El rumor del momento sitúa a Braun Strowman como una competencia directa a Roman Reigns por el trono vacante que dejó John Cena como el rostro de la WWE. Una decisión que a fin de cuentas recaerá en las manos de Vince McMahon, un hombre conocido por ser bastante cuidadoso a la hora de escoger a sus peones más preciados, y aún así, en ocasiones, fallado en el intento. Y dentro del selecto grupo de sus «elegidos», uno de los más reconocidos en no cumplir con las expectativas fue Lex Luger.
Señalado por el Presidente como el encargado de llenar el vacío que había dejado Hulk Hogan, Luger fue presentado como el próximo gran técnico de la grande del entretenimiento, con un personaje patriota similar al del «Hulkster», pero que nunca llegó a conectar del todo con la audiencia. El proyecto no duró demasiado y pronto sería relevado por Bret Hart en el puesto supremo de la compañía. Perdería el tren del mega estrellato, pero no le iría mal ni mucho menos, llegando a conquistar en dos ocasiones el Campeonato Mundial WCW durante la década de los 90.
Donde no le fue tan bien durante varios años fue en la vida misma. Pues una vez retirado de la competición sobre el cuadrilátero, el gladiador se adentró en el mundo de las drogas y el alcohol junto a su entonces pareja, Elizabeth Hulette (mejor conocida como Miss Elizabeth en la WWE). El consumo se terminaría llevando la vida de la legendaria valet, en una noche que supuso un antes y un después en la vida de Luger, y que éste recordó durante una entrevista reciente al podcast de Sean Mooney.
La noche de la muerte de Elizabeth
«Estaba sentado en mi patio cuando me comunicaron que ella no había sobrevivido. Recuerdo cuando vinieron a mi casa y encontraron todas las drogas y el alcohol. Ese era mi estilo de vida entonces. Me arrestaron por posesión de drogas, y recuerdo estar sentado en la celda esa misma noche y pensar qué tan oscuro era el momento que estaba atravesando. Fue la única vez que pensé sobre ello.
«Recuerdo que me quitaron todo al entrar en prisión, hasta los cordones; te quitan todo al chequearte. Me metieron posesión de drogas. Me llevaron y estuve encerrado solo, pues la gente me reconocía y ellos (los guardias) no quisieron ponerme con el resto de los reclusos. Así que ahí estaba, encerrado, y llegué a pensar, ‘bueno, no hay cámaras aquí, quizá…’.
«Comencé a pensar en un modo para terminar con todo. Pensé en trepar (había una pared divisoria en la celda que daba a un baño). Pensé que, quizá, si me subía a lo alto de la pared, ponía los brazos detrás del cuello y me tiraba de cabeza sobre el piso de cemento, podría ponerle fin a todo. No lo hice, pero de seguro lo llegué a considerar».
Cómo sobrellevó la situación
«Pasé a estar en un estado de total dependencia. Terminaba destrozado todas las noches. Tomaba pastillas, bebía. Es decir, no intentaba matarme, pero estaba tomando un camino de auto-destrucción. Es un milagro que no haya tenido una sobredosis durante cualquiera de esas noches ese par de años. Terminé viviendo en un hotel, aislándome. Ya no salía, estaba un periodo de total aislamiento».
Su relación con Randy Savage
«Habían estado divorciados (Randy y Elizabeth) por cuánto, ¿diez años? Ella volvió a casarse y ya no guardaban ninguna relación desde hacía varios años. Randy y yo viajamos juntos un poco en WWE. Siempre nos llevamos de maravilla; entrenábamos juntos. Desde mi perspectiva, nunca tuve un problema con él ni creo que él lo tuviese conmigo. Lo admiraba y lo respetaba. Nunca hablé con él (tras el fallecimiento de Elizabeth)».
Consecuencias de su drogadicción
«Intenté ponerme en contacto con mi familia, Sean. No puedo imaginar el calvario que les hice pasar, y de un modo bastante público, durante años. Mi (ex) esposa está felizmente casada nuevamente, lo que me pone muy contento. Siguieron con sus vidas. Están felices de que hoy esté en un lugar mejor, pero hay consecuencias por las cosas que hicimos en el pasado. Estoy en un mejor lugar, pero eso no necesariamente significa que lo que pasó en su día no haya dejado secuelas y no significa que ellos quieran ser parte de tu vida.
«Me gustaría decir que hubo un final feliz y todo eso, pero aunque me encantaría tener una relación mi familia, no es exactamente así. Los amo. Rezo por ellos y seguiré contactándolos de tanto en tanto, pero no es algo que pase en mi vida hoy. Pero con la perspectiva que tengo ahora, solo estamos aquí por un parpadeo, y mi esperanza es que pueda llegar a conocer a Jesús, pueda verlos en el cielo y pueda pasar la eternidad con ellos».
Caso similar al de Dynamite Kid. Aunque cuando entré a leer la nota esperaba enterarme que el motivo fuera ver cómo se quedó después de que su carrera acabó, o sea, postrado en silla de ruedas. No esperaba enterarme que todavía estando en su plenitud (relativamente) se le haya cruzado esta idea por la cabeza. Qué notable.
Caso similar al de Dynamite Kid. Aunque cuando entré a leer la nota esperaba enterarme que el motivo fuera ver cómo se quedó después de que su carrera acabó, o sea, postrado en silla de ruedas. No esperaba enterarme que todavía estando en su plenitud (relativamente) se le haya cruzado esta idea por la cabeza. Qué notable.