El día de ayer, mientras WWE presentaba Raw en North Little Rock, Arkansas, el elenco de Smackdown llegaba a Jonesboro, en el mismo estado, para la grabación del día de hoy en esa ciudad.
Algunos gladiadores, como es su costumbre, buscaron algún gimnasio para cumplir con sus rutinas y estar listos para la función. Uno de ellos fue el Viper, Randy Orton, quién mientras entrenaba tuvo un incidente con un aficionado local.
De acuerdo a información del portal Neareport, el empresario local Anthony Martin, también se encontraba en el gimnasio mientras Orton entrenaba y al reconocerlo le solicitó una foto:
«Me acerqué a él solo y le dije: ‘¿Puedo obtener una foto tuya?’, Me dio un empujón y respondió: ‘Lo siento. No puedo oírte’, señalando sus auriculares. Y me alejé.»
Declaró el agredido. Quien no conforme con la respuesta se arriesgo y tomó está foto:
«Él me vio sacar la foto y se acercó a mí, se puso frente a mi cara y dijo: ‘¿Qué estás haciendo? ¡Dije que no quiero que me tomes jodidas fotos! ¿Eres un estúpido? Dije que no. Dijiste que no, ¿me oyes?»
Uno de los amigos de Martin que estaba entrenando con él vio de lejos el incidente y relató:
«(Orton) dijo: ‘No puedes, ¿me oyes?, hermano. Así que Anthony caminó de regreso y tomó una foto de todos modos y luego Randy se acercó a Anthony, agarró su mano y lo estaba menospreciando.»
Martin siguió con el relato:
«Aún en mi cara, le dije que no le estaba faltando el respeto: ‘Si quieres, puedo borrarlo.’ Él dijo, ‘Sí. ¡Elimínalo!’ Le dije: ‘Está bien, en serio, no hay falta de respeto’.
Al parecer Orton cambió su actitud al ver que los amigos de Martin estaban cerca y le dijo:
«Mantén la jodida foto. Disfruta de tu entrenamiento.»
Ya calmado, Martin termina su relato así:
«Simplemente pensé que era increíble que una superestrella de la WWE estuviera trabajando en el mismo gimnasio que yo. Él sobre reaccionó y podría haberse manejado a sí mismo de manera un poco más profesional. No es como si estuviera en el ring y tuviera que ser un tipo duro frente a miles de personas «.
Una anécdota que difícilmente olvidará el aficionado en cuestión. Quien en otras circunstancias hubiese podido recibir un RKO de película:
