Nueve razones por las que la «Ley Hijo del Perro Aguayo» es absurda

Como lo informamos hace un par de días, la Comisión de Deporte del Senado presentó la iniciativa de Ley en materia de protección a deportistas de combate, la cual es simplemente un circo mediático más, para “demostrar” que el poder legislativo “sí trabaja”. Y esta vez decidieron subirse a una noticia que aún resuena: la muerte del Hijo del Perro Aguayo.

De aprobarse la ley habría cambios en la manera en que se presentan los deportes de contacto:

  • Se crearía un código de ética para que deportistas y organismos garanticen la seguridad y buen desempeño del espectáculo.
  • Se crearía la Comisión Nacional para homogeneizar los organismos en todo el país.
  • Se crearía un sistema de récords.
  • Se otorgarían licencias deportivas anuales a nivel nacional.
  • Se homologarían las comisiones por cada estado en el país.
  • Se crearía un sistema antidopaje, además de un sistema de seguros médicos y de riesgos deportivos.

Si bien algunos puntos suenan interesantes, solamente el último es necesario en la lucha libre: El antidopaje (para evitar que los luchadores profesionales utilicen esteroides, drogas o suban en estado de ebriedad a los rings) y el seguro médico y de riesgos deportivos.

Por lo demás, lo que el Senado debería comenzar por ver son las diferencias que existen entre el box, la lucha libre y las artes marciales mixtas, los cuales son los tres principales deportes de contacto. Entonces sabrían que no es tan fácil poner las tres disciplinas en la misma balanza.

Ahora veremos por qué:

 

9- EL BOX ES INCREÍBLEMENTE MÁS PELIGROSO QUE LA LUCHA LIBRE Y LAS MMA

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Por nivel de peligrosidad, el box se lleva, por mucho, la delantera. En el siglo XX hubo más de 600 boxeadores muertos como consecuencia de su actividad. ¿Quién no recuerda aquella vez que Ultiminio Ramos mató a Davey Moore? Fue en 1963, y en el match televisado puede verse que la golpiza fue tremenda. El cubano dejaba caer con saña sus golpes sobre la cabeza de Moore. Y ése es el problema del box: los golpes a la cabeza.

Los guantes, a pesar de lo que muchos creen, no son para hacer los golpes más suaves, sino para proteger las manos. El peso del guante hace, de hecho, los golpes más letales. Un boxeador puede aporrear a su rival en la cabeza, cosa que no haría en el pugilismo antiguo, pues sin guantes se fracturaría la mano.

El boxeo tiene muchos seguidores, en ocasiones puede ser entretenido verlo, pero es demasiado peligroso. Un boxeador debe estar casi muerto para considerársele noqueado. Si sólo cae, por más mal que se vea, si el réferi decide aplicar la cuenta de protección, el rival puede ponerse de pie para recibir más castigo.

 

8- LAS ARTES MARCIALES MIXTAS SON UN DEPORTE SEGURO

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Las artes marciales mixtas (MMA, por sus siglas en inglés) son menos peligrosas porque es un deporte moderno cuyas reglas continúan escribiéndose. Sin cuenta de protección, es más fácil llegar a un nocaut sin tanto golpeo inmisericorde. Los guantes son más livianos y los puñetazos a la cabeza son menos. Tienen todo el cuerpo para atacar.

Si Lupe Pintor se hubiera enfrentado a Johnny Owen en MMA, no lo hubiera matado. Omar Chávez no hubiera matado a Marco Antonio Nazaret en 2009 si su combate hubiera sido en MMA.

Pero en México, las MMA sí necesitan un organismo regulador que comprenda bien la naturaleza del deporte y se ciña siempre al Reglamento Unificado iniciado por UFC. No puede ser cualquier comisión ni mucho menos la Conade.

¿Y por qué el hipotético organismo debe comprender a fondo las MMA? Un ejemplo: En Australia, las MMA están permitidas, pero deben practicarse en ring, no en jaula, porque la jaula “hace las peleas más violentas y peligrosas”, y eso es una gran mentira: La jaula protege la integridad física de los peleadores, que no deben preocuparse por caer fuera del ring y lastimarse.

