Las cinco claves sobre la firma de Sting con AEW

En una de las jugadas más sorpresivas del año, Sting debutó en All Elite Wrestling durante la pasada noche de miércoles en el transcurso del especial de Dynamite: Winter is Coming. Y así como inesperado, su arribo revolucionó al mundo de la lucha libre, provocando un récord en venta de mercadería y apoderándose de YouTube. Sin embargo, también ha abierto un debate sobre qué tan beneficiada puede salir su empleadora con su adquisición. Es por eso que en la presente explicaremos las cinco claves de la firma de Sting con AEW.

Pero antes, ¡pasamos por la Gorilla Position! En una nueva sección de Cuadrilátero llamada «Vs.», te presentamos una comparación sobre quién es el mejor luchador: The Undertaker vs. Sting.

Para ello, compararemos distintos ítems (personaje, habilidad en el ring, promo, carisma, poder taquillero, profesionalismo, longevidad y palmarés) que determinarán cuál de ambos fue mejor. Ve con nosotros al detrás de escena para analizar al ganador definitivo del que posiblemente sea el combate de ensueño más grande de la historia. ¿Cuál es el marcador final? ¿Hay realmente mucha diferencia entre uno y otro?

Oprime play para no perderte de todas las curiosidades y datos sobre estas enormes leyendas, y averigua cuál de ellas es el último hombre en pie:


¿Beneficia? ¿Perjudica? ¿Suma? ¿Resta? Ambos lados de la moneda se están dejando oír en la burbuja de la lucha libre por estas horas en la que fácilmente es la bomba de los últimos meses. Algunos entienden que los casi 62 años de Sting traicionan al espíritu de AEW por hacer énfasis en el talento joven (una fija ha sido la comparación con Goldberg y WWE, comparación que analizaremos más adelante). Otros, en cambio, creen que su contratación es lo mejor que la compañía podría haber hecho dada la notoriedad del ícono.

¿De qué lado nos pondremos nosotros? Intentaremos ser lo más objetivos posible, dejando de costado cualquier factor ajeno a lo que nos ocupa. Y para ello, empezaremos por mencionar los hechos:

  1. Tomando a todo el mundo con la guardia baja, Sting dice presente en el show más importante de Dynamite a la fecha. Sale ¿en ayuda? de Arn Anderson, Dustin y Cody Rhodes, y Darby Allin cuando el Team Taz los estaba apalizando… sólo para tener un careo con cada uno de ellos también.
  2. Se lo ve con su clásico look de luchador, lo que crea especulación acerca del papel que podrá llegar a tener a su edad, aún cuando todo hacía indicar que estaba retirado. En comentarios no se revela por qué está en la empresa.
  3. Se confirma que ha firmado un contrato por varios años y que será un personaje regular en la programación de AEW; no aparecerá esporádicamente como lo hacía en WWE.
  4. Su llegada es el tema más hablado (y controversial) del momento, a tiempo que se da a conocer que ha hecho récords en venta de mercadería y ha sido furor en las redes sociales. Colabora (de forma mínima, pues no estaba anunciado) a superar al millón de espectadores en TNT.
Sting y su camiseta, la más vendida en 24 horas en Pro Wrestling Tees - Instagram
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En base a estos cuatro puntos iremos desarrollando nuestras ideas, contestando a las siguientes preguntas:

  1. ¿Es rentable su contratación, considerando que hacerse con sus servicios a tiempo completo a esta altura no debe de ser muy económico?
  2. Sabiendo que estará a tiempo completo, ¿debería luchar? En caso afirmativo, ¿con qué frecuencia?
  3. ¿Qué tan protagonista debería ser y qué tanto dominio debería tener, teniendo en cuenta su veteranía?
  4. ¿Tiene fundamento la afirmación de que los All Elite están siguiendo los pasos de WWE respecto a darle demasiado relevancia a las estrellas del pasado?
  5. ¿Es una de las mejores contrataciones de la historia de AEW… o una de las peores?

Ya sin más preámbulos, procedamos a contestar una por una.

1

Uno puede imaginar que Tony Khan hizo un gran esfuerzo económico no sólo para contratar a Sting, sino también para tenerlo de forma regular, sacándolo prácticamente del retiro. El hombre detrás de la pintura no es uno fácil de obtener, de ahí que estando en WCW, AOL Warner tuviera que afrontar su salario (lo que sólo ocurría con los mejores pagos de la compañía), así como Spike TV debió hacer lo propio en TNA, y WWE lo llamaba muy de vez en cuando como una atracción especial cuando podrían haberlo usado más frecuentemente.

