Oscar Valdez triunfó en su sexta defensa titular ante Jason Sánchez.
Valdez puso en juego su cinturón de peso pluma de la Organización Mundial de Boxeo. Por segunda vez se subió con Eddie Reynoso en su esquina y ahora sí se notó más su influencia.
Sucede que, su estilo de golpeo al frente se cambió por uno de contragolpe. Sí, así como lo que hizo Canelo ante Jacobs.
Un cambio interesante y entendible para un Valdez que, de mantenerse como campeón, necesitará muchos trucos para cuidarse y no exponerse a una lesión como la que sufrió ante Scott Quigg.
Por eso se le vio un poco más cauteloso y con conteo de golpes menor comparado con otras peleas en que se le ha visto.
Sánchez, por su parte, estaba deseoso de darle la primera derrota a Valdez, por lo que buscó por todos los medios hacer que el campeón abriera la coraza que había creado con sus brazos y su pasos hacia atrás.
Pero Valdez estaba bien enfocado en lo que se subió a hacer, por lo que sólo hacía espacio cuando debía atacar.
El último round fue el más parecido a lo que hace Valdez casi siempre que se sube al ring, avanzando, con el ataque frontal para lucir él y exigirle a Sánchez para darle un bien cierre a la contienda.
Finalmente, Oscar Valdez triunfó por decisión unánime y se mantiene como un sólido campeón, en busca de nuevos retos para sus vitrinas.