1933: La primera función de la Empresa Mexicana de Lucha Libre

En el lejano 1933, en México era presidente Abelardo L. Rodíguez, y Lázaro Cárdenas dejaba el cargo de secretario de Guerra y Marina a fin de iniciar su precampaña para sucederlo. En ese turbulento año terminaba el primer bienio de la Segunda República Española, Adolf Hitler era nombrado canciller en Alemania y Franklin D. Roosevelt asumía la presidencia de los Estados Unidos.

En el lejano 1933, Salvador Lutteroth, nacido en Colotlán, Jalisco, el 21 de marzo de 1897, pensaba en organizar funciones de boxeo. Lutteroth había participando en la Revolución Mexicana como capitán primero al mando del coronel Lorenzo Muñoz Merino en las fuerzas de Álvaro Obregón.

Salvador Lutteroth
Salvador Lutteroth en 1927.

Tras la revolución comenzó a trabajar en la secretaría de Hacienda como inspector de la pagaduría del ejército mexicano, pero el cambio de régimen (Plutarco Elías Calles por Obregón) lo dejó sin empleo, así que tuvo que buscar otros medios de subsistencia. Primero, una mueblería; después, como ya lo dijimos, funciones de boxeo. Pero el director del diario La Afición, Alejandro Aguilar Reyes Fray Nano, le dio otra idea:

“De esta casa salió la idea de que en lugar de dar en esa arena boxeo, que ya tenemos varias arenas, se utilizara para la lucha, lo cual tendría la triple virtud de evitar una competencia que sería ruinosa para todos (como se ha visto en otras ocasiones), dar a conocer y desarrollar un deporte que no se cultiva entre nosotros, y, por último, esto es quizás lo más importante, abrir las puertas de la patria a los luchadores mexicanos, que, como antaño los boxeadores, pasan las de Caín en el país del norte. Si son malos porque pretextando tal cosa no les dan encuentros, y si son buenos como el Yaqui Joe, (Charro) Aguayo y algunos otros, porque les duele que derroten a los americanos.

“Por fortuna, Lutteroth escuchó nuestras indicaciones y buscó un socio que conociera de eso, Pancho Ahumada, hermano del popular Chumino, gran atleta de tiempos pasados, y ya ambos de acuerdo decidieron traer de El Paso, Texas, a Miguel Corona, joven mexicano al que las leyes del Estado de Texas sobre boxeo y lucha lo dejaron a media calle, pues se requiere ser americano para ser promotor o matchmaker.

“Llegó Corona y su primer programa será presentado esta noche. Desde luego trajo de El Paso al indio sonorense José Francisco, cuyo nombre de guerra es Yaqui Joe, y una vez aquí, se dedicó a buscarle contrario. No le fue difícil porque Corona está perfectamente relacionado, y al fin se decidió por Bobby Sampson, californiano que está catalogado como el tercero de su peso en el mundo.

“(…) Entiendo que además van a poner como preliminares dos luchas de aficionados residentes aquí, quienes mucho podrán aprender de ver lo que hacen los buenos luchadores como los que presenta Corona. Ojalá que la lucha sea aquí un éxito, como lo ha sido en Estados Unidos, que con ello tendremos un deporte más y los mexicanos ya tendrán donde refugiarse cuando los maltraten en el país del norte.

“De prender aquí la lucha, como creo que prenderá, pronto, muy pronto, como ha sucedido en el boxeo, los americanos rogarán que vayan a producirles dinero al país del dólar, así como ruegan que Casanovita, Kid Azteca y Villa vayan a Los Ángeles, porque sólo con ellos se gana dinero.

“El espectáculo empezará a las ocho y cuarto, y ahí nos veremos”.

La Afición, crónica de Fray Nano: “Da principio hoy la temporada de lucha”, 21 de septiembre de 1933, p. 2.

► Una nueva etapa para la lucha libre en México

En el lejano 1933, la lucha libre llevaba practicándose en México casi 90 años. Antes de Lutteroth, había lucha en lugares grandes de la capital, como plazas de toros y teatros de gran capacidad. La lucha libre no se «implantó oficialmente», como suele decirse, en 1933. Se implantan leyes y normas; bajo el mismo concepto, se erigen ciudades y se develan monumentos.

