Patadas voladoras, hombres por los aires: la experiencia de Javier Carrillo en WrestleMania 32

Bienvenidos otra vez a «Patadas voladoras, hombres por los aires”, un espacio en SÚPER LUCHAS para los fanáticos del deporte de los suplexes.

El invitado en esta oportunidad es Javier Carrillo, un entusiasta del cuadrado de las 12 cuerdas que fue a WrestleMania 32 y nos va a compartir su experiencia en el magno evento del gigante de la lucha libre norteamericana.

WrestleMania 32

 

Conocí a Carrillo años atrás cuando frecuentaba la sección de lucha libre en Yahoo! Respuestas, donde conocí a varios conocedores que más tarde emigrarían a Foroactivo a fundar sus foros de rol de lucha libre. Él hace parte de un foro veterano llamado Ultimate Xtreme Fighting, donde usuarios de México, Chile, España, Colombia, Puerto Rico y demás países de habla hispana comparten su afición por la lucha libre norteamericana, mexicana, japonesa etc. 

En una reciente entrada en el foro ya mencionado, él compartió su experiencia en WrestleMania 32, entonces, lo invité a la sección y aceptó. Como no puede ser de otra forma y cortesía de él para nuestra comunidad SÚPER LUCHAS abajo encontrarán la bitácora de Carrillo aquel soleado día en Dallas, Texas.

Foto cortesía de Javier Carrillo
Foto cortesía de Javier Carrillo.

«San Antonio, Texas – 2 de abril de 2016

Bajo el calor extenuante de Texas la camioneta en la que viajamos avanza por la autopista, escucho música mientras mi mente divaga sobre lo que pasará el día de mañana y reflexiono: mi yo de hace 10 años ni siquiera hubiera considerado asistir a WrestleMania, solía verlo tan imposible que ni me había planteado esa opción y ahora estoy en camino a romper su record de asistencia. Mi nombre es Javier Carrillo, soy de Nuevo Laredo, Tamaulipas, México y mi pasión por la lucha libre empezó desde muy temprana edad, hubo algo que me atrapó la primera vez que vi esa luz tenue iluminando el cuadrilátero que no sé explicar pero que desde entonces sigue ahí, por lo que cuando supe que la edición 32 del evento más importante de WWE iba a ser en Dallas Texas, a sólo 7 horas en coche, estar ahí se convirtió en una prioridad.

Mi pasión por la lucha libre se remonta a cuando era niño. Tendría 6 ó 7 años cuando asistí por primera vez a una función en mi ciudad. Recuerdo que fue en un rodeo adaptado para función de lucha libre y que al entrar por la puerta de madera y ver el ring iluminado algo me llamó la atención de forma inmediata, la combinación de la música ensordecedora, los vendedores ambulantes, las cuerdas desgastadas, ver ese cuadrílatero en medio de todo era una escena majestuosa que me gusta mucho recordar. Había unas gradas de madera y recuerdo estar sentado en el borde viendo cada lucha con absoluta atención, el resto es historia, empecé a exigirle a mi papá ir cada lunes a la Arena Cuatro Caminos, a comprarme la máscara de Fuerza Guerrera, La Parka y demás. Crecí y mi afición por el deporte espectáculo se expandió, empecé a comprar semanalmente revistas de lucha libre sin falta, a ver CMLL los sábados, AAA los domingos y posteriormente WWE.

Regreso al presente, volteo a ver a través de la ventana y veo un montón de iglesias, entonces me doy cuenta de que estoy pisando la tierra de Mr. WrestleMania mismo, Shawn Michaels, lo que me resulta casi poético. A mi mente vienen capítulos de su último libro y un joven Daniel Bryan, durmiendo en su coche en una estación de descanso, listo para empezar su viaje en el mundo de la lucha libre, asistiendo a la escuela del Rompecorazones por allá en 1999. La vida de un luchador profesional no es nada fácil, sacrifican su cuerpo y tiempo a su familia por años para conseguir una oportunidad, conseguir un instante de gloria en el evento más grande de todos. Así de importante es WrestleMania.

Justo al llegar a la ciudad de Arlington mi familia y yo decidimos ir a contemplar el estadio AT&T. Observamos carteles de WrestleMania por las calles pegados en postes de luz y finalmente vemos la estructura gigantesca levantándose en el horizonte, si en fotos luce grande en persona es una monstruosidad, por lo que acudimos al recinto a tomar fotos y curiosear un rato en la tienda de mercancía del estadio. Posteriormente vamos a la tienda Superstore en el centro de Dallas a comprar unas cuantas playeras. Desgraciadamente desaproveché la oportunidad de pagar una entrada general al Axxess (algo de lo que me arrepiento hasta el día de hoy) así que no conseguí acceso a gran cosa. Al entrar al centro de convenciones encontramos lo que fuimos a buscar y veo algunas joyas exhibiéndose, como los guantes usados por The Undertaker en WrestleMania 30 y 31, réplicas de títulos legendarios y del otro lado en el Axxess alcanzo a ver la impresionante Cámara de la eliminación y quien parece ser Zack Ryder tomándose fotos con los seguidores.

Foto cortesía de Javier Carrillo
Foto cortesía de Javier Carrillo.

