Micromán, un gran acierto del CMLL — Recordamos la historia de las luchas de personas pequeñas

Si bien el domingo fue día de PPV de WWE, quizá fue más interesante lo sucedido en México, pues el CMLL debutó el concepto de “micros” o “lucha de mascotas” en su función del Día del Niño.

La promoción del evento, de hecho, giró en torno a este este combate, en especial por el debut de Micromán, quien es el hijo de 18 años de Kemonito, el original Alushe. Él y El Gallito se enfrentaron al Perico Zacarías y a Mije en un encuentro a una caída que literalmente se robó la noche.

 

El estilo de luchas de personas de baja estatura llegó a México en 1952, cuando don Chucho Garza, el promotor de las funciones de Televicentro (hoy Televisa), competencia de la empresa de Salvador Luterroth, decidió contratar a Sky Low Low, Farmer Pete, Irish Jackie y Sonny Boy Cassidy, que fueron un éxito entre los niños.

En 1971, Rogelio Agrasánchez rodó Los Campeones Justicieros, protagonizada por Blue Demon, Mil Máscaras y Tinieblas. Para ella, contrató a varios enanitos, algunos de ellos actores, como Aurelio Pérez y Jesús Fernández (que apareció en Nazarín y Simón del Desierto, dos cintas de Luis Buñuel), pero también estaban varios cirqueros, entre ellos Filiberto Estrella y Margarito Alonso. Todos ellos recibieron entrenamiento básico de lucha libre para las escenas de combate.

A los pocos meses, Agrasánchez filmó Los vampiros de Coyoacán, con Mil Máscaras y Superzán, usando también a los enanos como esbirros del villano. César Valentino, que fue otro de los luchadores que participaron, les dijo a cuatro de los pequeños: “¿Por qué no entrenan a fondo y se dedican a luchar?”.

Valentino los entrenó, y al poco tiempo estaban preparados para debutar Fili Estrella, Pequeño Goliat (Alonso), Gaby da Silva y el enmascarado Gulliver.

Al igual que en los Estados Unidos, la clave del éxito tanto de la lucha de enanos como de la lucha de mujeres era mantener fresco el producto, y para ello no podían establecerse en un mismo lugar, sino mantenerse en giras, no sólo dentro del país, sino también en el sur de Estados Unidos, Centroamérica y España.

En 1980 se les unió Gran Nicolai, que por años formó pareja con Goliat. En esa década, la troupe de pequeños gladiadores generaba buenos ingresos de taquilla en cualquier arena donde se presentaran. Pronto se engrosó el grupo con la inclusión de otros elementos como Arturito, Sputnik, Arañita y Atomo, además de que, de vez en cuando, se enmascaraban para crear rivalidades que condujeran a luchas de apuesta, como en 1987, cuando Fili Estrella fue Mikro y perdió la tapa ante Arturito.

Más tarde, Antonio Peña (publirrelacionista de la empresa Lutteroth y principal creativo de facto) tuvo la idea de crear toda una división en la EMLL, con una variante, los chaparritos portarían los personajes de estrellas. Eran los Mini Estrellas, como Mascarita Sagrada (versión mini de Máscara Sagrada), Octagoncito (versión mini de Octagón) y Espectrito (versión mini de Espectro).

Con esta idea, los minis podían establecerse en una empresa, como una atractivo extra y no como un atractivo especial.

Al dejar Peña la EMLL para fundar AAA, se llevó a la mayoría de los minis. Los coliseínos siguieron con su división, pero ahora la llamaron Pequeños Estrellas, siendo un poco más permisivos en cuanto a las estaturas.

Peña le dio trabajo a los enanitos originales, pero ahora con personajes propios y con un nuevo nombre: los Micros. Así, llegaron Micro Konnan, Micro Volador, Micro Misterioso, Micro Fuerza Guerrera y los Micro Destructores. Uno de los Micro Destructores, Goliat, después sería André el Enano, como parodia de André el Gigante.

Pero con los Minis de AAA y con los Pequeños Estrellas del CMLL se había perdido algo de la magia que tenían los originales luchadores enanos, cuyo trabajo iba dirigido a los niños pequeños, quienes, en su inocencia, creían ver luchar a otros niños.

Pero esa magia se recuperó el día de ayer con los nuevos Micros (o Mascotas, el CMLL no suele ser muy claro y se la pasa confundiendo sus propios conceptos), que cuentan, además de un anunciador de su tamaño, con un réferi miniatura, El Guapito.

Por lo pronto, Micromán y compañía se presentarán mañana en Guadalajara, y no dudamos que pronto puedan ser vistos en todo el país, demostrando sus habilidades sobre el ring y su calidad, y recordándonos siempre que la grandeza se mide de la cabeza al cielo.

LA LUCHA SIGUE...
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