Por Gladys Trujillo
Posterior a la pelea donde Daniel Jacobs se coronó como campeón mediano AMB, Lamont Peterson se presentó en el ring del Barclays Center para defender su Título de Peso Súper Ligero de la Federación Internacional de Boxeo ante Edgar Santana.
Probablemente, de la parte estelar de la cartelera, fue la pelea más floja de todas por el hecho de que el campeón Peterson no salió a pelear, mantuvo su posición y su guardia sin exponer demasiado pero sin proponer.
Aún cuando de inicio, Edgar Santana fue a la caza de Lamont Peterson, buscó conectarlo y cerrarle las salidas, Peterson fue muy cuidadoso e hizo uso de su largo alcance de piernas para salir del radar de Santana y pelear de entrada por salida.
Los golpes de Peterson fueron cortos, sin potencia pero bien colocados. Santana por su parte, abanicó parte de su ataque y el que entró tampoco fue potente como debía ser para dañar y hacer retroceder a Peterson.
Claro que a pesar de la escasez de ataque, fue Lamont Peterson quien marcó la pauta dentro de la cual se llevó la pelea.
Santana escuchó de su esquina que Peterson estaba cansado, sin embargo, era mentira porque si bien el ataque de Peterson sólo había sacado puntos sin lastimar, tampoco hubo mucha propuesta de parte de Edgar, que mostró poco boxeo.
Finalmente Edgar Santana se desinfló y en el décimo round, el réferi decidió que era suficiente castigo al que no daba respuesta. Finalizó el combate antes del término del round.
Peterson hizo una pelea aburrida, cerrada y si propuesta. Probablemente una pelea ante Danny García en vías de unificar la división de peso súper ligero tendría el mismo resultado en cuanto a boxeo y despliegue de técnica.
Sin embargo, la noche fue favorable para Peterson y por el momento, se mantiene como monarca de las 140 libras por parte de la FIB.