Ahora bien, ¿es rentable su contratación? Antes que nada, lo más justo sería decir que está por verse. De muchos factores dependerá, incluido su manejo creativo. Como decimos, su edad es un límite importante en cuanto a las opciones que puede llegar a desplegar. Sin embargo, sí podemos asegurarles esto: por la mismo razón por la cual Khan se asoció con Impact Wrestling (y crear un ángulo que llame la atención), se contactó con Mike Tyson o Shaq, y está poniendo más énfasis en sus shows semanales, es que se decidió apostar por «The Icon».

Sting AEW

¿Cuál es ese motivo? Es evidente que Khan quiere atravesar la barrera del millón de espectadores y romper el molde de los 800 mil que está cosechando semanalmente. De esta manera, crecerá a la marca y permitirá que las cosas se faciliten con TNT (mucho más dinero de cara a la renovación, puesto que los derechos televisivos son su mayor fuente de ingresos por lejos). Pero para eso, deberán atraer más a la rama del público mayor. No hace falta explicar entonces la lógica detrás de traer viejas glorias como Sting.

Aunque es muy temprano para sacar conclusiones y el verdadero trabajo va a estar en mantener a esos nuevos espectadores al largo plazo —cuando pase el «efecto debut», por lo pronto los indicadores dicen que la cosa está funcionando: «[…] su llegada es el tema más hablado (y controversial) del momento, a tiempo que se da a conocer que ha hecho récords en venta de mercadería y ha sido furor en las redes sociales. Colabora (de forma mínima, pues no estaba anunciado) a superar al millón de espectadores en TNT». Se espera que sus explicaciones en el próximo Dynamite al menos repliquen esos números.

Básicamente, es una buena contratación porque está haciendo ruido. Muchos ojos se han volteado hacia AEW, y eso es lo importante. Ahora más que nunca, la promoción se ha adelantado cientos de kilómetros más allá de NXT.

2

Son más de seis décadas, pero también una lesión muy grave que lo forzó a colgar las botas en el pasado. Esto crea todo un dilema, pues el personaje del Stinger no presenta las características para abarcar otros roles extraluchísticos; sea mánager o figura de autoridad. Asimismo, si optara por quitarse la pintura para poder expandirse más, perdería su encanto como el amado personaje oscuro e impredecible, como así el poder de reconocimiento del fan casual, que mayoritariamente lo conoce por su maquillaje. Eso se traduciría en menos poder de atracción.

Sting

¿Qué hacer, entonces? Sting podría no luchar, vivir de apariciones aquí y allá en los momentos menos esperados y repartir una secuencia de Stinger Splash + Scorpion Death Drop, gritar un par de veces o repartir «batazos» de tanto en tanto. La cuestión es, ¿no se volvería cansino en cierta instancia? ¿No dejaría la sensación de que nunca desembocaría en nada, y siempre con ganas de más al aficionado?

No, Sting debe luchar. Eso sí, sólo de forma esporádica, con una buena historia detrás y en combates por relevos, priorizando su bienestar físico. Y en caso de luchar individualmente, que sea muy de vez en cuando y en combates rápidos en los que vaya directamente al grano.

3

El Steve Borden de 2020 no es ni por asomo el mismo de 1997, que no quepa la menor duda. En ningún sentido. En lo único en lo que no perdió tanto es en su capacidad como atracción, a pesar de que tampoco sea la misma que entonces. Dave Meltzer siempre creyó que, sosteniéndose de los números que hizo como Campeón, Borden jamás fue un gran cortador de tickets. No obstante, nadie puede negar que fue uno de los grandes protagonistas de la época más exitosa de todas y no hubo un minuto en el que demostrase que era tan sólo la sombra de su yo pasado.

Por lealtad, rechazó varias veces a WWE, prefiriendo incluso a TNA por muchos años. Al momento en que llegó a la grande del entretenimiento era ya muy tarde para consolidarse. Si su firma se hubiera dado en 2001 o durante el transcurso de los años siguientes, la historia hubiera sido muy diferente para él.

