Jaime Munguía es el ejemplo perfecto de que cuando una puerta se cierra, una ventana se abre.
Y es que el boxeador mexicano fue considerado para reemplazar a Saúl «Canelo» Álvarez en la pelea que Gennady Golovkin tiene programada para el 5 de mayo.
Al final fue Vanes Martirosyan quien resultó elegido para enfrentar al kazajo.
Y es que Nevada no aprobó a Jaime Munguía como retador de «GGG» porque el récord del mexicano era muy escaso para una pelea de la magnitud.
(Pero Conor McGregor con su maravilloso récord de 0 ganadas, 0 perdidas y 0 nocauts en boxeo fue muy buena lona recorrida para enfrentar a Floyd Mayweather)
Aparte, hacía pocos días de que Munguía había tenido una pelea. Enfrentó y noqueó a Jhonny Navarrete en una pelea muy emocionante y de revancha.
Munguía deseaba la pelea y aunque se mostró un poco decepcionado pero como buen guerrero mantuvo en ánimo.
Y es que algo igual de bueno le vendría después.
A finales de abril se informó que Jaime Munguía será el retador de Sadam Ali, quien es el campeón de peso superwelter de la Organización Mundial de Boxeo.
No es una pelea de la misma exigencia, ni del mismo perfil que con Golovkin, pero es una gran oportunidad para Munguía para lucirse en Esatdos Unidos, para que más gente lo conozca y para tratar de obtener un cinutrón mundial.
No hay que descartar a Ali, es un campeón fuerte que le arruinó la noche de retiro a Miguel Cotto y le quitó el cinto al boricua.
Así que de ganar, Murguía se volvería un gran rival a vencer y un nuevo campeón mexicano.
Para eso deberá esforzarse mucho, entrenar a fondo y ser muy inteligente para poder hacer un gran papel, lo suficientemente bueno para convertirse en campeón.
Esperemos a ver qué tienen que ofrecer estos dos boxeadores el 12 de mayo.