Incluso La Afición (fundada en diciembre de 1930) cubrió lucha desde sus inicios. Su primera cobertura fue el jueves 8 de enero de 1931. Días antes, el promotor Carlos Lavergne y el matchmaker Jimmy Fitten iniciaron una temporada en la Arena Nacional. Esa empresa organizó un torneo de altísimo nivel. Mario Fernández Don Facundo fue quien escribió la crónica de la función inaugural:

“La serie de lucha libre que se ha iniciado el sábado por la noche en la Arena Nacional, a cargo de los más destacados luchadores del Madison Square Garden, de Nueva York, recién llegados a esta capital, es el espectáculo deportivo más emocionante y atrayente de la temporada actual. No hay deporte que se le pueda igualar a éste en interés y en la frecuente emoción de sus bellos lances”.

La Afición, 8 de enero de 1931.
La Afición, 8 de enero de 1931.

Los gladiadores que participaron fueron Jack Russell (Estados Unidos), Carlos Henríquez (España), Sansón Tagliarini (Italia), Clavio Massimo (Italia), Jean Brucet (Francia), Otto Korte (Alemania), Arpad Szücs (Hungría), Dmitri Demetroff (Rusia) y Misha Yamka (Ucrania).

El hablar de la lucha como algo novedoso y nunca antes visto, fue idea de Fray Nano, que pronto sería socio de Lutteroth.

► Así fue la primera función de la EMLL en 1933

Pero volvamos a 1933. La reseña de Fray Nano, publicada en La Afición un par de días después del evento, dice:

“El jueves por la noche, en la antigua Arena Modelo (que ahora lleva el nombre de México), Lutteroth, Ahumada y Miguel Corona, el triunvirato que se ha echado a cuestas la introducción de este deporte en nuestra República, iniciaron con éxito el negocio.

«La concurrencia, sin ser muy numerosa fue lo suficientemente grande para animar a los empresarios a seguir adelante. Todos los concurrentes salieron complacidísimos del par de luchas que vimos, sobre todo de aquella en que tomó parte nuestro paisano Yaqui Joe, primer luchador mexicano, dentro de la modalidad de lucha libre, que vemos en esta capital. Aunque sólo fuera por la ideología que ha habido en Lutteroth (que aunque de nombre extranjero, es más mexicano que el chile pasilla), Ahumada y Corona, de abrir las puertas de su patria a los luchadores mexicanos, esta temporada de lucha libre que se inicia, merece todo el apoyo de los deportistas.

«La concurrencia fue poca teniendo en cuenta la categoría de los luchadores: pero fue mucha si reparamos en que es un espectáculo exótico entre nosotros, y al cual pocos entienden. (…)

«Cuando (Yaqui Joe) perdió la primera caída de su match con Bobby Sampson, que está catalogado como el segundo de su peso en el mundo, temblamos (nada más faltaba que fuera a perder en su presentación aquí, con un hombre al que dos veces antes había derrotado en El Paso) (…), Corona aconsejó a Yaqui en el vestidor que se sirviera de lo que tiene: las piernas. Y en el segundo episodio vimos al mexicano utilizar bien poco las manos.

«Sampson se puso a la defensiva. Corría por el tablado para evitar que lo cogieran las tenazas. Y a los 14 minutos de luchar, Sampson se dejó ir contra las cuerdas para iniciar un ataque. Joe, en lugar de ponerse a la defensiva, rápido brincó y enganchó en forma impecable al yanqui cuando éste salía rebotado de las cuerdas, cogiéndolo fuera de equilibrio. Lo enganchó con sus piernas a la cintura, el clásico flying body scissors, tijeras volantes al cuerpo. Y aprovechando que estaba fuera de equilibrio, le fue fácil tirarlo y ponerle la espalda en la lona. (…)

«El último episodio duró 9 minutos, 15 segundos. También fue totalmente dominado por Yaqui Joe, utilizando sus piernas y no sus brazos en la mayor parte del tiempo. Al fin logró coger a Sampson con una llave que en inglés se llama legs split rocking chair, o sea abrir las piernas en mecedora. Consiste en enlazar una pierna a la del adversario y con las manos la otra pierna y jalar, jalar hasta que el otro se rinda.

«En el suelo no se rendía Sampson. No se podía separar; pero no se daba, y entonces, utilizando Joe ese gran poder de piernas, se levantó llevando enlazado a Sampson y ahí, aprovechando su mayor estatura, y haciendo fuerza con su propio peso, obligó a Sampson a darse. Sampson se quejaba de enormes dolores en la entrepierna y necesitó la atención del Dr. Bracamontes para reponerse. Yaqui Joe bajó del ring en medio de una gran ovación. ¡México al fin tiene un gran luchador!”.

