Jaime Munguía refrendó su cinturón superwelter de la Organización Mundial de Boxeo.
Liam Smith fue el rival. Aquel que Saúl «Canelo» Álvarez noqueó en nueve rounds.
Acá Munguía hizo una pelea muy interesante. En ocasiones sus golpes parecían olas de un mar enfurecido. Luego ya no.
La cosa es que su poder le jugó a favor y por eso salió avante en la contienda. Eso y que tiene la cabeza dura.
Resulta que su ataque fue muy frontal y en la mayor parte de las ocasiones fue violento.
Aprendió de ver a «Canelo» y buscó la zona blanda de Smith para doblarlo.
Smith sabía que Munguía se le iba a echar encima, por lo que hizo mucho trabajo de cintura. En serio mucho.
La fuerza de Munguía se hizo evidente desde el principio pero no cobró dividendos rápido porque su estrategia de ataque fue precipitada.
Smith recibía pero también conectaba y lograba escapar por algunos espacios que le dejaba el campeón.
Munguía no aprovechó ser el hombre de brazos más largos y en lugar de usar los jabs, buscó la pelea en corto con upper cuts y ganchos al cuerpo.
Sin embargo le fue ganando terreno.
En cuanto Munguía le hacía sentir sus golpes a Smith, el inglés bajaba las revoluciones.
Si bien el daño que provocó Jaime no fue efectivo al momento, sí fue acumulativo, de modo que poco a poco mermó su fuerza.
Y es que en los primeros rounds Munguía desperdició golpes y espacio.
Pero del cuarto round en adelante mejoró su precisión y empezó a tomar control de la pelea en corto y dañó al cuerpo y la cabeza.
En el sexto round Munguía conectó un volado de izquierda por encima del oído y Smith se fue a la lona.
El inglés se levantó y continuó pero su plan estuvo más enfocado en impedir ser conectado que en conectar el mismo sus golpes.
Le benefició en función de que hizo fallar a Munguía. Pero de todos modos recibió castigo cuando Munguía se plantaba bien y metía combinaciones.
Sin embargo, con todo y la fuerza, con todo y la presión, con todo y que fue mejor, Munguía fue muy errático.
Lo que hizo bien le sirvió para ganarle a Smith, pero lo que hizo mal (como esquivar hacia adentro, cachar golpes con la cabeza, la falta de bending) fue evidenciado y a buena hora en la carrera de Munguía.
Basados en eso deberán rectificar y mejorar para que el aún campeón de peso superwelter de la Organización Mundial de Boxeo sea un monarca duradero.