Aunque puede que sus caminos no se crucen como él esperaba, lo cierto es que no hay amor perdido entre Ian Machado Garry y Colby Covington. El invicto irlandés ha pasado unos cuantos meses de 2024 yendo y viniendo con el ex campeón interino.
Covington era el rival al que quería enfrentarse en el UFC 303 de junio, que habría sido el evento coestelar perfecto para el regreso de Conor McGregor contra Michael Chandler. En su lugar, Garry conseguiría el espacio de apertura de la tarjeta principal contra la ex estrella de Bellator Michael «Venom» Page que ganó para permanecer invicto.
Teniendo en cuenta la guerra de palabras entre ellos que se remonta a UFC 296 en diciembre del año pasado, donde estaban programados para compartir la tarjeta entre sí antes de que Garry se retirara debido a una enfermedad, sólo tenía sentido volver a este enfrentamiento.
Con todo el tiempo que ha pasado intentando que «Chaos» peleara con él, no es de extrañar que se sintiera frustrado cuando se produjo el cambio de peso welter. Garry aceptó luchar contra Joaquin Buckley en el evento principal del UFC Tampa el 14 de diciembre, admitiendo recientemente que la pelea no le entusiasmaba, pero que nadie clasificado por encima de él aceptaría el combate.
Cuando Belal Muhammad se retiró de la defensa de su título UFC 310, Garry le sustituyó para enfrentarse a Shavkat Rakhmonov este sábado, mientras que Covington intervino para enfrentarse a Buckley la semana siguiente.
En una reciente aparición en The Ariel Helwani Show, Garry reaccionó a la negativa de Covington a pelear con él sólo para aceptar una pelea con «New Mansa» en su lugar para la misma fecha que el irlandés era originalmente el objetivo.
«Estaba furioso, ¿cómo crees que me siento? Porque he estado gritando y vociferando sobre pelear con ese hombre desde las vigas», dijo Garry. «Este hombre ha hecho vídeos sobre mí, mi mujer, mis hijos… hablando de toda esta m*erda. Y aquí está este hombre evitándome como a la peste, y luego en el segundo en que reservo contra el hombre más temible de la división, es como, ‘Oh, voy a pelear en Florida’.
«Esto demuestra que es un cobarde, que no quiere tener nada que ver conmigo», continuó Garry. «La verdad es que ya sé que le he vencido. Sé que ya le he vencido mentalmente. Es débil. Es un cobarde absoluto».