Muhammad Ali falleció el 3 de junio de 2016 debido a complicaciones de enfermedades múltiples que sufría.
En vida ganó todo lo humanamente posible para un púgil de su época, a pesar de la marcada segregación racial que se vivía en los años en que fue campeón.
En los Juegos Olímpicos de Roma 1960 obtuvo la medalla de oro en peso semi completo.
Fue varias veces campeón de peso completo, rompió con los estereotipos raciales y se enfrentó al régimen que quiso enviarlo a combatir en la Guerra de Vietnam.
«Ellos no me han hecho nada a mí. Ningún vietnamita me ha dicho ‘maldito negro'», declaró Ali para negarse a pelear.
Le retiraron el título, estuvo a punto de entrar a prisión por eso. Aunque al final no entró a la cárcel, esa decisión lo marcaría para siempre.
Se ganó el respeto de las personas que estaban contra la guerra y como símbolo de una raza discriminada, dejó claro que la diferencia del color de piel no haría diferencia para él, el humano vale por cómo es, no por cómo luce.
Y esas ideas fueron las que en 1966 le negaron el premio al Mejor Boxeador del Año que otorga The Ring Magazine.
Y este año, 50 años después, la revista corrige y le entrega el premio que ese año quedó desierto, pues a los editores les causaba escozor reconocer a un boxeador con esas ideas radicales.
Nota al pie: Ya muerto Ali, ¿como para qué el reconocimiento? Eso se hace en vida, ahora no sirve de nada.