La Afición, crónica de Fray Nano: “Gran Luchador es Yaqui Joe”, 23 de septiembre de 1933, pp. 1 y 2.

► La crónica de El Nacional

Lucha Libre Arena Mexico 1933

Raúl Talán escribió una reseña más extensa en El Nacional, donde incluso nos habla de las luchas preliminares:

«La temporada de luchas ha empezado en México. El público se mostró un tanto frío y no hubo una gran concurrencia en la Arena México, aunque sí mucho mayor de la que se esperaban los que están en antecedentes de la serie de chanchullos y timos a que nos acostumbraron anteriores empresas.

«En pocas palabras puede decirse que el espectáculo que vimos anoche SÍ es honrado y es en verdad emocionante. Hubo momentos en que el público rugió de entusiasmo y varias damas lanzaban agudos gritos al ver las formidables exhibiciones que ahí se vieron.

«LOS PRELIMINARES: El que esto escribe llegó cuando había principiado la lucha semifinal. Un buen amigo me contó que los preliminares habían estado a cargo de varios estudiantes.

«En la primera lucha, Torres Fernández, más bien conocido por ‘Flamarión’, venció a Pavía. Y en la segunda, Antonio Rubio venció a Jesús Castillo. La lucha fue bastante reñida y emocionante. Cálidos aplausos escucharon ambos luchadores.

«Sin embargo, se notó una diferencia enorme entre la lucha presentada por los buenos estudiantes a la gran exhibición que momentos después nos daban los luchadores profesionales.

«UN LUCHADOR CHINO: El primero en subir fue León Tin Kit Achiu, a quien apodan el ‘Rey del tope’. pues es una verdadera notabilidad en esa artimañana.

«Luego subió Cyclone Mackey, luchador irlandés que fue recibido cariñosamente, pues tiene una cara de buenos amigos.

«Achiu es un buen luchador, y a la vez excelente cómico. Varias veces divirtió al público al proferir exclamaciones y ‘ayes’ de dolor cuando recibía alguna llave. En cambio Cyclone es un hombre serio y que sabe ‘caer’ bien.

«Poco a poco el público se fue dividiendo en dos grandes bandos, y aplaudía a rabiar cuando el chino ponía una buena ‘llave’ y silbaban al irlandés cuando cometía alguna falta.

«Casi todo el tiempo transcurrido antes de la primera ‘caída’ la dominó Cyclone usando de preferencia el ‘Rocking chair split’, que traducido a nuestro idioma viene a ser algo así como ‘mecedora con las piernas’. Los lectores se darán una idea imaginándose a uno de los luchadores que, usando ambas piernas y brazos, logra entrampar a su contrario de tal manera que aquel queda con las piernas separadas y sin poder mover los brazos. Es una posición un tanto ridícula, y más todavía cuando el ganancioso empieza a mecer a su contrincante y a hacerle golpear el suelo con esa parte tan grosera que llamaremos ‘el final de la espalda’.

Lucha Libre Arena Mexico 1933
Lucha Arena Mexico 1933 01

«LA ACTITUD EL PUBLICO: Debo hacer constar que el público estuvo sumamente cortés con los luchadores americanos y que otorgó su aplauso al que se lo merecía.

«En varias ocasiones algunos protestaban contra algo que ellos pensaban que era exagerado, pero yo debo hacer notar que, efectivamente, la lucha tiene algo de teatral, y que muchas de esas cosas que parecen farsas, son en verdad indispensables. Es más, ayer no vimos ni la mitad de las ‘payasadas’ que se ven en los rings de los Estados Unidos.

«Bien, sigamos con la lucha: la primera caída la ganó el chino a base de ‘topes’ en el cuerpo del irlandés. Terminó en 35 minutos y 50 segundos.

«La segunda caída la ganó también el chino después de dominar completamente al irlandés, quien aparentemente se veía muy lastimado de una costilla a causa de los formidables topes del oriental, que no en balde es apodado como ‘Rey’ para esos menesteres.

«Como dato curioso, apuntaré que entre el público pude ver a varias caras de chinos, y que el bueno de Tin-Kit Achiu me contestó gentilmente cuando con mucha corrección le dije un ‘jo no va, pan con la’, que significa ‘cómo le va, amigo’.

«LA LUCHA ESTELAR: El primero en subir fue el ‘Yaqui Joe’, que es presentado como único mexicano campeón del mundo. Traía una primorosa bata hecha con sarapes del Saltillo y que indica muy a las claras que es un gran nacionalista.

