Mickie James lleva dedicados más de 25 años a la lucha libre profesional y ha triunfado en WWE, TNA o la escena independiente; actualmente es entrenadora en el programa WWE LFG. Conoce a la perfección la industria -también su esposo, Nick Aldis, excara de la NWA y actual Gerente General de SmackDown– y considera que la mayor lucha que enfrentan los talentos no está dentro del cuadrilátero sino fuera.
► La inestabilidad laboral
Durante una aparición en un episodio reciente del pódcast Busted Open Radio, la «Hardcore Country» reflexiona acerca de la inestabilidad laboral. No hace referencia concretamente a la WWE, aunque sí se acuerda de sus años de desarrollo en el extinto territorio Ohio Valley Wrestling señalando que algunas compañeras eran despedidas de repente, incluso después de debutar en el roster principal.
«Todos son reemplazables. La máquina seguirá funcionando. Esos engranajes seguirán girando contigo o sin ti. Esa es la lucha más difícil para cualquiera en este negocio, especialmente cuando es tu sueño y lo deseas. Nunca te sientes seguro en ese puesto. Siempre sientes que en cualquier momento aparece un juguete nuevo o esto o aquello. No siempre importa lo duro que trabajes o lo que sea. Sí, esas cosas dan frutos, pero al mismo tiempo, creo que todos somos inseguros en ese sentido de que todos podemos ser reemplazados mañana y no pasa nada, ¿verdad? El negocio ha demostrado que cualquier estrella puede ser hecha mañana, y luego esa [estrella] no será olvidada, pero bueno…«.