 

Justo saliendo del centro de convenciones al caminar por las banquetas del centro de Dallas, veo un logo conocido formándose y desapareciendo en las ventanas de un hotel, observo más detenidamente y es el logo de WrestleMania en todo su esplendor.

 

Foto cortesía de Javier Carrillo
Foto cortesía de Javier Carrillo.

 

Dallas, Texas – 3 de abril de 2016

Después de más de 12 meses de espera, de nerviosismo al elegir el boleto en Ticketmaster, problemas con la tarjeta de crédito y tal, llegó finalmente el día. Mis hermanos y yo nos preparamos para el magno evento. Con celulares cargados, playeras nuevas y expectativas altas nos dirigimos rumbo al estadio AT&T desde tempranas horas, ya que los estacionamientos abren a medio día y con una estimación de más de 100,000 fanáticos es prioridad encontrar lugar en una plaza de 30 dólares el día y no en una de 90.

Al llegar y encontrar buen estacionamiento, aunque retirado del estadio, nos disponemos a caminar rumbo al domo color blanco que destaca a lo lejos, donde ya se encuentran miles de fanáticos transitando por las calles. Se puede sentir el aire de emoción en el ambiente. Conforme nos acercamos vemos fanáticos disfrazados de Hulk Hogan, Ric Flair, Ultimate Warrior, Randy Savage, un coche con gente bailando al ritmo del tema de New Day, se empiezan a escuchar cánticos de “Goooldberg”, un doble de Stone Cold enciende una parrilla en el estacionamiento del estadio, un intento de doble de Shawn Michaels canta y baila su tema ‘Sexy Boy’ en medio de la calle frente a una pequeña audiencia, entre otros momentos bizarros.

Foto cortesía de Javier Carrillo
Foto cortesía de Javier Carrillo.

 

Foto cortesía de Javier Carrillo
Foto cortesía de Javier Carrillo.

 

Mucha gente instaló techos y asadores en el césped del estadio detrás de su vehículo para comer y convivir antes de entrar, pero nosotros nos limitamos a comprar comida rápida en el establecimiento de hamburguesas más cercano. Después de una hora de fila y una hora de espera junto con apasionados de todas partes del mundo con la misma idea de alimentarse antes de entrar, recibimos nuestra comida y la terminamos para buscar entrar al estadio justo a las 3:30 pm.

Un caos total, pues mucha gente se encontraba confundida para ingresar por las distintas entradas debido a la larga espera, ya que las puertas no abrieron hasta poco después de las 4:00 pm cuando se suponía que a las 3:45 pm debíamos empezar a ingresar, por lo que muchas personas no lograron ver el pre-show completo (todo en medio de cánticos de “Let us in!”). En mi caso me separé de mis hermanos, ya que mi asiento estaba en otro lugar y me dirigí a la entrada que me correspondía. Entré y di un pequeño paseo por los pasillos, compré una botella de agua de 5 dólares y encontré mi lugar justo antes de iniciar el pre-show. El momento en que abrí la puerta y vi esa gigantesca estructura debajo de la pantalla gigante del estadio AT&T, y la pantalla en sí, será un momento que jamás olvidaré, es algo impresionante ver la escenografía en vivo, da una sensación como de vértigo de lo grande que es.

Foto cortesía de Javier Carrillo
Foto cortesía de Javier Carrillo.

 

Al transcurrir el evento una de las cosas más destacadas de haberlo presenciado en vivo fue lo insignificante que uno se siente dentro de un mar de gritos, voces y cánticos. Mención especial a Kevin Owens, Ryder y The New Day como los luchadores en activo más ovacionados y a Roman Reigns como el más abucheado de la noche por kilómetros.

¿Stone Cold? Punto y aparte en comparación, el más aplaudido de la noche entera, lástima que no le dieron ni la mitad del tiempo que a The Rock con el lanzallamas.

Al iniciar el evento estelar y hasta la cuenta de 3 de Reigns el 90% del estadio abucheaba cada movimiento del samoano. Después de la cuenta de 3 los abucheos fueron disminuyendo y no por agrado, sino que las caras a mi alrededor mostraban decepción por lo ocurrido. ¿En serio así terminaba WrestleMania? Hablo por miles cuando digo que el tema de Reigns sonando al final después de un evento estelar flojísimo fue algo deprimente.

Cabe destacar el trabajo del staff de WWE al tener una coordinación perfecta a la hora de colocar elementos como la caja de cereal en la entrada de New Day o el logo de The Rock, la limpieza indetectable de papel de colores en la entrada de Charlotte durante la lucha de mujeres y los billetes de Shane McMahon durante la celda infernal. Dato curioso, existen varias lonas colocadas y se van removiendo conforme se ensucian para que el ring siempre luzca limpio.

A pesar de haber presenciado un final anticlimático, asistir a WrestleMania fue una de las mejores decisiones que he tomado, sin duda recomiendo a cualquier fanático de la lucha libre en general asistir si tiene la oportunidad de hacerlo, no existe algo en el mundo igual.

Hace 10 años no me pasaba por la mente asistir a WrestleMania, ¿Dónde estaré en 10 años más? Gracias por leer».

En el siguiente vídeo, cortesía de Javier Carrillo pueden ver un poco de lo que él nos contó arriba.

 

Eso es todo amigos, nos vemos en una próxima entrega, sólo aquí en SÚPER LUCHAS.

LA LUCHA SIGUE...
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