«Después nos presentaron a Bobby Sampson como campeón de la Marina americana. Fue recibido con bastantes aplausos. Subieron los buenos amigos fotógrafos y encendieron sus magnesios. Había varias damitas, y todas ellas admiraban la fortaleza de los atletas.

Yaqui Joe vs. Bobby Sampson en la primera función de la EMLL (21 de septiembre de 1933).
Yaqui Joe vs. Bobby Sampson en la primera función de la EMLL (21 de septiembre de 1933).

«Entre el público vimos muchas caras conocidas. Casi todos aficionados al box. La arena lucía una magnífica iluminación y el ring nuevecito recibió alabanzas de todos los luchadores. Bueno, que no se podía pedir más, vaya, hasta una banda de música animaba los intermedios con sus alegres notas.

«CONOCIMOS A OTRO CAMPEÓN: Antes de principiar la contienda nos presentaron a Abe Coleman, luchador muy famoso en Estados Unidos, que fue campeón aficionado del mundo y que ahora trata de ganarse la corona de los ‘pesados’ enfrentándose a Jim Londos.

«Fueron los luchadores al centro del ring y entonces pudimos presenciar un detalle sencillamente ridículo: el ‘referi’ ni siquiera sabía las reglas y el ‘Yaqui’ tuvo que servir de intérprete y aclarar algunas dudas. ¡Mucho cuidado, señor Empresario!

«Empezó el encuentro y comenzó a oírse un gran murmullo de curiosidad. El Yaqui es sencillamente una maravilla y daba gusto verle la facilidad con que se quitaba y ponía infinidad de ‘llaves’ que se iban sucediendo con una velocidad fantástica.

«Su contrario, Sampson, sin ser tan bueno como Joe, dio una magnifica exhibición, y sobre todo mostró una gran dosis de inteligencia.

«LAS PIERNAS DEL YAQUI: Lo que más maravilló a la concurrencia fue la fuerza increíble que tiene el ‘Yaqui’ en las piernas y lo estupendamente que las tiene educadas. Más que piernas parecen manos. Coge materialmente con ellas ya sea un brazo, la cabeza u otra pierna más del contrario. Hubo veces que todos creímos que el mexicano estaba perdido y gracias a su destreza de piernas, salió avante.

«Decir punto por punto cómo fue sucediéndose la lucha es una enorme tarea; ni alcanzaría el papel. Todo el tiempo transcurrido antes de la primera caída lo dominó el ‘Yaqui’, pero, de repente y sin saber exactamente en qué forma, vimos al gran campeón en el suelo, cogido por dos tenazas y por medio de una llave ‘doble Nelson’ que lo imposibilitó para moverse.

«El público, impresionado, silencioso, no se daba aún cuenta de aquello y no terminaba de creer que el americano había salido victorioso. Es más, el mismo réferi no dio el triunfo inmediatamente, sino que volvía la cara hacia todos lados tratando de ‘inspirarse’.

«El mexicano duró con las espaldas en el suelo no menos de seis segundos, y el tiempo que duró el ‘primer round’ fue de 24 minutos y 25 segundos.

«SAMPSON ES UN GRAN LUCHADOR: Después de escuchar la alegre música por espacio de diez minutos, que es lo que dura el descanso entre una caída y otra, volvimos a ver a los dos atletas que subían nuevamente al entarimado.

«Todos esperábamos que el Yaqui hiciera ‘papilla’ al americano; pero pasamos de una sorpresa a la otra cuando vimos que el de la ofensiva y el dominador era Sampson.

«Hubo veces que vimos al ‘Yaqui’ sencillamente loco con aquella serie interminable de llaves que iba aplicándole el americano. Se libraba de una y era sólo para caer en otra más, y así sucesivamente.

«Por fin, parece que el americano se cansó y entonces vimos una exhibición estupenda del poder de las piernas del ‘Yaqui’. Sampson trató de darle de ‘topes’ y logró dos; pero al tercero el mexicano se dejó ir hacia atrás, y apoyándose en las caderas, recibió con las piernas a Sampson y lo mandó como una catapulta fuera del ring.

«El americano providencialmente se cogió de las cuerdas, que si no, seguramente lastima a algún espectador. Ese momento fue emocionante en alto grado y todos respiramos cuando vimos al marino que volvía al centro del ring moviendo la cabeza como un desesperado.

