A los 58 años de edad falleció el nativo de Lagos de Moreno, Jalisco, Juan Carlos Torres Navarro, quién fuera conocido en el mundo de la lucha libre como Comando Ruso falleció el día de hoy 28 de noviembre de 2022.
—De los orígenes a la individualidad
Desde finales de los setentas, Torres comenzó a entrenar en la escuela más prolífica de la lucha libre nacional, la de Cuauhtémoc «El Diablo» Velazco, debutó en 1984, con el nombre de Comando Ruso II, obviamente haciendo pareja con Comando Ruso I (Gerardo García), a las pocas semanas se vieron involucrados en una lucha de máscaras contra las ya estrellas de la Arena Coliseo de Occidente: Gran Cochisse y Américo Rocca, quienes aprovechando su experiencia lograron quitarles las máscaras.
Sin embargo, los recién desenmascarados tuvieron un impulso importante, no sólo en Guadalajara, sino en el centro del país, donde lograron conseguir el Campeonato de Parejas del Estado de México en la Arena López Mateos, además de ser programados en los principales recintos de la Empresa Mexicana de Lucha Libre (Arena México, Arena Coliseo y Pista Arena Revolución).
Gerardo García poco a poco se fue alejando de la lucha libre dejando desamparado a Torres solo hacía finales de los ochentas, quitando el número dos de su nombre de batalla y dejándolo como el único Comando Ruso.
—De Comando Ruso a un verdadero Titán
Ya en la década de los noventas, Comando Ruso se convirtió en uno de los rudos a vencer en el circuito coliseino, y desafortunadamente pagó con su cabellera varias veces eso. Remo Banda, Huracán Sevilla, Mogur y Apolo Dantés fueron algunos de los que vencieron en esos años a Torres.
A pesar de ser la época en que muchos talentos abandonaron el ya Consejo Mundial de Lucha Libre, Comando Ruso no se fue. Aunque los tiempos hicieron que sí dejara el nombre.
Ya en los noventas, el bloque comunista había colapsado y a pesar de querer mantenerse vigente con el lema de la Perestroika, ya no tenía el mismo impacto. Coincidentemente, en 1992 había llegado a luchar al CMLL el gladiador Jack Victory, quién había personificado a Big Bang y que definitivamente no impactó, mudaron pues al extranjero a una nueva capucha, Titán. Victory nunca se encontró en la lucha libre mexicana y después de medio año dio las gracias al CMLL dejando el personaje intacto, por lo cual Paco Alonso decidió matar dos pájaros de un solo tiro: darle un nuevo comienzo a su caballito de batalla y aprovechar un personaje que había creado como extranjero para usarlo en sus funciones regulares.
No tuvo las luchas estelares que merecía, pero sin embargo logró demostrar que tenía lo suficiente para ser un protagonista, y más en esos años tan difíciles para el CMLL durante el boom de AAA.
Ya avanzada la década del fin de siglo pasado, Titán se hizo de una rivalidad con Ángel Blanco Jr. en la Arena Coliseo de Occidente, la situación llegó al punto sin retorno y el heredero del Ranchero Vargas se ganaría su primer gran trofeo ahí, después vendrían otros como las máscaras de El Líder y Babe Rock y las cabelleras del propio Babe Rock y Galeno.
Una vez más en el local de Medrano, Torres Navarro exponía su cara… pero como decía el poeta: «Nosotros, los de entonces, no somos los mismos», el Comando Titán ya nunca volvió a brillar igual en el nuevo siglo, a pesar de ser un viejo lobo de mar, no logró mantenerse en los turnos estelares.
Después de ser relegado, el gladiador siguió luchando en las arenas chicas del circuito jalisciense antes de decir adiós de manera definitiva y sin los grandes honores que se merecía.
La noticia de su pérdida deja un hueco que nunca será llenado entre sus seres queridos, además de la sensación entre los que lo vimos luchar que no lo valoramos como se merecía. Descanse en paz.