¿Hay más? Esto pasó en la reunión que acabó en los despidos masivos de WWE

Ya lo veníamos anticipando y fue así: otra tanda de despidos conmovió a WWE en el día de hoy. ¿Los afectados? Tyler Breeze, Fandango, Killian Dain, The Bollywood Boyz, Marina Shafir, August Grey, Arturo Ruas, Curt Sallion, Chase Parker, Matt Martel, Tony Nese y Ariya Daivari. Como no podía ser de otra forma, la salida masiva de Superestrellas está siendo la charla de la industria por estas horas, y la información que surge ahora ha logrado echar más leña al fuego.

Como lo veníamos sospechando desde el principio, el Presidente de WWE Nick Khan ha sido el responsable de hacer de las liberaciones un hecho constante a lo largo de este año, confirmado ahora por Sean Ross Sapp del portal informativo Fightful, que además dio a conocer otras intimidades del puertas adentro que se estuvieron gestando durante esta jornada tan movida. ¿De qué se trata? Acá te lo contamos.

► La reunión en la que se decidieron los despedidos

El viernes negro del 25 de junio acabará con otro episodio de SmackDown tras la decisión de cortar lazos con trece luchadores. Pero a varias millas del Thunderdome, en las oficinas centrales de WWE en Stamford, Connecticut, Khan condujo esta tarde una reunión clave con otros directivos para discutir de la situación actual de la empresa y el porqué de los recientes despedidos que se produjeron durante los últimos meses.

Allí, donde todavía no se ha revelado si figuró el otro Presidente, Vince McMahon, se tomaron también las decisiones en lo concerniente a qué individuos dejar ir otra medida de recortes presupuestarios. Según Fightful, algunos nombres que no se hicieron públicos por estas horas estaban en la lista de salidas, mas se desconoce si se comunicarán más adelante o si éstos fueron removidos más tarde, algo que no sería nuevo, pues de acuerdo al sitio, varios gladiadores «se salvaron» a último momento durante los recortes de este 2021.

Sapp también tuvo una interesante acotación en sus redes sociales, que por alguna razón borraría:

«Nos han dicho que Nick Khan específicamente ha aceptado tomar toda la responsabilidad [de los despidos] y no parecía preocupado sobre los planes previos, los proyectos, el individuo o con quién estaba casado, cuánto tiempo estuvieron empleados, o la situación en la que estaban».

Esto ha sido reafirmado por otras informaciones. Marina Shafir, mujer de Roderick Strong y ex miembro de las Four Horsewomen de las MMA, que venía trabajando en NXT desde su contratación de 2018 y había quedado en una posición complicada después de que su amiga Jessamyn Duke fuera despedida en abril, estaba a punto de volver a ser una fija en la programación justo antes de recibir la noticia. Según PWInsider, el plan era cambiar su nombre luchístico y que recibiese un cambio de personaje. Claro que todo cambió esta tarde.

Sorprendió además que varios de los afectados de hoy pertenecieran a la marca 205 Live, y hay un motivo concreto: se dice que todos ellos tenían contratos más elevados que los que se han estado firmando últimamente.

Otro dato interesante es que algunas de las Superestrellas afectadas no están bajo la cláusula estándar de los 90 días de no-competición. Mientras que Killian Dain o Tony Nese han asegurado que sí deberán cumplir los tres meses de inactividad, August Grey, que era relativamente nuevo en la compañía, sólo deberá estar alejado de los cuadriláteros por 30 días.

► El motivo de los recortes

Se ha dicho mucho que WWE ha estado haciendo limpieza sin necesidad, lo que puede ser una realidad para algunos y algo surrealista para otros. Por una parte, es verdad que que no iban a ir a la quiebra ni iban hacer números en rojo de no haber tomado las medidas que hemos visto en estos tiempos. Las cantidades que la empresa produce en ganancias (solamente con sus tratos televisivos) son astronómicamente superiores a las que podrían llegar a perder hasta en un caso extremo, y mantener a la mayoría de aquellos empleados que dejó ir en este 2021, caso por caso, no habría hecho significantes diferencias financieras.