«Después comenzó Sampson a dejarse ir contra las cuerdas, y aprovechando el impulso de ellas se lanzaba como pelota contra el ‘Yaqui’. Éste, con mucha inteligencia, lo esperó en una ocasión, y cuando aquel estaba contra las cuerdas, brincó ágilmente, y con prodigiosa rapidez lo enlazó del vientre con las piernas y le azotó contra el piso. Ahí, más rápidamente aún y cogiéndole de ambos brazos, lo imposibilitó y pudo ponerle las espaldas por el término reglamentario. Una ovación cálida, espontánea y que ha de haber oído la Empresa con mucho gusto, premió la inteligente labor del mexicano. Este segundo ‘round’ duró 14 minutos exactos.

Yaqui Joe vs. Bobby Sampson en la primera función de la EMLL (21 de septiembre de 1933).
Yaqui Joe vs. Bobby Sampson en la primera función de la EMLL (21 de septiembre de 1933).

«SAMPSON SE RINDE ANTE EL MAESTRO: Volvimos a descansar por diez minutos que volaron materialmente oyendo los comentarios del público. En general estaba satisfecho. Alguno de esos que se creen muy vivos y que nunca han visto una lucha, decía que estaba aquello un tanto ‘sospechoso’. Afortunadamente, la inmensa mayoría opinó de otra manera, y ahora es un hecho que habrá temporada.

«Vino el tercer tiempo. El público estaba impaciente. Nadie se aburría, era todo un espectáculo. Avanzaron los dos colosos y comenzaron a moverse lentamente alrededor del otro. Varias veces logró Sampson agarrar al ‘Yaqui’ y hubo momentos en que creímos que perdería nuestro gran campeón, pero el ‘Joe’ es un resbaladizo que pronto se escurría como anguila y volvía a quedar erguido en el centro del ring esperando a su oponente.

«De pronto, y sin que nadie se percatara, rodó el ‘Yaqui’, que tenía ambas piernas sujetadas, una con un pie de Sampson y la otra con la mano del mismo. Alguien dijo: ‘machetazo al caballo de espadas, mire usted que inutilizarle las piernas…’

«El mexicano comenzó a hacer gestos de dolor. Hubo momentos en que creímos que se rendiría, pues se apreciaba en verdad el dolor le producía el marino al ‘abrirle’ las piernas. Por fin el ‘Yaqui’, usando de las mismas piernas, logró zafarse de aquellas tenazas, y a su vez aplicó otra llave.

«Enroscó las piernas formando un ‘Rocking chair split’, o sea la ‘mecedora’ que ya conocemos, y comenzó a atormentar al americano. Éste principió por hacer muecas y terminó dando gritos. El réferi no hallaba qué hacer y por fin se decidió a preguntarle en español si se rendía. El americano asintió con la cabeza adivinando lo que se le preguntaba, y sólo así pudo salir de aquel tormento.

«Una gran ovación premió al ‘Yaqui’.

«EL PÚBLICO CONTENTO: Los concurrentes principiaron a abandonar el local y oímos comentarios muy buenos. Todos salieron satisfechos y puede decirse que por primera vez desde que hay luchas en México vimos algo de verdad. Ojalá y sigan por ese camino.

«Tengo algunas sugestiones que hacer a la Empresa:

«En primer lugar, que haya un réferi competente.

«En segundo lugar, que enseñen a los luchadores a contar en español, pues es muy chocante oir al anunciador contar en inglés y en español. ¿En qué país estamos?

«Tercero, que anuncien más ese espectáculo. Yo podría contratar a Primo Carnera y a Sharkey para que pelearan en mi casa, sin decirle a nadie del asunto… ¡y tengan ustedes la seguridad que no iría ni siquiera la portera!»

El Nacional, crónica de Raúl Talán: «Yaqui Joe derrotó a Sampson», 22 de septiembre de 1933, pp. 5 y 6.

► Siguientes pasos, crisis y consolidación

Fray Nano
Fray Nano.

Cuando Lutteroth, Aumada y Corona iniciaron su aventura, en un principio querían rentar la Arena Nacional, pero se las negaron. No es de extrañarse que los dueños no aceptaran la propuesta, pues su idea era aparentemente débil al contar con luchadores de poco prestigio, así que los jóvenes emprendedores reacondicionaron la Arena Modelo para iniciar sus funciones.

