Durante sus años en la WWE, Jim Ross trabajó muy de cerca con Vince McMahon ocupando una diversidad de roles. Desde comentarista, llegando a ser conocido como «la voz de la WWE», hasta vicepresidente ejecutivo de relaciones con el talento, encargándose de buscar y contratar a luchadores. «Yo firmé a Cena, Orton y Lesnar», reivindicaba el veterano hace unos años.
27 years ago today on Monday Night Raw Vince McMahon used the famous line
«Bret screwed Bret»
During an interview with Jim Ross about the Montreal Screw-Job#WWERAW pic.twitter.com/6J7M3bcMG9
— FADE (@FadeAwayMedia) November 17, 2024
► La mano derecha del mandamás
En una época, era considerado la mano derecha de McMahon. ¿Cómo fue aquello? O no tanto cómo sino en qué momento ocurrió, pues hablamos de uno que fue la Attitude Era, un antes y un después necesario para la existencia de la WWE y su victoria sobre WCW en las Monday Night Wars. Ross lo recuerda en su podcast, Grilling JR.
«Quería una presentación deportiva. Una presentación que se sintiera real, que hiciera más fácil suspender tu incredulidad en el mundo falso de la lucha libre profesional. Además, el talento lo quería. El talento estaba motivado para ir por ese estilo y trabajar un poco más fuerte, mantenerse creíble. Deshagámonos de todos esos personajes de dibujos animados. La ironía es que algunos de esos personajes de dibujos animados podrían funcionar, simplemente se les puso en una posición diferente. Lo de los dibujos animados tenía que irse.
«Ese era mi objetivo, tratar de darle a los fanáticos más realidad y una programación más realista. La lucha libre profesional tiene una mala reputación de todos modos, Connie. La gente quiere… saben que es entretenimiento. Escenificado, si se quiere. Pero no tenemos que ser tan directos al respecto. Esos son elementos, no la base. Eso fue lo que tratamos de hacer, y los chicos lo disfrutaron, les gustó ese estilo. Lo lograron, el talento merece mucho crédito por eso.
«Sí, eso era lo que él quería. Tuvimos horas de conversaciones, creo que nuestras conversaciones fueron… no sé cómo decirlo, nuestras conversaciones fueron muy enfocadas y Vince tenía los mismos objetivos. Quería tener un producto serio. Volver a la seriedad de los viejos tiempos, sin duda, pero ¿cómo lo hacemos? ¿Cómo hacemos esa transición? Ese fue el desafío.»