«La llave»

Llaves y palancas: “Candado Dragón con Palanca al Brazo” / Por Zebra Kid (Humberto Whijares)
Llaves y palancas: “Candado Dragón con Palanca al Brazo” / Por Zebra Kid (Humberto Whijares)

Saludos a toda la comunidad de Super Luchas,  espero que les guste la nota de esta semana. Si te perdiste la nota anterior haz clic aqui.

La principal carta de presentación de la lucha libre mexicana, desde sus inicios hasta nuestros días, es el llaveo como primera arma, es indispensable aplicarla y zafarse de ella. Una llave de lucha contempla el uso de complejas sumisiones para obligar al rival a rendirse y de intrincadas variantes  para realizar un conteo rápido al oponente antes de que pueda impedirlo, frecuentemente alternando entre ambas variantes. En este estilo en particular se confía más en la eficacia de la técnica de rendición que en la contundencia de un movimiento previo, y es muy común encontrar largas secuencias de reversiones protagonizadas por dos luchadores intentando atrapar al otro contrarrestando sus llaves.

Todo luchador que se reconozca a sí mismo como profesional debe de tener esto en su arsenal y para ostentar tal título,  debe de tener un entrenamiento muy riguroso para tener batallas sumamente duras.  El luchador profesional cumple su destino: encara con éxito sus pelas y convence a su público con entrega  y profesionalismo sobre el ring.

Cada castigo tiene  un nombre que generalmente se lo adjudica el que invento esas llave. Existen muchas llaves de lucha libre ahora mismo, pero faltan gran cantidad por ser creadas, eso depende de la creatividad de cada uno, fruto del trabajo que hay detrás de su entrenamiento, el dolor al que someten su cuerpo en cada lucha. Las horas de entrenamiento en el gimnasio hasta lograr su perfección llaves que enardecen al público. La mayoría de las llaves fueron inventadas por luchadores que han venido desde abajo.

La práctica, técnica y vasta trayectoria de algunos gladiadores hace que el intercambio de llaves y castigos se vea natural, este tipo de personas y sólo de este tipo se les conocen como maestros. Un ejemplo claro es ver una lucha entre Solar vs Negro Navarro, tres caídas llenas de llaves y movimientos elegantes, enérgicos y dolorosos.

Las llaves y castigos son el método más efectivo para rendir al rival, existen desde hace mucho tiempo, infinidad de estilos y variedades; la efectividad depende de la zona de impacto: las piernas, los brazos, cuello,  rodillas, tobillos, manos, codos, hombros, articulaciones. No importa si el contrincante está lleno de energía o si es más grande (un importante porcentaje de los luchadores de México se considera semi-completo) o más fuerte; una llave bien aplicada en el momento adecuado puede dar la victoria a cualquiera sin importa sus condiciones físicas. Hasta hace poco tiempo, pues al paso de los años ha sido enriquecida con grandes y espectaculares movimientos para obtener la victoria. Para luchas en mano a mano, pues su origen se remonta a un principio de “justicia”, no basta que un luchador gane solo una caída, sino que es necesario que confirme su superioridad en una segunda.

La llave es lo más demoledor que tiene la lucha libre. Que doloroso es ver descalificado un luchador cuando este ya ha ganado pero este se niega a romper la llave con el fin de lastimar a su contrincante.

Llaves y palancas: “El Pulpo”, creación de Blue Demon, aplica Zebra Kid
Llaves y palancas: “El Pulpo”, creación de Blue Demon, aplica Zebra Kid

Ver una lucha de don Pedro Perro aguayo, es afirmar las bases; y no es para menos con tan solo unos golpes y castigos diezmaba a sus rivales, golpes secos, fuertes, agresivos, contundentes, esos tiempos han quedado atrás, muy lejanos pues la lucha libre a variado: extrema, en jaula, encadenados entre otras. Es probable que los aficionados actuales se aburran con facilidad si observan una función  de antes, esta situación es muy lógica, es producto del cambio; sin embargo, hoy en día desgraciadamente las nuevas generaciones creen que las llaves se resumen a la mistica, la 619, la 450 splash, y varias más sin saber que se cuenta con un acervo luchístico de casi 80 años.

En el casi olvido han quedado llaves tan memorables como: (sin guardar orden cronológico) La Alejandrina de Black Shadow, el nudo de Tarzan López, la cerrajera (con sus variantes) de Enrique Llanes, el potro del Rayo de Jalisco, la Swástica del Nazi, la cañonera de Baby Face, el pulpo de Blue Demon, la rusa de Comando Ruso, la pierrothina de Pierroth, la cavernaria del Cavernario Galindo, la anibalina de Anibal, la horqueta del Halcón Negro, la valagueza del Chamaco Valadez, la noria del Villano V, el Cristo y un sin fin de llaves que si seguimos nombrando corremos el riesgo de aburrir.

No hay nada mejor que una lucha acabe o termine con una llave bien aplicada. Un luchador que domina el llaveo y el contra llaveo domina fácilmente a cualquier luchador de otro estilo; tal es el caso cuando el Negro Navarro dejo inconsciente, en medio del ring a nicho el millonario, después de someterlo con una estrangulación directa a la garganta,  en octubre del 2011. Después de la lucha el Sr. Navarro tuvo la humildad para reconocer el valor de su rival: “(Nicho) se muere en la línea, prefirió perder el conocimiento que  decir basta”.

¿Quién no jugo a las luchitas de chico? Y el momento culminante era cuando el rival se rendía. Sea por conteo o por una llave bien aplicada. Personalmente cuando se me complicaban las cosas recurría al DDT.

LA LUCHA SIGUE...
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8 comentarios en ««La llave»»

  1. Llave: Amarre físico entre el cuerpo del luchador y su rival que tiene el objetivo de flexionar una o más articulaciones en sentido contrario al normal con el objetivo de provocar dolor en el oponente y llevarlo a la rendición; o bien, someterlo para colocar su espalda plana sobre la lona y conseguir el conteo de tres reglamentario.

  2. Llave: Amarre físico entre el cuerpo del luchador y su rival que tiene el objetivo de flexionar una o más articulaciones en sentido contrario al normal con el objetivo de provocar dolor en el oponente y llevarlo a la rendición; o bien, someterlo para colocar su espalda plana sobre la lona y conseguir el conteo de tres reglamentario.

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