Hoy convertido en productor y entrenador de WWE, Tyson Kidd, no obstante, parece reticente a la hora de considerarse una Superestrella retirada.
En noviembre, confesó que únicamente la mediación de Vince McMahon le hizo recapacitar acerca de su implicación en el Royal Rumble varonil de 2019, si bien aquel incidente de la ceremonia del Salón de la Fama de WWE de ese mismo año que pudo costarle algo más que un susto a Bret Hart le sirvió de aviso.
Todo, cuando meses atrás, el pasado agosto, la rumorología cobró fuerza a raíz de un vídeo donde podía vérsele realizar movimientos luchísticos por primera vez desde su grave lesión en 2015 que lo apeó de la competición.
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Imaginarán que con tales insinuaciones, Kidd no dejará de ser preguntado por un potencial retorno a Villa Escándalo (que diría Héctor del Mar). Y así lo hizo The Angle Podcast al requerirle cuál sería su lucha ideal de retiro.
«En términos de un combate actual, sería yo contra Cesaro, o yo contra Harry, ¿o yo, Cesaro y Harry en un combate contra The New Day? Después de lesionarme, vi luchar a Jason Jordan y Chad Gable y pensé en la gran cantidad de combates que podríamos haber tenido. Creo que Gable es muy bueno».
Si el regreso de Tyson Kidd a los rings no se ha dado, seguramente también responda a su condición de luchador de medio cartel, al contrario que Edge. Así, luce lógico que Vince McMahon no quiera arriesgarse a una tragedia que poco rédito le reportaría, pese a que la división de duplas (y Cesaro) se vería muy beneficiada.