Principalmente, la falta de libertad creativa fue el motivo de que el entonces conocido como Dean Ambrose no renovara con WWE y saliera de esta empresa poco después de WrestleMania 35 el año pasado. A lo largo de numerosas entrevistas concedidas una vez «liberado» de esa prisión, el ahora Jon Moxley ha dejado bastante claro que la casa regentada por Vince McMahon hace gala de excesivo control sobre sus talentos, hasta el punto de asegurar que sentía que estaba mintiendo a los fans.
«Tenía que trabajar con esos estúpidos guiones. Tenía que decir cosas como: ‘¡Te voy a arrancar la cabeza en Hell in a Cell!’. Yo pensaba: ‘No, no lo voy a hacer. Sé que no lo voy a hacer. Sé que no va a haber sangre. Estoy mintiendo. Estoy mintiendo a los fans».
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Pero a lo largo de esos ocho años dentro del Imperio McMahon, hubo algunas excepciones a la regla, como la que el actual Campeón Mundial AEW recordó en el podcast My Mom’s Basement: aquel duelo titular contra Triple H en Roadblock, poco antes de WrestleMania 32.
«Fue un excepcional combate de lucha libre de la vieja escuela. No fue en un pay-per-view normal, fue en un especial de WWE Network. Básicamente, un house show más promocionado en un sábado por la noche. Llevaron algunas cámaras, luces, quizás un productor extra y ya. Tenía una sensación de antiguo show de la NWA Mid-South. Siempre escuché que Triple H era el gran dueño y señor del ring […] Harley Race y Ric Flair dicen que este tipo es como el nuevo dueño y señor del ring. Pues venga, a ver lo que tienes.
«Y yo llegué muy tarde, hay un extraño juego con los luchadores de la vieja escuela donde nadie quiere ser el primero en pestañear o decir, «¿qué vamos a hacer, cuáles son los puntos clave del combate?» Nadie quiere ser el primer tipo en pestañear y que con eso digas, «soy el luchador inferior». Llegué ahí muy tarde, como a las 5:30 o a las 6. Michael Hayes me mira y me dice, «Hunter está en su vestidor y quiere hablar contigo». Me voy allí y me dice, «¿Qué quieres hacer? Lo que quieras. Así fue.
«Básicamente, fijamos el final, un «spot» con una mesa y un final falso. El resto, simplemente lo construimos sobre la marcha dentro del ring. Yo prefería eso antes que una WrestleMania en un estadio. Los parámetros de la vieja escuela donde yo tengo el control. Fue algo único, y uno de los últimos combates de la vieja escuela que verás en WWE. Prefiero eso que un «momento creado» que luzca sobreproducido. Fue un momento puro de lucha libre».
Ese final falso hizo creer a muchos que el miembro de The Shield iría a WrestleMania 32 como Campeón WWE para enfrentar a Roman Reigns. Pero finalmente, el árbitro comprobó que uno de los pies de Triple H se encontraba debajo de una cuerda en el momento de la cuenta de tres. A posteriori, «The Game» aprovechó un codazo volador fallido del «Lunatic Fringe» sobre una mesa para aplicar su Pedigree.
