No cabe duda de que el número de luchadoras se ha acrecentado con los años. Por eso, cuando Natalya comenzó a entrenar lucha libre no tenía demasiadas compañeras con las que compartir encordados.
Esto es lo que ha revelado durante una reciente entrevista en The Sun, en la que habló sobre sus tiempos como alumna en el Hart Dungeon, el gimnasio fundado por Stu Hart, en los que compartió mucho tiempo entrenando con Harry Smith.
«Sólo había otra chica y unos 25 hombres que entraban y salían a través de los años. Así que en su mayoría solo tenía hombres con los que entrenar. Nunca me trataron de forma diferente. Estoy agradecida porque nunca me concedieron nada, porque eso me hizo más fuerte. Entrenar con hombres me hizo más dura.
«Harry mide casi dos metros y fue uno de mis primeros compañeros de entrenamiento. ¡Era como un chihuahua luchando contra un gran danés! Cuando miro hacia atrás, eso me hizo darme cuenta de que no hay nada que no pueda conseguir en WWE«.
La veterana luchadora también habló sobre la tradición de su familia en la lucha libre.
«He estado rodeada de luchadores toda mi vida con mi padre y mis tíos. Mi abuelo tenía un ring en el patio y el Hart Dungeon en el sótano. No había un día en mi vida en el que no hablara o no pensara en la lucha libre, o en que no me metiera en el ring. No había nada más que soñara hacer en mi vida».
Y también sobre cómo fue protegida por su padre, Jim Neidhart, desde sus inicios.
«Fue muy protector. Tengo dos hermanas y él nos quería en el ring. Pero vino de una época diferente y no quería que nos hiciéramos daño. Las mujeres comenzaron a ser dominantes en WWE con Trish Stratus y Lita. Desde que mi padre me vio en mi primera lucha, es mi mayor fan«.
Un Grande Anvil Neidhart 😉
Un Grande Anvil Neidhart 😉