¿Qué opina Bret Hart sobre la película «El Luchador»?

Bret Hart ha sido, es y será el mejor de todos los tiempos, tal y como reza su lema. No sabemos si realmente es así, ya que una afirmación de este estilo es bastante subjetiva, pero lo que sí que sabemos es que algo hay de cierto en las palabras del miembro del Salón de la Fama de WWE. Dentro de una ronda de preguntas y respuestas que Bret «The Hitman» Hart ha llevado a cabo en su web oficial con algunos fanáticos, contestó de manera extensa a una de las preguntas más personales que le pudieran hacer, ya que muchos platicaron acerca de la posibilidad de que la película «El Luchador» (2008) estuviera basada, en gran parte, en su vida, y Bret respondió de la siguiente manera:

Bret Hart aplicando el Sharpshooter
Bret Hart aplicando el Sharpshooter

► ¿Qué piensa de «El Luchador»?

«‘El luchador’ está siendo alabado como el retrato definitivo de la lucha libre profesional, pero creo que eso se debe a que nadie ha preguntado a un verdadero campeón de lucha libre sobre ella, hasta ahora. En la película, Randy «The Ram» Robinson era un actor principal que llenaba el Madison Square Garden. La película comienza con un montaje de recortes y carteles de eventos extrañamente similares a los de mi colección personal. Yo viví esa vida de verdad. La película me ha gustado y me ha perturbado.

«En la visión astutamente estratificada del director Darren Aronofsky, se vislumbra un mundo envuelto en un velo que todos consideran falso, excepto los que viven en él; para ellos, es la única realidad que conocen. Los pequeños trozos de la verdad hacen que la historia sea creíble. La actuación clarividente de Mickey Rourke la hace convincente.

«La película no es tanto una exposición del negocio de la lucha libre como realmente es; más bien, nos muestra lo que mucha gente fuera del negocio piensa que es. Con esta oscura interpretación errónea presentada de forma tan plausible y dramática, muchos luchadores que han sacrificado tanto para entretener a sus fans -sus cuerpos, sus familias- se sienten ahora avergonzados por la representación desequilibrada de la película en la que no hay respeto por nuestro arte o nuestra dignidad. Me incomoda que el público asuma inconscientemente que todos los luchadores tienen un final trágico.

«Los deportes tradicionales tienen una temporada de descanso, pero los chicos y yo estábamos en la carretera 300 días al año. Como antiguo campeón de la WWF (ahora WWE), viajé por todo el mundo durante 23 años seguidos, de 1978 a 2000, luchando cada noche, a veces más de una vez, además de hacer apariciones promocionales y entrenar. Se apodera de tu vida las 24 horas del día y, especialmente antes de los teléfonos móviles y el correo electrónico, por mucho que lo intentara, era imposible no distanciarme de mi familia, de mis hijos. La mayoría de los chicos, quizá todos, sufrieron el mismo aislamiento, y pronto los extraños se convirtieron en familia y la familia en extraños. Casi todos los que escaparon volvieron, sin tener idea de cómo salir adelante en el exterior.

«Los luchadores profesionales no tienen prestaciones médicas, ni plan de pensiones, ni sindicato. No me quejo. La lucha libre ha sido muy buena para mí, a pesar de las desgarradoras decepciones, traiciones y demasiadas muertes como para querer contarlas, incluida la de mi hermano menor, Owen, que cayó al vacío desde las vigas de una arena en un programa de pago de WWF durante una maniobra mal concebida.

«A mí me retiraron del ring por una patada mal dada en la cabeza, en un programa de pago por visión en directo, que me provocó una conmoción cerebral tan brutal que mi médico utilizó la palabra ‘hamburguesa’ para describir la parte posterior de mi cerebro. A eso le siguió un derrame cerebral que paralizó todo el lado izquierdo de mi cuerpo. La lucha más dura de mi vida ha sido, con diferencia, la de la recuperación y, aunque me quedan secuelas permanentes, estoy agradecido de que cuando la gente me conoce todavía pueda estar a la altura de su recuerdo del héroe que durante tanto tiempo había pretendido ser. Sigo firmando autógrafos por todo el mundo y mis fans siguen acudiendo en masa. Me siento humilde cuando me dicen, una y otra vez, que mi personaje de la lucha libre les inspiró de alguna manera para hacer cambios positivos en sus vidas.

«La lucha libre me ha dado una gran vida y por ello doy las gracias a Vince McMahon. Vince y yo hemos tenido grandes diferencias, pero no he tenido pelos en la lengua y mi autobiografía (Hitman) es un testimonio de ello. A la hora de evaluar el impacto de ‘El luchador’ en el negocio de la lucha libre, es justo que le dé al diablo su merecido, porque es Vince quien ha conseguido sacar la lucha libre profesional de los callejones y de los salones lúgubres como los de la película y la ha convertido en algo comercializable, de uso generalizado y simplemente divertido de ver. No podría haberlo hecho sin una lista de luchadores con talento. Salir ahí fuera y contar una historia creíble y dramática sin repeticiones, frente a un público en directo, con nada más que tu cuerpo, tu oponente y un ring de 6 por 6 metros, es una forma de arte que requiere un entrenamiento dedicado, resistencia física y mental, agilidad atlética, carisma y psicología de ring para crear lo que siempre he considerado como mini-películas. Los que practican este arte a la antigua usanza se enorgullecen de crear la ilusión de realismo sin herir realmente a nuestro oponente.

«No sabemos qué giro equivocado llevó a Randy ‘the Ram’ a subsistir en la desesperación en los márgenes más bajos de una putrefacción pervertida que apenas se parece al negocio de la lucha libre que conozco. Aunque la película habla magníficamente de los baches que todos los luchadores profesionales atraviesan, me alegra informar de que la mayoría de nosotros no nos desviamos del camino con tanta severidad«.

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