Según se ha venido rumoreando últimamente, hay un apellido clave en esta discusión, y se trata del Presidente de la WWE. No Vince McMahon, sino Nick Khan.

Khan arribó a la organización hace varios meses atrás con el objetivo de encargarse de la parte «no luchística» de la WWE —en otras palabras, encargarse del aspecto económico y todo lo que eso conlleva, como administrar la expansión o negociar acuerdos de todo tipo, como se dice que está haciendo con New Japan—. Suplantando a George Barrios y Michelle Wilson, Khan llegó pisando fuerte y dispuesto a hacer grandes cambios estructurales dentro de la empresa, ganándose rápidamente el respaldo de un McMahon que hasta este punto se había mostrado mucho más cauteloso con sus medidas, probablemente debido a una visión diferente de sus previos administradores.

Desde el punto de vista de una corporación enorme como lo es WWE, cuanta más ganancia, mejor negocio. Khan, por lo que parece, aconsejó «pasar la escoba» y no sólo recurrir a los recortes presupuestarios que solían ocurrir en las temporadas post-WrestleMania: las medidas también impactaron en las oficinas, con muchas áreas siendo unificadas debido a lo que se entendía como una «redundancia» en algunos puestos. En definitiva, la ola de despidos en los diversos sectores hicieron que, en suma, se «ahorrara» una importante cifra que, a la larga, se verá reflejada en los resultados económicos anuales (y generales).

Breezango, dos de los veteranos que fueron despedidos en el día de hoy.

Sabemos que previo a la aparición del covid-19, WWE había renovado los contratos de varios de sus gladiadores por números desorbitantes a raíz del miedo a que éstos decidieran abandonar el barco y saltar a la flamante nueva grande de la lucha, All Elite Wrestling. No obstante, es evidente que Khan ha logrado cambiar la mentalidad de McMahon: no hay que temer a AEW, pues es más importante retener el dinero que al talento que realmente no hace una gran diferencia, cuando en verdad hay más que suficiente, quizá más del que debería.

De ahí la liberación de tantos nombres. Es evidente que WWE le ha perdido el miedo a AEW, o bien al «qué pasará» cuando éstos emigren de una empresa a la otra. A esta altura está claro que a menos que un Brock Lesnar o un Roman Reigns o un John Cena den el salto —algo que no sucederá, y McMahon se encargará personalmente de ello—, los de Tony Khan no lo tendrán nada fácil a la hora de alcanzar lo que a Vince le incomodaba en un principio: una promoción que le diera dolores de cabeza, como lo fue WCW en algún momento. La visión cambió. Del monopolio, a concentrarse en las ganancias, básicamente.

Porque decíamos que muchos de los contratos que McMahon negoció personalmente con sus Superestrellas, algunos hasta de cinco años y números que hasta hacía dos años eran impensados, hoy pueden ser vistos como una mala estrategia financiera. Ya no se trata tanto de la pandemia, pues poco a poco ya está volviendo a una especie de «normalidad» dentro los Estados Unidos y la realización de shows con público. Otra vez, todo se reduce a aligerar los números y la creencia de Khan de que menos puede ser más.

Con la vuelta de WWE a la carretera, es posible que se haya querido hacer aun más recortes. Como ya se ha dado a conocer, dada la cancelación de todos los eventos no televisados por el coronavirus, WWE se dio cuenta de que estaba perdiendo dinero en ellos cuando se hicieron los balances de fin de año. Como resultado, lograron otro récord histórico de ingresos en 2020. Pero debido a su inmensidad, WWE no puede quedarse quieta en el Thunderdome por siempre, y por eso es que volverá pronto a hacer shows por todo el país, aunque probablemente bajo un calendario no tan intenso. Son esas pérdidas que tanta diferencia hicieron las que también influyeron en tantos movimientos.

LA LUCHA SIGUE...
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