La fiesta salvaje de Vince McMahon en un strip club

Antes de que la WWE implementara la política antidrogas, Vince McMahon protagonizó una noche legendaria llena de excesos, risas y caos junto a sus luchadores. Entras otras muchas razones, el exmandamás de la empresa de lucha libre que podría estar buscando recomprar en la actualidad es conocido por controlar absolutamente cada uno de los aspectos; sin ir más lejos, al parecer quería tener el control de Bare Knuckle FC.

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► Antes del control, descontrol

Para conocer la historia que nos ocupa en esta ocasión volvemos a Hitman: My Real Life in the Cartoon World of Wrestling, una de las autobiografías de Bret «The Hitman» Hart.

Bret Hart

La misma de la que hablábamos hace unos días descubriendo la vez que Harley Race dejó inconsciente a Owen Hart para vengarse de una broma. En el libro, el miembro del Salón de la Fama relata esa fiesta salvaje en la que McMahon perdió el control:

“Había estado en El Paso, donde unos amigos que llamaba Cheech y Chong me dieron una enorme bolsa llena de mota mexicana… Por supuesto, antes de las grabaciones en San Antonio, Vince convocó una reunión para informar a todos los luchadores que en pocas semanas el control antidrogas se ampliaría para cubrir cualquier droga no prescrita, incluida la marihuana. Vince dijo que con el FBI y los medios esperando cualquier escándalo, la WWF no podía correr ese riesgo.

Creía –y aún creo– que la decisión de Vince fue miope. Al quitar la marihuana del menú, más luchadores terminaron como alcohólicos; en vez de fumar un poco de mota encerrados en sus habitaciones hablando del negocio, se la pasaban en bares de hotel, borrachos y con pastillas.

Le pasé un porro gordo a Owen y le dije que probablemente era la última vez que fumaríamos mota por un buen tiempo. Owen, tan recto la mayoría del tiempo, se soltó y ambos dimos unas caladas. Llegamos al club de striptease sintiéndonos bien. Dentro, un grupo de luchadores estaba alrededor de Hulk en un rincón. Beefcake estaba ahí, ya recuperado lo suficiente de un accidente de parasailing para regresar a labores limitadas. Pero con placas de acero en la cara, ya no podía luchar seriamente.

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A un lado estaban Hawk, Animal, Curt, Bossman y Ray Hernández, un fornido luchador de Tampa con el personaje de Hércules. Presenté a Owen, vi a Jim y Davey en una mesa y pedí cervezas para todos. Vince entró alrededor de la medianoche. Eso ya era raro porque no solía juntarse con los chicos. Pero lo que llamó la atención fue que Vince estaba borracho, con la corbata suelta alrededor del cuello.

Pat Patterson trató de convencerlo de que era mala idea estar ahí en ese estado, pero Vince decidió que iba a tener una última fiesta con los chicos antes de que entrara en vigor la nueva política antidrogas. Sergeant Slaughter se ofreció a cuidarlo y manejar, así que Pat salió por la puerta, como si lo persiguieran por todas las mujeres desnudas. Entonces escuché a Hogan retando a un Hawk con ojos desorbitados a hacerle el remate de L.O.D. a Vince en el bar. De repente, Animal se agachó detrás de Vince, puso su cabeza entre las piernas de Vince y lo levantó del suelo.

Vince se reía mientras Animal lo llevaba hacia nosotros. Hawk ya estaba en la barra agarrado a un tubo de stripper, asegurándole a Hogan que le iba a partir la cabeza a Vince. Pensé, wow, en serio lo va a hacer, pero en el último momento Hawk se detuvo y golpeó suavemente a Vince con el brazo. Hulk y Beefcake lo atraparon y lo pusieron de pie mientras un grupo de aduladores aplaudía. Miré a Jim, que dijo con valor, ‘¡La Hart Foundation sí tendría los huevos para hacerlo!‘ ‘¡Claro que sí!‘ Tenía una cerveza en una mano y un trago de J.D. en la otra, pero estaba consciente para pensar, Dios, ¿qué acabo de decir? Los ojos de Owen se agrandaron. Pensé en salir corriendo mientras veía a Jim levantar a Vince con una sonrisa, como si lo abrazara en broma.

Los chicos se abrieron y Hulk me miró como si dudara que tuviera el valor. Dejé mis tragos y, antes de pensar, salté y le di una clothesline a Vince con un golpe sordo. Su cabeza rebotó contra la alfombra. Su cuello delgado se estiró como el de una tortuga. Ahí estábamos, los dos acostados de espaldas, y pensé, ¿qué hice? ‘Me debes una bebida, Hitman‘, dijo Vince con voz arrastrada. ‘No te preocupes, la pago yo‘. ‘Doble Dewars con hielo‘. Nos las tomamos. El último llamado pasó y las luces se encendieron, pero nadie se iba. Davey cargaba a Vince sobre su hombro y buscaba dónde lanzarlo en un power slam. Llamaron a la policía para que nos desalojara.

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Con Owen y varias strippers en mi auto, nos unimos a una caravana de unos treinta carros rumbo a una fiesta en el penthouse de Flair en el Marriott. No podíamos pasar un patrullero estacionado frente a un club de striptease, así que Slaughter, con su mentón afuera, quemó llanta empujando el auto policial a un lado. A eso de las 3 a.m., la multitud borracha acosó a un joven recepcionista para que llamara a la habitación de Flair. No respondió, así que Vince exigió la llave. El recepcionista nervioso dijo que era contra las reglas, pero Vince lo cortó: ‘Soy Vince McMahon. ¡Dámela ya!‘. Consiguió la llave.

Nos apretujamos en el elevador y subimos al piso cuarenta. Entramos al cuarto de Flair, despertando a Earl Hebner, el árbitro, que dormía en una cama plegable. Flair aún no llegaba de su propia noche loca, así que hicimos lo que quisimos. Era una suite hermosa con un bar completo, pero solo había una botella llena de vodka. La fiesta estaba a punto de morir cuando misteriosamente apareció una bolsa de mota, y se encendieron los porros. Vi con mis propios ojos lo que los chicos pensaban de Flair cuando usaron su cama king size como urinario. Incluso Vince, en ropa interior, zapatos y calcetas negras, y corbata. Recuerdo a Hércules y Curt riendo mientras limpiaban con mangueras, y pensé que nadie haría eso con Harley Race.

Luego Vince decidió divertirse luchando amateur con nosotros. Cuando vino a mí, fui cuidadoso y juguetón, igual que Curt. Después derribó a Hawk y lo inmovilizó. Cuando agarró a Hércules, Hércules lanzó a Vince al aire boca abajo, pero Vince rebotó en la cama plegable de Earl y cayó de pie. Vince le lanzó una mirada sobria que decía, ‘Si en la mañana recuerdo esto, te voy a despedir‘ (Días después, Hércules fue despedido). Luego miró a Jim: ‘¡Rinoceronte grande, tú eres el único que no he probado aún!‘ Jim retorció la punta de su barba y preguntó a Vince si había visto la escena de Duro de Matar donde el villano cae cuarenta pisos. Vince miró nervioso la ventana, sabiendo que Jim estaba loco y lo suficientemente borracho para hacer algo así. Decidió dejarlo tranquilo. Al amanecer, Flair no había llegado a su propia fiesta, y yo estaba borracho recostado en una stripper mientras me ayudaba a abrir la puerta de mi habitación en el Crockett Hotel…».

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