Últimamente Hornswoggle ha estado hablando mucho de sus años como Superestrella de WWE. El veterano luchador abandonó el imperio McMahon en 2016 después de una década y desde entonces se encuentra trabajando en el circuito independiente. Su último combate hasta la fecha dada del 29 de abril de este mismo 2021: venció a Wes Barkley en el evento AIW Hello Cleveland.
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► «La gente no quería bromear conmigo»: Horswoggle
En una reciente entrevista con Inside the Ropes el gladiador de 35 años compartió que sus compañeros en WWE tenían miedo de bromear con él a pesar de que él siempre ha sido una persona divertida que disfruta de la comedia. ¿El motivo de ese temor? Swoggle apunta a su buena relación con Finlay, una leyenda que siempre ha sido muy respetada en la compañía.
“Creo que la gente a veces tenía miedo de meterse conmigo debido a mi relación con Fit, como él es y siempre será mi padre, mi padre luchador. Tengo tres papás, tengo a mi verdadero papá, tengo a Fit y tengo a Tommy Dreamer. Y no podrían ser más opuestos entre sí. Pero me encanta que sea así.
«Así que no solía ser el objetivo de las bromas, y si lo era, generalmente era por Fit. Yo era el principal grano en el trasero del vestidor, al 100%. Estoy bien con eso. Una vez más, siempre intentaba hacer sonreír a la gente, ya sea que fuera a expensas de otra persona. Estaba mejorando el día de todos».
Hornswoggle recuerda también las giras que realizaban, contando cómo se entretenían en las semanas que pasaban en el extranjero:
«Recuerdo cuando hacíamos las giras en el extranjero, que estábamos 17-20 días. Hacíamos 7-8 días de grabaciones para televisión y aun teníamos una segunda mitad de la gira. Necesitábamos un botón de reinicio para motivarnos. A veces jugábamos a las cartas, a veces hacíamos torneos de ginebra con 16 participantes. Tony Chimel los organizaba.
«Yo gané alguna vez y fue genial que todos, desde John Cena hasta los árbitros estuvieran en esos torneos. A veces jugando a las cartas el Big Show se enojaba o rompía una carta para que no pudiéramos jugar. Big Show no era un buen perdedor a las cartas, pero nos encantaba jugar con él. Prefiero que alguien sea mal perdedor que mal ganador. Si golpeo a un mal perdedor todavía me siento bien conmigo mismo».