“Roddy Piper fue el villano perfecto en la lucha libre”, son las palabras con las que el veterano comentarista y miembro del Salón de la Fama WWE, Jim Ross, define al recientemente fallecido luchador y actor.
En la más reciente entrada de su blog, Ross dice que lo que le daba la calidad de villano perfecto era que no tenía miedo, era todo un temerario:
“No tenía problemas con poner su propia seguridad en riesgo, y no pretendía ser ‘cool’, sino ser un individuo verdaderamente despreciable que estaba a la altura de lo que se esperaba de él y que hacía que los aficionados pagaran por ver que recibiera su merecido.
“Roddy no tenía problemas en emprender la retirada cuando era el momento preciso, y estaba dispuesto a hacer trampa para lograr la ventaja, ganando luchas de manera antiética, con métodos que ahora les faltan a la mayoría de los rudos de la lucha.
“Sin Roddy Piper, la WWF hubiera tenido un desafío más grande para desarrollar su nuevo estilo a mediados de los ochenta, encabezado por el superhéroe Hulk Hogan. Con el lanzamiento de WrestleMania I, Vince McMahon prácticamente hipotecó todo el futuro de su compañía en un solo evento. Las contribuciones de ‘Rowdy’ Roddy Piper a WrestleMania I nunca deben ser olvidadas.
“El arte de ser un rudo en la lucha es una habilidad en extinción, que con el tiempo, si no se recupera, erosionará los cimientos mismos del negocio”.