Johny Hendricks es uno de los peleadores activos que más problemas ha tenido en su carrera, al menos en los últimos años, para dar el peso para una pelea. Por esta razón tomó la decisión de dejar de competir en el peso wélter y subir al peso mediano.
En febrero tuvo su primera pelea, en la que consiguió derrotar a Héctor Lombard. Este mismo mes, en el reciente evento en vivo UFC Oklahoma City, tuvo la segunda pelea en la división, en la que fue derrotado por Tim Boetsch tras no poder dar el peso.
El ex campeón marcó en la báscula 188 libras, cuando la cifra debe ser de 185, aunque se permite llegar hasta 186. Fue sorprendente, aunque no tanto conociendo su pasado, porque se supone que ahora le sería mucho más fácil mantener el peso en la nueva división.
Hoy el peleador explica por qué no consiguió hacerlo.
«El miércoles empecé a tener fiebre. Es fácil hacer 185 libras, pero no si estás enfermo. No quería cancelar la pelea, pero tampoco podía esforzarme demasiado en bajar de peso porque no sería bueno para mí. El viernes mejoré y me puse al 100% para tratar de adelgazar, pero mi cuerpo no me lo permitió. Podía haberme curado pero hubiera subido de peso y no habría podido pelear. Entonces habría perdido once semanas de campamento de entrenamiento. 185 libras es un peso fácil de hacer. Si quieren que pelee la semana que viene, lo hago«.
Fuente: MMA Fighting