100 años de Blue Demon | Recuento de sus hazañas, 2a parte

En nuestra entrega anterior sobre el centenario de Blue Demon, se habló sobre como un joven ferrocarrilero se dedicó a la lucha libre, y como su excelente preparación amateur (y un poco de suerte) lo llevó a ingresar en su primer año de carrera oficial al circuito luchístico más relevante del país, el hoy Consejo Mundial de Lucha Libre. También hablamos de sus hazañas en luchas de apuesta y en sus campeonatos.

Blue Demon en un set de filmación / Foto: Lourdes Grobet

Antes de seguir contando las hazañas de Blue Demon, queremos rescatar una anécdota poco conocida:

—El otro Blue Demon

De acuerdo al historiador y colaborador de SÚPER LUCHAS, Teddy Baños, en su libro Aquellos Luchadores, Aquellos Tiempos, Estampas del pasado de la lucha libre mexicana (Ed. Súper Luchas, 2021), durante 1940, en el Frontón México, cuando dicho inmueble presentó competencia a la empresa de don Salvador Lutteroth, se presentó otro Blue Demon, de manera fugaz ocho años antes de que el legendario Manotas hiciera su debut en el norte:

«Tuvo solo tres efímeras apariciones y no se ha vuelto a tener noticia alguna de aquel luchador que se presentó con aquel atuendo el domingo 14 de julio…

«Ese Blue Demon ganó en la lucha semifinal a Maravilla Enmascarada (Miguel King). A los tres días, el miércoles 17, en ese mismo local, hizo pareja con el Charro Aguayo, luchando en la semifinal contra Gorila Ramos y Hombre Montaña. Por último, derrotó el domingo 21, en la Arena Libertad, al Puma Balderrama en la lucha estrella.»

—El Santo

Desde que Black Shadow debutó en la Arena Coliseo en 1947, Santo se convirtió en su némesis de facto al ganarle en esa lucha. Recordará el conocedor aficionado, que por esos tiempos, El Enmascarado de Plata era un rudo despiadado que ya había conquistado varias cabelleras y máscaras importantes. Shadow, posicionado desde ya como uno de los técnicos más importantes y aventajados a su época, con aquellos lances aéreos que le valieron el nombre del Hombre de Goma.

Los duelos entre los Hermanos Shadow y la Pareja Atómica aseguraban entradas muy importantes para la empresa, así que fue común ver esta rivalidad desde 1950, hasta que en 1952 las cosas no tuvieron más atajo para el Plateado y el enmascarado negro, pactando la lucha sin retorno para el 7 de noviembre de aquel año.

7 de noviembre de 1952

La lucha encarnizada derivó en un final polémico. Santo aplicó una rana, y Ruddy Blancarte, réferi del encuentro, no se percató de que en el último segundo Shadow había despegado parte de la espalda de la lona, contando los tres segundos condenatorios. Si alguna vez el indulto fue otorgado por una afición de manera unánime fue esa noche: Toda la afición pedía, exigía que el Hombre de Goma no se quitara su máscara fúnebre. Santo, molesto por el cariño de la afición, intentó despojarlo de la misma, pero no se dejó, y también, para evitarlo, su hermano Demon tuvo que entrar a la rebatinga, y hacer entender al Plateado que no sería a la fuerza.

Shadow, triste, pero resignado, mostró la cara de Alejandro Cruz al mundo. Demon, con un odio atroz, tomó el despojo, y se lo aventó en la cara al infame Santo. La rivalidad nacía ahí, y a la fecha no tiene conclusión, aunque sí dejó una lucha por demás trascendente y de la que se sigue hablando al día de hoy.

—Demon vs. Santo

Foto de la rivalidad, previa a la lucha titular

Después de casi un año donde se enfrentaron de tú a tú, Blue Demon consiguió acorralar a Santo para que éste aceptara una lucha por el Campeonato Mundial Welter NWA, pactada para el 25 de septiembre de 1953 como evento principal del Aniversario XX de la Empresa Mexicana de Lucha Libre en la Arena Coliseo.

Santo había sido el amo y señor de la categoría welter, llegando incluso a ostentar el título del país y la faja del orbe. Sin embargo la comisión lo obligó a devolver el Campeonato Nacional para enfocarse solamente en el Mundial. Éste título ya lo había defendido ante su anterior poseedor, la Maravilla Moreliana, Bobby Bonales, demostrando el por qué era el verdadero favorito, a pesar de ser rudazo.

A principios de los noventas, Blue Demon concedió una entrevista para la revista Acción en el Ring al reportero Tony el Cruel, donde narró sus recuerdos de esta lucha:

«Esa lucha fue muy larga aun sin llegar a las tres caídas, ya que para mi fortuna sólo duró dos. Desde el primer silbatazo nos trenzamos en un duelo técnico, para demostrar quién era el mejor. Nos dimos muy duro. Sólo nuestra constitución física nos sacó adelante y logré imponerme después de más de media hora.

«En la segunda caída El Santo intentó aplicarme su famosa llave de «a caballo», yo estaba consciente de que si lo lograba estaba perdido, y me le escabullía de las manos. De pronto y sin que nadie se lo esperara lo castigué al cuello, los brazos y las piernas. El Santo no aguantó el castigo y terminó por rendirse. Los periodistas bautizaron esa llave como «El Pulpo», la cual me brindó muchas satisfacciones».

