Maravilla Martínez volvió al ring, pero de una manera en la que nadie se esperaba.
Mucho se especuló sobre el regreso del argentino al cuadrilátero, levantó expectación y debates en redes entre las personas, sobre si era prudente que con su problema en las rodillas y su edad, se subiera una vez más a boxear.
Todo comenzó porque en 2018, Maravilla Martínez solicitó una licencia de boxeo.
De inmediato se soltaron las especulaciones y tuvo que salir el mánager de Sergio de toda la vida, Sampson Lewkowicz, a decir que era sólo como garantía para que Sergio pudiera filmar su documental, pues dentro de las grabaciones haría sparring.
Pero se llegó a pensar que era parte de una movida para pactar la revancha con Julio César Chávez Jr., con quien en un programa se lanzó el reto.
Sin embargo sobre esta pelea no ha sucedido nada concreto (gracias a Dios porque no tiene sentido) y la vuelta al ring de Martínez fue por una razón más noble.
Sucede que el 7 de septiembre, Maravilla Martínez volvió al ring en una batalla de exhibición ante Ulises Cloroformo López. Esto sucedió en el Club Ciclista de Paraná, Entre Ríos, Argentina.
Obviamente, la idea era el entretenimiento, por lo que la pelea pasó a segundo plano porque lo principal fue la convivencia y que fue una pelea por una causa altruista.
Sí, se hizo una exhibición pero no fue para demostrar tanto la habilidad de cada boxeador, sino la intención de ganar dinero. Esto con el fin de destinarlo a un gimnasio en Argentina que se dedica a enseña boxeo a jóvenes en situación de riesgo.
Al finalizar la contienda, José Gómez, titular de la Secretaría de Deportes de la provincia de Entre Ríos, le entregó a Maravilla una plaqueta conmemorativa por su visita a la ciudad de Paraná.
*Fotos del Twitter de Adrio Michelena.