Hoy es el segundo aniversario luctuoso de Paul Bearer

Hay ocasiones en que no entiendes por qué la vida te pone tantas pruebas y te da tan pocas oportunidades, pero sigues aferrado a tu sueño, sigues peleando por él, y en el momento más inesperado llega la oportunidad de demostrar quién eres y para lo que tanto te preparaste.

Ése fue el caso de William Moody, un joven de un pequeño poblado de Alabama, llamado Mobile, que fue cautivado por la magia de la lucha libre desde su infancia. Ya en su adolescencia, comenzó como fotógrafo en las pequeñas empresas de su región.

Entrenó para ser luchador y debutó enmascarado como Mr. X, en Greenville, aunque tenía otra pasión: las ciencias mortuorias. Estudió y trabajó en varias funerarias y la morgue local. Pensando en estas dos facetas, sus siguientes nombres como gladiador fueron The Mortician y The Embalmer.

Hacia 1978 decidió dejar la universidad y sus demás trabajos para concentrarse únicamente en la lucha libre, comenzando a usar el mote de Percy Pringle III, que lo acompañaría gran parte de su vida, usándolo incluso para firmar sus cartas personales.

En 1984 llegó una gran oportunidad: Ser el manager del principal rudo de Florida: Rick Rude. Fritz Von Erich puso el ojo en lo que ambos podían hacer juntos: en el potencial de Pringle para prender a la afición y en las capacidades atléticas de Rude. Decidió entonces llevarlos a su WCCW en Texas, donde Rude consiguió el cinturón máximo de la compañía con ayuda de Pringle.

Ravishing Rick Rude y Percy Pringle en el Texas Stadium.
Ravishing Rick Rude y Percy Pringle en el Texas Stadium.

Al poco tiempo, Rude decidió emigrar hacía otros horizontes, pero sin su manejador, quien permaneció en la misma empresa fungiendo como manager de gladiadores como The Missing Link, Matt Borne, Buzz Sawyer, Eric Embry, The Great Kabuki, The Dingo Warrior (Ultimate Warrior), Steve Austin, Ted Arcidi, Steve y Shaun Simpson, Black Bart, Iceman King Parsons, y con un gladiador que estaría muy presente en el resto de su carrera: Texas Red (Mark Callaway); además de hacer otras funciones dentro de la empresa, tanto en oficinas, vendiendo la mercancía o hasta de comentarista.

Las cosas en WCCW no iban bien y el trabajo para él disminuyó considerablemente cuando esta empresa comenzó a coproducir funciones con USWA. Paralelamente, Mark Callaway había firmado un contrato con WWF, y a finales de 1990 había debutado como The Undertaker, quien al ser un personaje de ultratumba no podía hablar demasiado así que te tenía que tener un manager. El elegido para este cometido fue Brother Love. El personaje de ultratumba impactaba, sin embargo, le quitaba parte de esa fuerza misteriosa el hablantín Love.

El mundo estaba por descubrir a Paul Bearer, quien con sus conocimientos sobre las ciencias mortuorias logró de inmediato adaptarse a lo que se esperaba. Todas las tablas adquiridas como manager de grandes en arenas pequeñas sirvieron para darle a The Undertaker la fuerza mística que necesitaba para consolidarse como el gran rudo que la WWE necesitaba.

Paul usó todos sus recursos para esto. La presencia de su inseparable urna que le concedía al Taker el don de levantarse después de haber sido sometido a castigos inhumanos, sus tremendas gesticulaciones que impactaban en los close ups de las transmisiones, su habilidad para transmitir los conceptos de su dirigido, y claro, su clásico e inconfundible grito “Ooooh yes!” impactaron a todos los que lo vimos. Eventualmente fue necesaria la separación de estos dos íconos para que Bearer apoyara a nuevos personajes como Kane y Mankind, que aunque eran gladiadores ya hechos y derechos, no tenían las tablas para infundir los sentimientos oscuros que se pretendían con ellos.

Así, Bearer se convirtió en el padre de Kane y en el mentor de Mankind y con ambos combatió a The Undertaker infructuosamente.

Mankind Paul Bearer Kane

A principios del nuevo siglo, The Undertaker había dejado de ser el personaje tétrico y se volvió un motociclista agresivo. Kane decidió que ése no era su hermano y lo sacó de circulación por varios meses después de enterrarlo vivo en una lucha.

A unos meses de Wrestlemania XX, Kane empezó a ver y escuchar cosas extrañas, cosas que sólo su hermano podía provocar. Así, Kane tuvo que retar a The Undertaker a un encuentro en el magno evento de la WWE. La sorpresa principal en la presentación del Taker no fue que volvió con su música tenebrosa y su viejo look, sino la presencia de Paul Bearer. Ambos fueron recibidos con tremendas ovaciones por toda la afición del Madison Square Garden.

Aunque sus apariciones en la multinacional fueron más eventuales, él nunca dejó la lucha libre, no sólo como manager, sino que promovió muchas funciones en su natal Mobile. Alguna vez declaró: “Siento que la lucha libre independiente es la raíz de este negocio. Si dejamos morir las raíces, morirá todo el árbol”.

Así siguió compartiendo su pasión y su amor por el deporte espectáculo, hasta el último día de su existencia después de sufrir bastantes problemas con su vesícula biliar.

El 5 de marzo de 2013, a los 58 años de edad, dejó de existir el que posiblemente haya sido el mejor manager de la historia de la lucha libre. Un verdadero ícono de nuestro amado deporte. En paz descanse.

(Publicado originalmente en SÚPER LUCHAS #502, 10 de marzo de 2013)

kane y taker homenaje a paul bearer

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