Rashad Evans fue elegido al Salón de la Fama UFC en su ala moderna en el evento UFC Rochester del pasado fin de semana.
La comunidad de las artes marciales mixtas participó colectivamente en celebración de la legendaria carrera del ex campeón de peso semicompleto. Pero esas sonrisas y lágrimas también podrían simbolizar los altibajos de la carrera de Rashad Evans.
Algo con lo que prácticamente todos los peleadores pueden relacionarse. En una aparición reciente en «The MMA Hour», Evans se tomó el tiempo de reflexionar sobre los máximos más altos de su carrera y los mínimos más bajos.
«Los máximos más altos, ningún secreto: mis mayores nocauts. Pisando la escena con ese gran nocaut sobre Sean Salmon en Hollywood, Florida. Y luego la gran noche con Chuck Liddell que cambió mi vida. Ese fue uno grande, no solo por el resultado sino por el hecho de entrar en esa pelea, mentalmente hablando, sentí que respondía a la llamada«.
En cuanto a los mínimos, solo un momento tomó resalta y fue en una de las últimas peleas de la carrera de Rashad Evans que tuvo lugar en UFC 209, donde perdió ante Dan Kelly por decisión dividida:
«Cuando perdí ante Dan Kelly, ese fue un momento para mí donde estaba como hombre, ¿qué está pasando?, Dan Kelly es un peleador duro, pero sentia que mi nivel de habilidad y que podia pelear es mucho más alto y no lo exhibí«.
“Fue un poco triste para mí porque hacia el final de mi carrera, mi deseo de querer competir, esa llama, ese deseo ardiente. . . Ese perro que estaba allí, acaba de cambiar».
«La vida no era lo mismo mentalmente para mí, así que competir para mí era mucho más difícil«.
«Estoy muy satisfecho. No podría estar más feliz de ser honesto. A pesar de que no terminó como yo quería, terminó como necesitaba. Eso es algo en lo que tuve que reflexionar y simplemente aceptar, simplemente avanzar en la vida. Hay mucho de lo que enorgullecerme de la carrera que tuve y al ver ese montaje, olvidé la emoción detrás de algunas de las cosas que también he logrado».