En más de veinte años de UFC, nunca ha habido un peleador muerto como consecuencia de una pelea. En las MMA modernas, sólo un par de peleadores han fallecido tras competencias de nivel amateur, es decir, sin que se les haya hecho el minucioso examen médico que demandan las Comisiones Atléticas.

Las MMA son más aparatosas que el box y menos espectaculares que la lucha libre, pero más seguras que ambas disciplinas.

 

7- LAS COMISIONES DE BOX MEXICANAS NO SIRVEN

idh.com.mx
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Ya que hablamos de las muertes en el box, es importante hacer notar muchas de esas muertes están relacionadas con las comisiones. El 15 de octubre de 2008, Daniel Aguillón fue noqueado por Alejandro Sanabria. Después de estar cinco días en coma, Aguillón falleció.

Se sabe que Aguillón no estaba en condiciones de pelear, pero el famoso doctor Francisco Daza le otorgó la salida médica avalada por la Comisión de Box y Lucha del Estado de México, la cual, por alguna razón, fue admitida por la Comisión de Box del Distrito Federal, que fue la que sancionó esa pelea celebrada en la Ciudad de México.

Hasta donde sé, el doctor Daza es veterinario. En la función X-LAW Genesis, en 2001, cosió las heridas de Damián 666 con hilo para caballos, y por eso le quedaron esas cicatrices tan voluminosas.

En su momento, el doctor Esteban Martos, de la Comisión de Box del Distrito Federal, denunció que en la Comisión mexiquense, las salidas médicas se venden. Y en sólo 500 pesos.

Pero la misma Comisión del DF las ha aceptado. Y ha aceptado que los promotores “inflen” a sus estrellas enfrentándolos a boxeadores de menor experiencia, que invariablemente van a ser noqueados. Claro que, con rivales a modo, esos “estrellas” ven el mundo color de rosa y no se dan cuenta de que apestan, hasta que son hechos polvo cuando los ponen ante pugilistas de calidad. ¿O no es así, Canelo Álvarez?

 

6- LAS COMISIONES DE LUCHA SON INNECESARIAS

Comision lucha libre / noventaminutos.mx
Comision lucha libre / noventaminutos.mx

¿De quién fue la idea de que las comisiones de boxeo regularan la lucha libre? Del periodista Alejandro Aguilar Reyes “Fray Nano”, uno de los hombres más ilustres del deporte en México. ¿Cuál era el objetivo? Legitimizar a la lucha libre como deporte.

De hecho, Fray Nano inició la Comisión de Box, como lo escribí en SÚPER LUCHAS #484:

“En 1923, el comité arrancó sus actividades con el nombre de Comisión de Boxeo de México, siendo Guillermo de Gress su primer presidente. Sin embargo, de inmediato notó Fray Nano que la Comisión significaba una entelequia. La corrupción ya formaba desde entonces parte de nuestra cultura, así que los promotores podían tener de su lado a los comisionados y seguir actuando como siempre. Sólo dos semanas duró Fray Nano en el organismo antes de renunciar”.

Años después, Fray Nano sugirió a un empresario que quería hacer box que mejor hiciera lucha libre. El empresario era Salvador Lutteroth, y para organizar lucha libre contó con la ayuda de Francisco Ahumada en la promoción y Mike Corona en las contrataciones.

De SÚPER LUCHAS #485:

“Para darle credibilidad al deporte y para frenar las críticas sobre los encuentros arreglados, (Fray Nano) sugirió (a Lutteroth) que la Comisión de Box sancionara también a la lucha, renombrándola Comisión de Box y Lucha”.

Es decir, el objetivo de que la lucha libre fuera regulada por una comisión era para que dejaran de decir que era pura farsa. Lo cual nos lleva al siguiente punto:

 

5- UNA COMISIÓN NACIONAL DE LUCHA LIBRE ES ALGO ABSURDAMENTE RIDÍCULO

Getty
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Los senadores no entienden de lucha libre, y no esperamos que entiendan, pero sería enriquecedor que investigaran un poco. Vince McMahon logró quitarse el yugo de las Comisiones Atléticas en Estados Unidos admitiendo el verdadero carácter del espectáculo luchístico, y aquí en México las empresas no se han atrevido a hacer lo mismo por miedo a que el negocio caiga, pero en estos tiempos de internet es imposible ocultar hechos que hasta hace algunos años podían mantenerse en secreto.

