La madrugada de este 15 de noviembre de 2021, la lucha libre se despertó de luto, pues falleció un emblemático luchador de los años 70: Estrella Blanca.
Por medio de sus redes sociales, el Hijo de Estrella Blanca informó la muerte de este icónico luchador, quien perdió la vida a los 83 años, aunque no se revelaron las causas.
«Hoy ha partido a su descanso eterno una de las más grandes figuras de la lucha libre. Hoy Estrella Blanca descansa en paz.«Para ustedes se va la figura, el ídolo, el luchador incansable, el Santo Poblano, para nosotros se fue nuestro padre, el abuelo, el amigo, nuestro consejero, precursor y maestro en la lucha libre.«El hombre de familia, el que con su esfuerzo y sacrificio nos educó y nos sacó adelante.«Hoy el brillo terrenal de Estrella Blanca se apaga y pasa a formar parte de una constelación para ahora Iluminar nuestro cielo con su brillo eterno.
«En paz descanse Estrella Blanca 1937 – 2021».
►Estrella Blanca, el Santo Poblano
«Empecé a entrenar en 1950, sin maestro. Luché siete veces como Joe Chamaco, pensando que ya era luchador. Entonces me bajaron del ring a patadas por maleta. Llegué al gimnasio y me corrieron, porque era la vergüenza de ese lugar», comentó para en entrevista realizada para Súper Luchas por Carlos Hernández Valdés en 2012.
«En 1955 me decidí a luchar. Fue cuando un amigo de mis hermanos me dijo que me pusiera una máscara, porque estaba re feo: “Ponte una, a lo mejor la haces”. Entonces pedí que me hicieran una igual a la del Santo. Me dijeron que igual, no, pero sí parecida, con otro color y algo que la diferenciara. Entonces me pusieron una estrella blanca en la frente, naciendo con ello mi personaje y la buena estrella con la que pude hacer mi propia historia».
Luchó principalmente en Puebla, pero eso no le impidió que se ganara fama nacional, siendo reconocido en todo el territorio mexicano.
«Allí (en la Arena Puebla) luché 17 años consecutivos. Cada ocho días se vendían todas las localidades. Lo del Santo Poblano me lo puso don Benjamín Mora padre, un día en que las ventas iban muy bajas debido a que se celebraba a San Sebastián de Aparicio. El promotor dijo que él también tenía su santo: San Estrella Blanca, que le haría el milagrito llenándole la arena. Así sucedió: A las dos de la tarde ya no había boletos, y en la noche no cabía ni un alfiler».