Debió haber sido frustrante que los dueños de la Nacional, al ver que su proyecto estaba funcionando, prácticamente obligaran a Lutteroth y compañía a asociarse con ellos, o de lo contrario le quitarían a sus luchadores.

A partir de octubre de 1933, Lutteroth, Ahumada y Corona tuvieron que compartir su elenco para que la Nacional presentara lucha los jueves, mientras ellos seguían los domingos en la Modelo (renombrada Arena México).

Como la Empresa Mexicana de Lucha Libre iba en picada, Miguel Corona se independizó y en diciembre de 1933 comenzó a promover sus propias funciones en el Teatro Esperanza Iris,  llevándose al principal taquillero: Yaqui Joe. Sin embargo, a Corona tampoco le iba bien, y aunque se hicieron funciones interpromocionales, la verdad es que las tres empresas estaban al borde del colapso debido a los gastos excesivos generados por el elenco venido de Texas y el norte del país.

Fray Nano nuevamente acudió al rescate. Si Lutteroth seguía atado al costoso talento importado y al convenio con la Arena Nacional, no podría sobrevivir, así que era menester formar luchadores mexicanos en cosa de semanas. La recomendación del dueño de La Afición fue que el profesor Gonzalo Avendaño, experto no sólo en lucha, sino también en judo y defensa personal, se encargara de entrenar a un elenco de luchadores mexicanos.

Avendaño se puso a trabajar a marchas forzadas, logrando una camada de jóvenes atletas que serían leyendas, como Adolfo Bonales, Tony Canales, Mike Durán, Dientes Hernández, Raúl Romero, Luis Mayo y Puma Balderrama.

El primer ídolo nacional que se creó con este experimento fue Francisco Firpo Segura, quien ya era conocido como Campeón Nacional de Peso Medio en boxeo. A la par, y para sustituir al ahora competidor Miguel Corona como surtidor de extranjeros, Fray Nano dio a Lutteroth dos importantes contactos: Uno, Tex Rickard, el principal promotor de box en ese momento y socio de Jess McMahon (abuelo de Vince) en el Madison Square Garden. Otro, Lin Pladner, con base en la Costa Oeste de los Estados Unidos.

La reestructuración de la EMLL no paraba ahí. Era necesario un programador, pues Lutteroth comenzó a mandar talento a Francisco Flores y Mauricio Ocampo en Pachuca, además de haber abierto la plaza de Puebla. El responsable para Programación fue Jesús Lomelín.

Para darle credibilidad al deporte y para frenar las críticas sobre los encuentros arreglados, sugirió que la Comisión de Box sancionara también a la lucha, renombrándola Comisión de Box y Lucha.

Finalmente, era necesario un encargado de Relaciones Públicas y Publicidad, ¿y quién más podría ocupar este puesto si no el propio Fray Nano?

A partir de ese momento, la Empresa Mexicana de Lucha Libre no se detuvo en su éxito. Los demás empresarios no pasaron de ser débiles promotores frente al gigante que comenzaba a ser Lutteroth, a quien Fray Nano bautizó como El zar de la lucha libre. Posteriormente, cuenta la historia oficial, Lutteroth se ganó la lotería, con lo cual pudo construir la Arena Coliseo. Aunque también se ha dicho que la lotería la ganaron tanto Lutteroth como Fay Nano.

Sobre ese asunto, la señora Guadalupe Aguilar (†), hija de Fray Nano, me contó en entrevista hace diez años:

«Me sé una historia, no sé si es alguna de las que usted se sabe. Mi papá iba a comprar un entero de la lotería, pero en la Comisión le dijeron que mejor ellos lo compraban y repartían los cachitos entre los miembros. Resulta que se sacaron la lotería, y le dijeron a mi papá: ‘Este premio no es para usted, porque lo compramos nosotros’.

Guadalupe Aguilar
Guadalupe Aguilar.

«Hubo una persona, quizá Lutteroth, que abogó por él, porque lo habían convencido de no comprarlo y sería una injusticia no compartirle, así que finalmente le dieron su parte. No sé si sea el mismo premio que el de Salvador Lutteroth, pero podría ser».

SÚPER LUCHAS #485, 21 de octubre de 2012, p. 3

Posiblemente ganarse la lotería deba ser interpretado de manera metafórica, pues el que Lutteroth recibiera la ayuda de Fray Nano fue, ni más ni menos, como ganarse la lotería.

Así fueron los inicios de la Empresa Mexicana de Lucha Libre, que en este día cumple un año más de existencia.

LA LUCHA SIGUE...
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