En 1998 publiqué en SÚPER LUCHAS que Villano IV había luchado sin máscara en WCW como Ray Mendoza Jr., y de inmediato la villaniza fue a desmentir el hecho, asegurando en entrevista que eso había sucedido en una lucha de prueba, sin público. Y juraría que hasta la fecha niegan que eso pasó, aún frente a los videos de YouTube de esos combates.

Y está bien que los luchadores defiendan su modus vivendi, pero lo de las comisiones es algo que debería quedar en el pasado, porque realmente su labor es nula. Autorizan programas y cobran por ello. Expiden licencias a luchadores no preparados y cobran por ello. Hacen valer reglas ridículas, como aquella de no reenmascararse después de un lustro (Súper Astro, con máscara, tuvo que luchar como Aerolito en el DF hace algunos años).

Las comisiones, más que regular, frenan los alcances de un espectáculo cuya responsabilidad, de cualquier forma, recae en el promotor. Y la verdad es que las licencias de promotor las debería expedir una organización distinta, quizá una unión de promotores que verifique que el nuevo promotor tenga tanto los conocimientos sobre el negocio como el respaldo económico para organizar funciones.

Una comisión a nivel nacional lo único que haría sería expandir enormemente el nivel de corrupción que ya existe, y no cambiará mucho lo ya establecido. Y los únicos dos luchadores presentes en el Senado ese día, seguramente quieren ser los dirigentes de dicha Comisión.

 

4- EL PRETEXTO DE LA MUERTE DEL HIJO DEL PERRO AGUAYO ES PUERILHijo-del-Perro-Aguayo

“Después de ahogado el niño, a tapar el pozo”, reza el refrán, el cual fue bien empleado por Carlos Acosta en la nota sobre la iniciativa. Y eso es siempre lo que ocurre en México: Tiene que suceder una tragedia para que el gobierno actúe. No bastan las miles de denuncias hacia Gas Express Nieto, incluyendo una demanda de la Profeco. No —Tenía que ser destruido un hospital para que actuaran. Esa mentalidad retrógrada nos ha hecho avanzar sólo cuando algo malo sucede.

Pero de cualquier forma, ¿qué tiene que ver el Hijo del Perro Aguayo? Aunque en su momento medio mundo acusaba a Rey Mysterio, creo que ha quedado muy claro que la causa de su muerte fue una acumulación de lesiones. En Estados Unidos, Stone Cold Steve Austin y Edge se retiraron porque los médicos les dijeron que hasta una simple caída podría hacer que sus vértebras del cuello se separaran, cortando la comunicación entre cabeza y resto del cuerpo, y muriendo en pocos minutos. En México sucedió algo similar con el Hijo del Santo. ¿Entonces por qué no sólo hacer labor de concientización entre luchadores y promotores? ¿Qué tienen que ver las Comisiones? ¿Acaso el Senado piensa que todas las semanas mueren luchadores?

 

3- QUIENES DEBEN CAMBIAR SON LOS INTEGRANTES DEL MEDIO LUCHÍSTICO

Alejandro Islas
Alejandro Islas

Y deben cambiar NO por la muerte del Hijo del Perro Aguayo, sino por las posibles muertes en potencia que podrían ser causadas por el estilo de lucha mexicano. Ya en la revista SÚPER LUCHAS, Stephen Sims dedicó varios artículos a los peligros de las conmociones cerebrales, y cómo las investigaciones de años recientes que se han hecho con el apoyo de la NFL han llevado a la WWE a prohibir los sillazos en la cabeza. En la mayoría de las empresas de Estados Unidos han hecho lo mismo: No más sillazos a la cabeza. Pero en México sigue llevándose a cabo esa peligrosa práctica.

