Horrible recuerdo de Al Snow: «Se aburrieron de vi*larme»

En 2019, el ex luchador de WWE y actual propietario de la escuela Ohio Valley Wrestling «Simply Sensational» Al Snow publicó su autobiografía, ‘Self Help: Life Lessons from the Bizarre Wrestling Career of Al Snow’. En ella, entre otros muchos recuerdos, podemos encontrar el pasaje que leemos a continuación y que deja ver un lado muy oscuro de su icónica carrera en particular y de la lucha libre profesional en general.

► Las memorias de Al Snow

Al Snow

«Capítulo 26: Cómo lidiar con el desastre

El tombstone que rompió mi cuello ni siquiera fue la experiencia más dolorosa que tuve en el ring. Al principio de mi carrera, cuando estaba luchando en Indiana, fui a caer con el codo sobre un oponente. Había dejado su mano al lado con el puño cerrado, y no lo vi hasta que ya estaba cayendo. Cuando aterricé, le rompí la mano y le fracturé el coxis. El instante en que sucedió, el dolor fue cegador. La adrenalina se activó, así que terminé el resto del combate, pero cuando llegué al vestuario y me metí a la ducha, todo me alcanzó de golpe.

Dejé caer el jabón, me agaché para recogerlo y no pude levantarme. Estaba congelado allí contra la pared, con las manos en las rodillas, desnudo. Los luchadores están tan desensibilizados al dolor de otras personas que los demás en el vestuario pensaron que era gracioso: fingieron sodomizarme, luego me orinaron en los pies y me metieron los dedos en el trasero. ¿Qué podía hacer? Después de que se aburrieron de violarme, me ayudaron a levantarme. Tuve que sentarme de un lado de mi cadera durante los trayectos en coche porque no podía poner peso en mi coxis. Durante meses, un dolor agudo me atravesaba cada vez que recibía un golpe.

Sin embargo, el peor dolor que he experimentado en el ring vino de un simple «small package». Hay un pequeño bulto en la parte posterior de tu cabeza. Ese bulto contiene un grupo de nervios justo debajo de la piel. Cuando mi oponente me hizo rodar sobre la lona, golpeé ese bulto, y no puedo explicar cuánto dolió. Me han dejado inconsciente Dios sabe cuántas veces, he tenido conmociones cerebrales, brazos rotos, rodillas destrozadas, costillas fracturadas, una ingle desgarrada, pero esto fue lo peor. Vi un destello blanco y caliente, luego mi visión desapareció momentáneamente, y el dolor fue tan intenso que de inmediato me puse violentamente enfermo, rodé fuera del ring y comencé a vomitar. Es la única cosa que he experimentado que dolió tanto que me hizo vomitar.

Considerando todo esto, es bastante fácil entender cómo la gente que hace lo que hacemos puede terminar enganchada a los analgésicos o abusando del alcohol y otras drogas para poder seguir adelante. Cualquiera que entre en el negocio de la lucha libre necesita saber que esto va a tener un gran impacto en su cuerpo y que van a sufrir por ello más adelante en la vida. Yo simplemente me he acostumbrado a vivir con dolor, y no tiene sentido quejarse al respecto».

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