Michael Chiesa arrebató la derrota de las fauces de la victoria en UFC 265 cuando su casi final de Vicente Luque se convirtió en una derrota por sumisión en un abrir y cerrar de ojos.
El revés rompió una racha de cuatro victorias consecutivas que había impulsado a Chiesa al borde de la contienda por el título de peso welter. Y tres meses después, cuando comienza su ascenso nuevamente en las filas de las 170 libras, Chiesa se dirige a UFC Vegas 43 muy consciente de cuán cerca están los márgenes entre una buena y una mala noche en un deporte tan impredecible como las artes marciales mixtas.
«Todo iba muy bien. Y simplemente, en el fragor del momento, llegué a esa posición mucho más rápido de lo que pensaba, y me desvié de lo que me llevó a esa posición [para conseguir esa pelea], fue algo así como dominando peleas, tomándome mi tiempo, realmente trabajando para conseguir estos finales o simplemente dominando a los muchachos. Y creo que, para mí, fue solo un lapso mental en el calor del momento «.
Chiesa casi hizo que Luque se recuperara cuando los dos se enfrentaron en agosto. El estadounidense de 33 años derribó a Luque al principio de la ronda de apertura en UFC 265 y saltó a un intento de estrangulamiento por detrás que parecía estar cerrado. Fue una escena dramática, sin embargo, Luque finalmente desanimó el intento de sumisión y arrebató su propio D’Arce en la lucha que siguió, lo que obligó a Chiesa a dar un golpe rápido pero frustrado.
Es una secuencia que Chiesa repitió en su mente en numerosas ocasiones después de la pelea, y es una en la que finalmente se culpa a sí mismo por olvidar uno de los principios básicos de las artes del grappling: la posición sobre la sumisión, siempre.
“Llegué a su espalda tan rápido y simplemente, mi mente estaba como, ‘Ve por el final, ve por el final, pon un sello en esta pelea’. Y eso es una gran apuesta cuando te enfrentas a un tipo tan duro como Vicente Luque. Sabemos lo resistente que es. Y pensé, en el calor del momento, tuve ese lapsus mental, como, voy a ser el tipo que termine con él y solidifique mi lugar. Y la apuesta casi dio sus frutos. Tendríamos una conversación diferente en este momento si la apuesta valiera la pena, que estaba muy cerca de cobrar.
“Pero no valió la pena, y eso es algo con lo que tengo que vivir. Así que ahora se trata del camino para volver a esa posición, y comienza con Sean Brady «.