Los promotores y luchadores deben ver a futuro, pero no necesitan que los regulen en el presente, pues algo cierto es que cada promotor organiza eventos por amor al arte, y cada luchador hace lo propio. Y en el ring, los luchadores no suben con la intención de matarse entre ellos. Saben hacer su trabajo de forma segura, y eso distingue a la lucha libre profesional del boxeo, pero no de las artes marciales mixtas, donde rara vez se ve odio y saña y sí mucho deportivismo.

¿La lucha libre puede autorregularse? Sí, porque así lo ha hecho en Japón, donde no hay comisiones; así lo ha logrado WWE; así ha sido en México por años, pues la comisión suele ser sólo comparsa. Lo que sí es necesario es profesionalizar a los promotores, pues en la actualidad han surgido jovencitos que organizan funciones sin más visión que su propio ego y billetera. Y un promotor no profesional no sabe identificar a un luchador sin preparación. Y ese luchador sin preparación es el que seguramente saldrá lastimado, como lo hemos visto incontables veces en los últimos años.

 

2- Y TAMBIÉN DEBEN CAMBIAR LOS AFICIONADOS

Flickr
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En los ochentas, el promotor tijuanense Benjamín Mora Jr. le compró a Valente Pérez la revista Lucha Libre, y desde un inició la utilizó para defender sus intereses. Si un luchador no quería trabajar para él al precio que le ofrecía, buscaba destruirlo. Funcionaba más si antes había usado otro personaje. Así, reveló la otra identidad de The Killer, destapó a Carlos Plata, al Pandita, a quien fuera. Y utilizó la palabra fraude. “Esto es un fraude y es una lástima que los promotores y las comisiones se presten a eso, bla, bla, bla”.

Y ese legado prevalece: Aún ahora hay aficionados que se creen esa patraña de los fraudes, y “denuncian” que tal o cual luchador ya perdió la máscara y ahora usa otra. Pero quien sea lector de las colaboraciones de Teddy Baños sabrá que, desde que la lucha es lucha, siempre ha habido luchadores que se cambian de personaje, que se reenmascaran, que pierden varias veces la máscara, etcétera. ¿Y es un fraude?

No lo es. Porque ésa es la naturaleza del negocio.

Fraude es cuando el farsante Javier Amor programa al Hijo del Santo, y al inicio de la función anuncia que éste tuvo un accidente, pero que “mandó en su lugar a Axel, el Nieto del Santo”. Y encima hace una colecta entre los aficionados para ayudar al Hijo del Santo. ¡Eso sí es un fraude! ¡Digno de acciones legales!

Pero si Axel antes luchaba sin máscara como Axel y luego quiso usar una máscara similar a la de Santo, eso no es fraude.

La lucha libre no es una liga deportiva, sino un espectáculo deportivo. Los luchadores necesitan reinventarse varias veces durante sus carreras para seguir obteniendo trabajo. Así ha sido y así será siempre.

Y así hay que asumirlo. La lucha libre es un espectáculo y no debe ser regulado por comisiones deportivas más que para checar el estado de salud de los participantes.

 

1- MÉXICO NECESITA TRES ORGANISMOS DIFERENTESOrganizacion

Y todo lo anterior nos lleva a nuestro punto final: Lo mejor es desaparecer a las Comisiones de Box y Lucha Libre y empezar de ceros con tres organismos diferentes. Es decir:

  • Comisiones Deportivas estatales con un grueso presupuesto para llevar a cabo exámenes físicos en box, lucha libre y MMA y evitar corruptelas. Más allá de los exámenes físicos, dicha comisión sólo tendría injerencia en el box.
  • Un organismo encargado de regular las Artes Marciales Mixtas antes de que haya muertos en el naciente circuito amateur. Trabajaría en conjunto con las Comisiones Deportivas.
  • Una unión de promotores regulada de manera gubernamental –para evitar que se vuelva un club elitista—la cual dará y revocará licencias de promotor. Trabajaría en conjunto con las Comisiones Deportivas. Por lo demás, la lucha libre estaría autorregulada.

 

Y ya. Hacer todo eso de manera inteligente y tratar (aunque en este país sea casi imposible) que la corrupción no sea la que lleve la batuta.

LA LUCHA SIGUE...
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