Es de sobra conocido que Vince McMahon da instrucciones a los comentaristas de WWE a través de sus auriculares desde la llamada «Gorilla Position» mientras ve personalmente cada cosa que sucede en un PPV o show semanal. En ese caso fue una llamada de teléfono y no un mensaje a través de los auriculares y no fue la típica instrucción pero hace unos meses Jerry Lawler recordó una curiosa anécdota de cuando el mandamás lo llamó en pleno evento para que cambiara de sitio su corona detrás de la mesa de narración.
Esas instrucciones son de todo tipo y van dirigidas en ocasiones no únicamente a quienes están comentando, sino que son para que estos las den a otra persona, como al réferi. Y a veces son a gritos, como recordó recientemente Jim Ross.
El ahora narrador de AEW comentó lo siguiente durante una entrevista con Chris Van Vliet:
«Les digo a estos muchachos que no han trabajado en un sistema en el que su macho alfa les dice qué decir y, a veces, todos cometemos errores de juicio, pero yo no trabajo bien de esa manera. No puedo hacer bien mi trabajo si tengo a alguien en el oído gritándome. A Taz no le gustaba eso, ni a Mick Foley. No pudieron manejarlo y lo entiendo. Yo crecí con un padre muy parecido a Vince, muy exigente, muy macho alfa, luego trabajé para Cowboy Bill Watts, que tal vez fuera el hombre más alfa de todo el maldito equipo. Así que cuando empecé a trabajar con Vince después de haberlo con Dusty Rhodes fue muy fácil. Eso es también porque no me enojo fácilmente. Puedo enojarme un poco, pero eso no afectará a mi trabajo».
Ross afirma que en su actual empresa no tiene a nadie que le diga lo que tiene que hacer, únicamente a Keith Mitchell, con quien habla en los descansos de un evento.
Algunos jefes son así, de hecho la mayoría tienen esa tendencia