sujeto al pescuezo del animal. Tachándolo de “espalda mojada” y varios insultos más racistas aún. La cuestión trascendió más allá de lo que el propio Piper esperaba, tanto la televisora como el promotor Gene Lebell le pidieron que la siguiente función ofreciera una disculpa pública.
Entonces Piper quiso granjearse a la gente diciendo que entonaría con su gaita el himno mexicano. La gente, en su mayoría de ascendencia mexicana, estuvo al pendiente de dicho homenaje. Tras entrar al ring con toda la solemnidad posible, Piper le pidió al anunciador, Jimmy Lennon, que solicitara a la gente que se pusiera de pie para escuchar el himno, con su gaita tocó “La Cucaracha” ganándose no sólo la rechifla y el odio de todos los presentes, además de una lluvia de líquidos de dudosa procedencia y que varias butacas del Auditorium fueran arrancadas para aventárselas al gaitero irrespetuoso, pero también la oportunidad titular. Aunque en sus memorias Piper recuerda que al final de la lucha Lebell se acercó para decirle que no habría paga para él, pues el promotor tendría que correr con los gastos del butaquerio y demás desmanes en el recinto.
El pique de estos dos gladiadores dio para que también se involucraran los hermanos y el mismisimo papá de Chavo, don Gori. Y que disputaran el Campeonato Mundial de Peso Semicompleto NWA en el mismo recinto, con decisiones dividas, pues el 13 de abril de 1977 Piper salió con la mano en alto, pero en la revancha mandataria dos días después, el 15 de abril, Chavo recuperó el cinturón. Por cierto, unos meses después, Chavo estelarizaría el Aniversario de la EMLL en una lucha por dicho título contra el Tanque, Alfonso Dantes.