El segundo episodio de 205 Live ya salió al aire y para aquellos que quieran saber qué pasó acá está la cobertura del equipo de SÚPER LUCHAS. Pero más allá de los resultados está el análisis del programa como tal, y por eso estamos acá, así que sin más, bajemos y desglosemos juntos la segunda transmisión.
Lo que Raw echó a perder, 205 Live debe solucionar
¿Alguien más sintió que éste bookeo fue el mismo que recibió la división femenil una vez llegaron Charlotte Flair, Becky Lynch y Sasha Banks? Fue un alivio que los peso crucero no fueran usados como carne de cañón para hacer ver más fuertes a los grandulones, pero, no fue alentador verlos semana a semana envueltos en luchas por equipos que nos nos llevaron a nada, no hubo evolución dramática. Tal vez conocimos el arsenal de los recién llegados pero sin un trabajo detrás de sus personajes la conexión resultó nula. Es increíble que estando codo a codo con Chris Jericho—el crucero que más éxito ha cosechado en WWE—, inspiración de luchadores livianos alrededor del globo (comentario recurrente en las viñetas de los cruceros), no se les muestre un mínimo de respeto más allá de verlos como mero relleno para las 3 horas de Raw.
Presentándolos así al público no sólo se aniquila el momentum que traían del torneo clásico de pesos crucero, se les condena ante los ojos de los seguidores; si presentas a una división como irrelevante ¿por qué el aficionado debe verla de otra manera?
Los asistentes siguen abandonando el edificio
Esto es en parte por lo expuesto en el apunte anterior; parte del negocio de la lucha libre está en el vender personajes e historias al espectador, para que cuando se enfrenten dos personas nosotros estemos ansiosos de verlo. Un ejemplo jocoso para explicar esto es cuando existe un personaje rudo (que nos recuerda a alguien en nuestras vidas cotidianas que nos molesta), haciéndole la vida imposible al técnico, acá lo que nos hace estar emocionalmente involucrados es el inminente clímax donde el malo de la historia recibe su merecido, porque cada golpe que le propina el bueno lo sentimos como si lo diéramos nosotros a esa persona que en nuestro diario vivir nos saca de quicio.
Ver al inicio de la velada—mientras Noam Dar y Cedric Alexander combatían—a la gente irse se antoja frustrante y triste. Pero es comprensible por lo anteriormente expuesto líneas arriba. Esperemos que la situación mejore, porque la falta de apoyo a estos programas derivan en su posterior cancelación y no sería justo que éste proyecto acabara de esa manera.
Al César lo que es del César: rudos y técnicos definidos
¡Adiós ambigüedad! Dar y Ariya Daivari empiezan su corrida como rudos; por su parte Dar luchó maliciosa y fríamente al debilitar el brazo de Alexander a base de candados y castigos hasta llevarse la victoria, no contento con ello cual antagonista clásico le dedicó la victoria a la novia de Alexander: Alicia Fox. Cuando derrotar al otro no es suficiente humillación, atacarlo emocionalmente es otra forma de minar su confianza. Dar se empieza a posicionar como un Conor McGregor (en el sentido en que se mete con su rival a nivel personal) pero luchador profesional, será interesante ver sus siguientes movidas.
Mientras que Daivari logra su primer victoria sobre El caballero extraordinario Jack Galagher. Triunfo que construyó el día antes en Raw atacando la pierna izquierda de Gallagher, al otro día en 205 Live cazó y molió la pierna hasta que se anoto una caída, como el mero mero de los rudos; que a diferencia de los técnicos ganan con sus retorcidos y poco éticos planes.
Gallagher y Alexander como victimas y héroes caídos en batalla quedo clarísimo, igual que sus motivaciones y futuras rivalidades.
En cuanto a The Brian Kendrick poco a poco cala más como el rudo estelar de la marca morada; el cierre de esta edición lo posiciona como el gran villano a vencer. Todo esto a costillas de la amistad de Rich Swann y TJ Perkins que atraviesa una prueba de fuego que definirá la fortaleza de su lazo.
La narración hace parte de la acción
Mauro Ranallo, Corey Graves y Austin Aries son la antítesis de los comentaristas que los han precedido. ¿Será por eso que no contaron con Michael Cole, David Otunga, JBL y Jerry «The King» Lawler? Porque mientras que en la mesa de 205 Live se discute por cómo se llama un movimiento de lucha libre, Cole se preocupa más por imitar sin éxito al legendario Jim Ross olvidando que para lograr emularlo necesita tener un conocimiento basto del deporte de suplexes. JBL por su parte, discute mucho y olvida que algo está pasando en el cuadrilátero, ¿Otunga? Es un narrador técnico muy genérico. ¡Ah y no nos olvidemos del bueno del rey! Con Ross fueron una dupla ganadora, pero ahora en solitario su estilo tan fresco y a veces irreverente no encuentra cabida sin un compañero que sea una biblia andante en cuanto a lucha libre se refiere.
La razón del título que precede estas palabras es la destacada labor de Aries en los comentarios de esa noche. Junto a Perkins armaron el ambiente propicio para el desenlace del programa; el tema que los tenía discutiendo era si estaba bien o no tener amigos, éste diálogo aparentemente casual nos estaba dando pistas de que en el desenlace de la lucha de Swann y Kendrick algo pasaría que tendría que ver con ello: resultó que la amistad de Swann y Perkins será puesta a prueba consecuencia del caótico desenlace del episodio, donde, Swann al defender a Perkins de Kendrick fue impactado por una súper patada de Perkins (por error).
Resulta refrescante encontrar una narrativa estructurada incluso dentro de los diálogos de los narradores, Además de aprender de historia de lucha libre, datos curiosos, nombres de llaves, movimientos y cualquier dato que nos ayude a vislumbrar lo transcendental del encuentro, que su papel esté más allá de comentar lo que podemos ver y escuchar.
Tenemos historias para seguir
¿Que hará Alexander luego de la ofensa de Dar? ¿A Daivari le bastará una sola victoria sobre Gallagher? ¿En qué va a terminar el careo entre Swann, Perkins y Kendrick? Esas y las demás incógnitas que nos dejó esta emisión pueden intrigarnos lo suficiente para sintonizar nuevamente. Éste es el tipo de historias que separarán la imagen que tienen los peso crucero en Raw y se acercará a la que tienen en NXT, donde, son incluidos en la programación de la marca amarilla lugar en el que compiten contra cualquiera y tienen sus propias historias, pero como NXT llega a menos personas que Raw, hará falta que 205 Live y NXT sumen esfuerzos para minimizar el impacto negativo que Raw le causa a los peso crucero.
Finalmente está la expectativa ¿qué pasará en el debut de Lince Dorado, Gran Metalik y Akira Tozawa? La manera en que ellos como piezas de éste rompecabezas encajarán resulta un atractivo natural para futuras emisiones, además, ¿Y si el plantel se nutre más? Sólo habrá una manera de saberlo y esa es sintonizar.