Sting habría acabado con WWE

En WCW era una bestia indomable, imparable. Él se cargaba solo contra la nWo entera. A veces con ayuda, a veces sin ella. Mucho del éxito de su personaje consistía en ese poderío para deshacerse de todo el que se ponía en su camino. Claro que hoy, con el Sting de 2020 que no es el de 1997, las cosas deberían cambiar un poco. No lo suficiente como para convertirlo en un broma de sí mismo, sino que quizá estaría bien delegar más ese dominio y aliarse con otras personalidades para llevar a cabo el mismo papel (Darby Allin… ejem).

A futuro, un cambio a rudo podría darle la posibilidad de perder un poco de ese poderío sin verse afectado. Es aquí donde aparece además un potencial regreso del «Joker Sting» —esa faceta que hizo propia en algún momento durante su estancia en TNA—, que sin hacer prácticamente nada más que reírse e idear planes maliciosos dejaría a la gente más que contenta.

4

Chris Jericho, Dustin Rhodes, Matt Hardy, Chris Daniels, Kazarian, Jake «The Snake» Roberts, Vickie Guerrero, Arn Anderson, Tully Blanchard, y ahora Sting. Repasando la lista, hay que decir que no son pocos las caras «viejas» que podemos ver cada miércoles en nuestras pantallas de televisor. Pero hay un pequeño detalle: todos ellos están siendo utilizados como deberían, sin más ni menos protagonismo que el que necesitan.

Yendo caso a caso, tan sólo los cuatro primeros están activos en el cuadrilátero; los demás ejercen como mánagers, papeles secundarios cuyo objetivo es hacer lucir bien a sus representados. Dustin Rhodes (el ex Goldust), Daniels o Kazarian, a pesar de estar impecables físicamente, son más bien parte de la mitad del cartel para abajo, luchando no muy seguido, y cuando lo hacen, sin historia de por medio o sólo para hacer de segundones en alguna otra. Matt Hardy comenzó siendo casi un estelar, mas con el tiempo se fue acomodando a un puesto más acorde como veterano, lejos de las grandes rivalidades.

Sting será entrevistado por Tony Schiavone en AEW Dynamite

El único que es un indiscutido peso pesado es Chris Jericho; el que haya visto su trabajo sabrá que esta versión suya nada tiene que envidiar a su mejor encarnación de WWE. Y es que no sólo es una garantía de entretenimiento como pocos luchadores alrededor del mundo son capaces, sino que también constantemente está centrado en crear nuevas estrellas constantemente (MJF ahora mismo, todos sus compañeros de The Inner Circle, Orange Cassidy, y un largo etc).

Además, hay que saber que los negocios son negocios, y es prácticamente imposible consolidar nuevas estrellas sin la ayuda de las estrellas ya consolidadas. Realmente se necesita de los Jerichos, de los Moxleys, de los Stings…

El problema llega cuando son los veteranos los que empiezan a enterrar a los jovenes, y es ahí donde nace el dicho «pan para hoy, hambre para mañana». Goldberg destrozó a Kevin Owens, ganó el Campeonato Universal. Goldberg destrozó a «The Fiend» Bray Wyatt, ganó el Campeonato Universal otra vez. Goldberg luchó contra Brock Lesnar y le ganó. Goldberg luchó contra Brock Lesnar y perdió el Campeonato Universal. Goldberg luchó contra The Undertaker y perdió. ¿De qué manera pudo ayudar en el más remoto sentido a consolidar a un nuevo talento?

El día que Sting destroce a MJF, a Jungle Boy o gane el Campeonato Mundial AEW, entonces seremos los primeros en decir que sí, que AEW entró en un laberinto del que no podrá salir. Mientras tanto, no nos queda más que decir que las comparaciones con el otro rostro de WCW nada tienen de razonables.

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¿Es una de las mejores contrataciones de la historia de AEW… o una de las peores?

La respuesta todavía no está escrita. Sin embargo, todo se reducirá a la forma en la que la empresa decida cómo ir. Los materiales para que sea «una de las mejores» están servidos en mesa, aunque las tentaciones para hacer que sea «de las peores» también merodean por los alrededores.

Cómo Vince McMahon hizo que Sting firmara con AEW

En 1996/97, Sting se pasó un año entero sin luchar, sólo apareciendo al acecho de la New World Order, funcionando a las mil maravillas. Su personaje permite eso: la gente pagará por verlo llegar al ring para hablar. Aquel debería ser su papel principal. A la larga se verá de qué lado caerá la moneda.


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