Puede gustarte o no, pero la estrategia de WWE en estos momentos es clara: sacar el máximo provecho económico posible y al final del año hacer números más redondos, aumentar el valor de la compañía. Esa iniciativa, sugerida por Nick Khan, el hombre que se ganó la plena confianza de Vince McMahon luego de cerrar algunos de los acuerdos más lucrativos de la historia de la empresa y hoy por hoy tiene libertad de manejar el área monetaria.
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Mucha ha especulación ha habido en lo que concierne a los motivos por los que se optó por liberar de su contrato a Bray Wyatt, cuyo nombre real es Windham Rotunda: desde problemas mentales, hasta cuestiones médicas, pasando por la petición de su salida, la falta de planes o una relación tensa con McMahon. La verdad es que se fue por recortes presupuestarios dado su alto salario y nada más, según las fuentes confiables. Ahora bien, también es verdad que, por momentos, empleado y empleador tuvieron sus cruces, y aquí tenemos más información al respecto.
► La relación entre Bray Wyatt y Vince McMahon
Primero que nada, es menester aclarar que, hasta donde se sabe, la relación no fue mala en ningún momento. Eso no quita que no hayan tenido sus diferencias, pero principalmente debido a distintas perspectivas en la dirección del personaje de The Fiend u otras cosas relativas a su manejo creativo, según ha dado a conocer Sean Ross Sapp en el último número del Fightful Podcast.
El portal Pro Wrestling Insider ya había dicho algo de esto al tocar el tema de su relación con el mandamás, sosteniendo que muchos empleados de WWE «notaron que la relación de Wyatt y Vince McMahon detrás de escena fue muy caliente y fría a veces».
Esto añadió Sapp en su podcast y, aunque no dio nombres propios, se hace evidente que al referirse a las cuestiones creativas, McMahon era quien tomaba las decisiones:
«Les diré esto: he escuchado que él (Bray Wyatt) no ha estado enfocado al 100% en la lucha libre últimamente. No sé si es verdad o no, no he hablado con él hasta el momento. Ha habido mucha gente de la compañía con la que hablé que me dijo que no ha hablado mucho con él en este último tiempo. Estuvo en un par de grabaciones televisivas desde WrestleMania, pero hubieron muchísimas otras en las que no estuvo.
«Cuando las cosas no iban acorde a lo que él buscaba o no lo dejaban satisfecho, él no era muy receptivo a ello. Y luego los planes de WrestleMania cambiaron. Ha habido gente que me dijo que el viernes previo al evento, se les dijo a las personas involucradas en el combate [Wyatt, Randy Orton, Alexa Bliss, entre ellos] que ‘tenían una gran idea’… y luego hicieron lo que hicieron en Mania y todos quedaron en plan, ‘¿En serio?’.»
Por lo que sabemos, Wyatt era desde hacía muchos años uno de los líderes en los vestuarios de WWE y una persona muy querida por sus compañeros. No hace falta hacer hincapié en su genio creativo, que tanto ayudó a su personaje desde los inicios, especialmente en sus últimos años como The Fiend. Como queda al desnudo, su personaje era tan importante para él que no dudaba a la hora de defenderlo con garras y dientes.
Por lo que se vio en todos estos años, el mandamás era consciente de que Wyatt era un favorito, pero no entendía muy bien su personaje, de ahí que le diera muchísima libertad de que él mismo se encargara de sus propias promos, viñetas y otros detalles, algo muy extraño en la WWE de los últimos años a excepción de los talentos veteranos consolidados.
Y ya que las ventas de mercancía acompañaban y tenía una buena altura, en un par de ocasiones se animó a intentar llevarlo al siguiente nivel: ostentó dos Campeonatos Mundiales y estuvo en rivalidades importantes, pero cada vez que se encontraba en ellas, terminaba siendo la carnada de los demás, como con John Cena, The Undertaker, Roman Reigns u Orton. The Fiend logró revertir ese miedo a llevarlo al siguiente nivel, mas durante sus últimos meses ya había perdido mucho de su empuje original y, evidentemente, Vince no le consideró una estrella clave a la que debía mantener a toda costa.
