El púgil cubano Luis «King Kong» Ortíz (27-0, 23 KO) iba a ser el que iba a enfrentar al Campeón Mundial Peso Completo CMB Deontay Wilder (38-0, 37 KO) el próximo 4 de noviembre en el Barclay’s Center de Brooklyn, Nueva York.
Pero, Ortíz falló una prueba de dopaje que resultó sacarlo de la pelea, por lo tanto, Bermane Stiverne (25-2-1, 21 KO) es quien se va a estar enfrentando a Wilder y la AMB lo sacó de sus listas en la que estaba #1. Así mismo lo mencionó el presidente de dicho organismo, Gilbert Mendoza Jr.
«El ‘status’ de reconocer a Ortíz como el retador mandatorio ha sido revocado, Ortíz ha sido removido de los ‘rankings’ de la AMB y suspendido para participar en cualquier pelea por un título de la AMB por un año.
«Si quiere remover la suspensión, Ortíz debe de continuar participando del programa Boxeo Limpio VADA y tiene que pagarlo desde su propio bolsillo y no salir positivo de ninguna substancia o negarse a someterse a pruebas de dopaje aleatorias, en adición se tendrá que someter a una pruebas físicas para ver si está apto para pelear».
Mendoza Jr. también dijo que «King Kong» no hizo lo propio para tener una prueba B y apelar su suspensión.
«Tiene la oportunidad de apelar su decisión pero si hablamos de un programa de drogas y de deportes limpios es algo muy importante y no puede ser así, o sales positivos o negativo y tienes que aceptarlo.
«No hizo una solicitud propia para obtener una muestra B para ser evaluada, lo hizo verbalmente y así no se hace, tenía que hacerlo en un escrito por su abogado, le dimos el tiempo necesario antes de que la AMB tomara su decisión y no lo hizo».
Esta suspensión le costará muy caro a Ortíz ya que tiene 38 años y un año fuera del boxeo no le conviene a ningún púgil. Todo eso sin mencionar que tendrá que empezar desde 0 para volver a las primeras calificaciones para retar a campeones mundiales.
fuente:boxingscene.com