Siguiendo los pasos de sus ex compañeros de WWE y ahora nuevos compañeros de AEW, Shawn Spears rompió el silencio sobre su salida del imperio McMahon en declaraciones para con el periodista Chris VanVliet. Debe ser que ya nos mal acostumbramos, pero sorprendió que sus palabras no fueran continuos dardos para su anterior empleadora. Eso sí, reveló una íntima charla con el mismísimo Vince antes de decirle adiós.
Respetando la línea de tiempo cronológica, vayamos primero con sus grandes confesiones sobre NXT, un tiempo que recordó con añoro, pero donde no siempre fue feliz. Estando Bill DeMott como entrenador principal, afirmó, le comunicaron que «no estaba en los planes para ascender al elenco principal». Sin embargo, contribuye a Matt Bloom de haberle salvado la carrera con su llegada.
En sus últimos tiempos en la marca amarilla, ya como un talento consolidado y muy querido por la gente, sugirió una idea en la que le vería ganar el Campeonato NXT. No se trataba de ponerse a sí mismo por sobre los demás, sino de crear una historia de redención «con sentido», exponiendo su duro camino hacia el estrellato.
La idea, que tan sólo le vería poseer el oro por una semana antes de perderlo en las grabaciones, fue apoyada por Bobby Roode, entonces Campeón NXT, a quien los oficiales le preguntaron a quién quería enfrentarse en el siguiente Takeover. El monarca pidió por Dillinger, pero éstos le replicaron que «le tenían otros planes».
Ya en SmackDown, dice que nunca tuvieron planes para él y que le notificaron temprano que iban a utilizarlo de una cierta manera y que «lo tomara o se fuera». Nunca tuvo una historia, y asegura que para el final, no era feliz y le estaba afectando a su vida diaria: no disfrutaba de sus días libres porque sabía que tenía que regresar a la carretera.
— Su charla con Vince McMahon el pasado febrero:
«Falta credibilidad [en WWE]. En una de las últimas conversaciones que tuve con Vince, fui a su oficina y le dije lo que tenía que decirle. Esa es la más grande diferencia entre ambas compañías [WWE y AEW]. El talento necesita credibilidad. No necesariamente impulsos, sino credibilidad.
«Si estás viendo el producto, dos chicos salen y ya sabes quién ganará la lucha guiándote únicamente por las entradas, y ese es un problema.
«Porque ahora le estás dando a la audiencia la oportunidad de cambiar el canal; les damos la oportunidad de que tomen sus celulares… y no les importa. No se interesan. Y eso es lo que le dije al Chairman [Vince]. Le dije, ‘con todo respeto, creo que estamos insultando a nuestra audiencia’. Él me miró y dijo, ‘oh, diablos’. Pero todavía sostengo ese sentimiento».
— Estuvo a un día de no aparecer en Double or Nothing:
«Pedí por mi liberación el día de mi cumpleaños, el 19 de febrero. Me la otorgaron el viernes 22, pero necesitaba que se hiciera el papeleo para oficializarlo y recién lo hicieron la semana siguiente. Si hubiesen esperado unas 24 horas después, no habría podido haber aparecido en Double or Nothing [debido a la cláusula de 90 días de no-competición]. Sabían lo que estaba ocurriendo [con AEW], así que creo que fueron muy amables y me dejaron hacer lo que quisiese, incluido Double or Nothing».
— Si estaba nervioso antes de aparecer en Double or Nothing:
«Estaba muy asustado porque estuve mucho tiempo fuera y mi carrera en WWE no fue exactamente como esperaba que fuera, especialmente después de NXT y el personaje de ‘Perfect 10’. La realidad es que si le dices algo a la gente por tanto tiempo, bueno o malo, ellos empezarán a creerlo.
«Y por mucho tiempo, el panorama pintaba que yo no era un personaje exactamente muy utilizado. Mucho tiempo pasó, mucho tiempo en lo bajo, así que al estar en Double or Nothing pensé, ‘Dios, espero que me recuerden, espero que reaccionen y les importe que estoy aquí’. Esa era mi máxima preocupación».
Durante sus últimos meses en WWE, Spears estuvo hablando con un amigo suyo que trabajaba en AEW, pero no tocaron el tema negocios por cuestiones legales. Tan pronto como terminó su contrato, comenzaron las conversaciones. Como el cartel para el evento ya estaba hecho, lo único que pudieron darle era un lugar en el Casino Battle Royale: «Dame lo que sea», le dijo.
El amigo era Cody. De todos modos, siento que como campeón de NXT, hubiera pegado similar a como vimos con Bayley o Zayn.
De los de NXT era de los que más me gustaba pero siento que faltaba que llevaran su personaje a otro nivel, solo decir 10 funciona un rato pero en un momento aburre y eso es lo que pasó.
Por otro lado, el hombre ya ganó en la vida, hasta donde sé anda con una de las Tetonics.
Darle el campeonato a un genérico. Vaya y ahora Gargano es campeón.
En algo tiene razón, WWE nos vendio por tanto tiempo la idea de que es un Jobber que cuesta trabajo imaginarlo como un estelar