El problema de los rudos modernos: ¿Hay que volver a lo básico?

Los rudos son una parte vital en la lucha profesional. Sin embargo, muchas empresas tienen dificultades para construir rudos convincentes. No es una tarea sencilla, ya que casi todas las ideas imaginables han sido exploradas y presentadas en pantalla.

Quizá buscando lo fácil, muchas empresas han intentado recrear la magia de la nWo, y al hacerlo, han convertido a ese concepto en un cliché repetitivo y poco interesante.

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El concepto de facciones rudas inspiradas en la nWo es una plaga. Quizá no lo era tanto cuando inició el Bullet Club en NJPW, pues en su momento ayudó a que la empresa nipona entrara en una nueva era dorada, pero ya pasaron los años y ha perdido frescura, convirtiéndose en una historia que se repite en un ciclo predecible, reinterpretando una y otra vez la misma fórmula de siempre, generando fatiga en los aficionados.

También está el caso de los Death Riders en AEW. A pesar de que la empresa de Tony Khan ha intentado hacer ajustes, la historia no ha logrado captar un gran interés. Por el contrario, lleva meses generando rechazo. Además, con Jon Moxley como campeón mundial, esta facción forma parte de la narrativa principal de AEW, y su impopularidad termina siendo negativa para toda la empresa.

► Volver a lo básico

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Toshiaki Kawada representa el tipo de rudo que la lucha libre moderna necesita. Un villano que no recurre a trampas, sino que impone su dominio tanto psicológica como físicamente dentro del ring, castigando brutalmente a sus oponentes con patadas implacables simplemente porque puede hacerlo. Este estilo de rudo, aunque simple en concepto, es altamente efectivo y resultaría refrescante en un panorama actual saturado de copias de la nWo.

MJF es un ejemplo de un rudo de la vieja escuela que ha sabido adaptarse a la lucha libre moderna. Sin embargo, a lo largo de su carrera, ha sido parte de varias agrupaciones que comenzaron con fuerza pero terminaron perdiendo impacto con el tiempo. A pesar de esto, su reciente resurgimiento con la rivalidad contra Hangman Page demuestra que los principios clásicos de la lucha pueden seguir siendo efectivos cuando se utilizan correctamente. MJF genera reacciones genuinas del público a través de promos afiladas, una actitud arrogante y un personaje bien definido, una muestra de cómo un rudo puede destacarse sin necesidad de recurrir a las fórmulas repetitivas de facciones inspiradas en la nWo. A veces, volver a lo básico y utilizar recursos de la vieja escuela puede ser la mejor manera de innovar en un panorama saturado de ideas recicladas.

Para revitalizar la figura del rudo en la lucha libre, las empresas deben apostar por la innovación en la construcción de personajes. Eso es preferible a depender de fórmulas repetitivas. Podrían explorar villanos con enfoques más variados, ya sea a través de la agresividad, la inteligencia estratégica o una personalidad imponente que genere un impacto real en el público. Solo así se podrá romper con la monotonía y devolver a los rudos su papel esencial dentro del mundo de la lucha libre.

 

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