Por qué hay que prestarle atención al reinado de Kazuchika Okada

New Japan Pro Wrestling es una promoción con mucha historia dentro del mundo de la lucha libre profesional. La cantidad de ídolos que ha tenido a lo largo de su más que remarcable estancia en el deporte ha creado un aura imponente alrededor de la empresa fundada por Antonio Inoki.

No obstante, a mediados de los 2000, al mismo tiempo que explotaba el internet, por un pésimo manejo, NJPW perdió mucha popularidad entre los aficionados, quienes no podían creer como alguna vez la empresa que vio a leyendas como Antonio Inoki, Keiji Mutoh, Vader, Masahiro Chono, estuviese en un estado tan deprimente.

Afortunadamente, a principios de esta década y de la mano de ilustres competidores como Hiroshi Tanahashi y Shinsuke Nakamura, NJPW supo cómo salir a flote y comenzó a expandir una vez más su nivel de popularidad con aquellos aficionados que alguna vez perdieron fe en la promoción.

Y no sólo eso, sino que en esta última fracción de tiempo, la fama de la empresa en occidente creció de una manera arrolladora (no igual como en su era dorada, ojo) a tal punto que los shows que harán en los Estados Unidos se agotaron en apenas dos horas.

Uno de los motivos por el cual la popularidad de NJPW crece y crece es, en parte, por el actual Campeón Peso Completo IWGP, Kazuchika Okada. El monarca de la promoción que se convirtió en la cara de NJPW, reemplazando a Tanahashi.

Okada tiene 29 años y luchó en México y los Estados Unidos. A diferencia de lo que muchos piensan, nunca tuvo aura de estrella, pues su apariencia no era llamativa, además de que su nivel en el cuadrilátero no tenía nada de especial.

Pero todo cambió cuando volvió a NJPW en el año 2012, ya no era el joven Okada que no había tenido suerte en TNA, ahora era un hombre distinto, con una apariencia distinta, pero sobre todo, una personalidad diferente que afianzó cuando adoptó el apodo de «Rainmaker».

Okada retornó a NJPW con un objetivo en mente: ser el monarca absoluto de la compañía. Ese proceso lo puso en marcha durante 2012 y recién lo finalizó cuatro años más tarde, cuando pudo retener el Campeonato de Peso Completo IWGP ante Hiroshi Tanahashi, en el evento estelar de Wrestle Kingdom 10.

En ese momento, algo cambió en Okada, ya no era un campeón más, no era un buen luchador más. Se podría decir que una palanca fue activada en el luchador, porque de ahí en adelante, Kazuchika Okada comenzó a tener clásico tras clásico contra toda clase de oponentes. En el 2016 tuvo dos luchas calificadas con 5 estrellas por Dave Meltzer, la primera ya mencionada ante Tanahashi, y la segunda ante Tomohiro Ishii en el G1 Climax 26, también tuvo duelos memorables ante Tetsuya Naito y Naomichi Marufuji.

De esta manera, muchos fanáticos acostumbrados a WWE sintieron curiosidad por saber quien era Okada, pues la fama de buen luchador que se ganó comenzaba a circular por todas las redes sociales. El momento de explosión total fue Wrestle Kingdom 11, así es, la lucha que tuvo el campeón ante Kenny Omega. Diez mil personas se suscribieron a NJPW World para presenciar ese combate, y para sorpresa de todos, se vio en el estelar del magno evento a una de las mejores contiendas de todos los tiempos, calificada con seis estrellas.

El curriculum luchistico de Okada ya comenzaba a alcanzar niveles legendarios, con una lucha digna de ser llamada «de las mejores de la historia», Okada continuó brindando duelos impresionantes con contrincantes excelsos como Minoru Suzuki, Tiger Mask W y Katsuyori Shibata . En Dominion, demostró que su reinado ya no era un mero buen reinado, sino que el Rainmaker lo hizo legendario, debido a que volvió a colisionar con Omega y una vez más, tuvieron una de las mejores luchas de toda la historia, me atrevo a decir que fue mejor que su antecesora.

Okada es ahora mismo la más fiel representación gráfica del santo dicho «el hombre hace al título», pues desde hace mucho tiempo que no se ve a un campeón con todas las letras, que defienda el título seguido y que cada lucha que dé sea considerada como un clásico moderno. Tener dos de las mejores luchas de la historia en un mismo reinado no es algo de lo que todos se puedan jactar, Okada si.

Por todo lo anteriormente mencionado, es más que recomendable que el lector que no conoce NJPW y tampoco sabe a ciencia cierta sobre Kazuchika Okada, se encamine a ver y a seguir su reinado. Más allá de los gustos de cada fanático de la lucha libre profesional, es menester estar al tanto de una era luchistica de estás características, porque uno puede recordar periodos dorados todo el tiempo, pero presenciarlos en vivo y en directo es una oportunidad que no debe ser desperdiciada por ningún amante del deporte.

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