La estrella de TNA Ethan Carter III, quien tuvo contrato con WWE (donde fue Derrick Bateman) hasta su liberación en 2013, fue entrevistado por WhatCulture.com, y se le cuestionó sobre su experiencia con el ex entrenador en jefe de NXT, Bill DeMott (a quien han acusado de hacer comentarios racistas y homofóbicos, además de utilizar un método de entrenamiento basado en el maltrato físico y verbal). El gladiador contestó:
Trabajé con él en el territorio de desarrollo de WWE. Al estar ahí en ese momento, fui testigo de muchas cosas. Esta industria es sumamente difícil, y para alcanzar el éxito, estoy cien por ciento de acuerdo en que el camino debe ser duro. Necesitas ganarte las cosas. Es esencial estar preparado para lo que el negocio exige, tanto física como mentalmente, porque esto requiere de una mentalidad especial que no todo el mundo posee.
Dicho esto, creo que hay una gran diferencia entre un entrenador duro que te presiona al límite para que seas mejor cada día, y alguien que es descaradamente un bully.
Es una situación muy desafortunada, ya que, como entrenador, estás en una posición que tiene gran influencia en las carreras y el bienestar físico de muchas personas. Creo que hoy en día, tomando en cuenta lo que sabemos sobre las conmociones cerebrales, que alguien te dé una palmada en la cabeza si estás sufriendo a causa de una, es inaceptable. Estar dirigiendo una campaña anti-bullying mientras algo así ocurre bajo tu supervisión es inaceptable.
Que una empresa afirme que las acusaciones están siendo investigadas cuando no lo están… Bueno, eso es algo muy desalentador. No es el tipo de empresa en la que yo podría trabajar. No conozco el funcionamiento interno. Quizá estoy mal. A nuestra generación se le ha etiquetado como desmotivada y floja, con lo que no puedo estar más en desacuerdo. Algunas de las personas más trabajadoras y creativas que conozco hacen día tras día su máximo esfuerzo para tener apenas un pequeño atisbo de éxito.
Ver a los talentos como un todo que aspira a una mejor posición en la empresa y que tienen un cierto nivel de rebeldía (a lo cual, por cierto, han ido renunciando) significa ver a los talentos de manera muy general, y por lo tanto, es no enfocarse en cada uno de manera individual. Además, creo que ese nivel de rebeldía es lo que convirtió a gente como Shawn Michaels, Steve Austin, The Rock, HHH y John Cena en algunas de las más grandes estrellas que este negocio ha visto.
Al final, si tú permites comportamientos homofóbicos, racistas e intimidantes en los métodos de entrenamiento, entonces estamos muy en desacuerdo”.
De acuerdo con la gente que ha hablado con DeMott desde que éste dejara la compañía, el ex entrenador en jefe de NXT quiere hablar y dar su versión de la historia, pero a él se le ha pedido que no diga nada por cuestiones legales.
WWE sabe que es probable que surja alguna demanda relacionada con lo ocurrido, así que está teniendo cuidado de no admitir nada.