NXT celebra su vigésimo quinto TakeOver por todo lo alto con una cartelera sutil, pero que hasta ahora cumple bastante bien. Y tras una épica lucha entre Roderick Strong y Matt Riddle, el Campeonato de Parejas de la marca amarilla que los War Raiders dejaron vacante se disputó en una multitudinaria lucha de escaleras, en la que participaron Kyle O’Reilly y Bobby Fish, Oney Lorcan y Danny Burch, Forgotten Sons y Street Profits.
Fue un gran acierto que la lucha fuese de escaleras, porque de lo contrario se hubiese adoptado un ritmo monótono debido a la gran cantidad de competidores involucrados. Aquí la energía fue frenética desde el primer campanazo.
De hecho, estuvo tan bien equilibrada que se podría decir que todos tuvieron un buen papel. Por ejemplo, Lorcan y Burch se encargaron de ser el músculo mientras que los Street Profits deleitaron a los fanáticos con sus maniobras de alto riesgo. Los Forgotten Sons le dieron la adrenalina necesaria mientras que Undisputed Era actuó como la dupla temerosa de perder todo el prestigio que ganó en la marca amarilla.
Pero a pesar de que todos estaban dando un gran encuentro alguien tenía que destacar más. Hubo un momento en el que que todo estuvo a punto de irse por la borda con la aparición de Jackson Ryker, quien demolió a todos.
Sin embargo, tras ser atacado por casi todos los equipos. La situación se normalizó y los Street Profits lograron deshacerse de los Forgotten Sons. Así, el equipo de Angelo Dawkins y Montez Ford se coronó por primera vez como Campeón de Parejas NXT.
Buen Ladder Match con todos desatando el caos por conseguir los títulos Tag Team de NXT en una oportunidad más que valiosa para consolidarse (Profits, Forgotten Sons, Burch & Lorcan) o reafirmarse (UE) en la zona en parejas de la marca amarilla.