El mítico «dos al hilo» que le daba a Blue Demon su primer Campeonato Mundial

Un rotundo dos al hilo daba a Blue Demon una victoria contundente sobre el archienemigo familiar, y en cierta forma, con la humillación en el ring, Demon conseguía nivelar las cargas. Y crear expectativas de que si se llegaba a dar la lucha entre ambos, donde las incógnitas estuvieran en juego, Santo no sería favorito.

Durante la siguiente década (bueno, hasta la fecha), no se habló de otra cosa más que de la rivalidad entre Santo y Blue Demon, esperando que ese año (cualquiera de ellos) tuviera la ansiada lucha. No llegó. En 1962, cuando Santo hacía equipo con los Espanto I y II, mientras enfrentaban a Rayo de Jalisco, Henry Pilluso y Rito Romero, un error del Plateado costó la victoria a los «Tinacos», quienes tras la derrota arremetieron contra Santo. La afición, que ya llegaba a ver al héroe de los comics a la México hacer rudezas contrarias a lo que veía impreso, comenzó a corear al unísono: «Santo, Santo, Santo», y con el apoyo del Rayo, el Plateado comenzaría su etapa como técnico, haciendo a un lado sus viejas rivalidades, y ahora encarando a los Espanto y a muchos rufianes más. Mientras que Blue Demon seguía también en planos estelares, pero también en la esquina de los consentidos.

La llegada de Promociones Mora y Flores dejó entrever que pudiera revivirse el añejo pique. No pasó. Con el devenir de los años, la duda siempre quedó ahí: ¿Qué hubiera pasado sí…?

—El Demonio Azul y el noveno arte

Desde principios de los cincuentas, la lucha libre comenzó a tener notoriedad con la llegada de la televisión al país, sin embargo esa notoriedad fue ínfima con la capacidad que tenían otros medios en ese entonces, como el cine o las publicaciones impresas. Estas, crearon, lanzaron y consagraron a muchas estrellas del pancracio nacional a límites inimaginables. Santo fue la principal, claro. Pero hubo otros casos más, Huracán Ramírez, Black Shadow, Mil Máscaras y claro, «El Manotas», nuestro antihéroe por excelencia, «el antagónico protagónico», como recientemente lo definiera su hijo, Blue Demon Jr. Fue en 1952 cuando apareció por primera vez en un comic de Black Shadow (que eran editados por José G. Cruz, mismo editor que hacía los de Santo, el Enmascarado de Plata). Sin embargo, fue hasta 1954 que Blue Demon asume su independencia en el mundo de la historieta. Demon, que aunque quizá no tuvo el éxito editorial que Santo, consiguió trascender más que el propio Plateado, como nos cuenta este texto de nuestro amigo, y también colaborador de SÚPER LUCHAS, Everardo Ferrer, para Comikaze:

«De la mano de Manuel del Valle y bajo el sello de Editora Duval, salió al mercado su propio título: Demonio Azul: Blue Demon, que utilizando la técnica del fotomontaje (¡El Photoshop de los 50!), llevó al héroe enmascarado y a su público a vivir, hasta dos veces por semana, las más increíbles aventuras de corte fanta-terrorífico. Pero, lamentablemente, su carrera historietística en este sello no sería tan longeva como la del Santo, pues Editora Duval terminó cerrando sus puertas.

«Tras continuar algunas de sus aventuras gráficas en las páginas de la respetada revista Lucha Libre, de Valente Pérez, creador de los personajes Mil Máscaras y Tinieblas, entre otros (¡casi nada!), Demon regresó al terreno editorial de manera estelar en 1969, esta vez bajo la firma de Ediciones Latinoamericanas (EL), empresa que se hizo famosa por publicar Tradiciones y Leyendas de la Colonia. El nombre de esta nueva aventura gráfica, que alcanzó casi 200 números, fue El Increíble Blue Demon (Demonio Azul), en la cual el ídolo interactuó con personajes famosos de la farándula. Cabe mencionar que la edición contó con su versión para Sudamérica, publicada por Comunicaciones Gráficas (Comgraf), lo que permitió que el héroe fuese apreciado fuera de México.

«Para 1973, Editormex Mexicana, bajo la dirección de Óscar González Guerrero, responsable de títulos como Hermelinda Linda, Andanzas de Aniceto y, por supuesto, Aventuras de Capulina y Capulinita, lanzó una publicación de nombre sencillo, pero contundente: Blue Demon. Con un formato similar al de Foto Capulina y utilizando de lleno la técnica de la fotonovela, nos presentó al Demonio Azul viviendo de nueva cuenta sus aventuras al lado de personajes famosos del cine y la televisión. Pero la carrera de Demon en esta editorial fue muy corta, pues se publicaron solamente unos 30 números.

«Casi tres lustros después, en octubre de 1987, ya con Sensacional de Luchas bien posicionado, Editorial Ejea lanzó, en un formato distinto al grueso de sus publicaciones, una historieta semanal de 32 páginas dedicada íntegramente a El Manotas, bajo el atractivo nombre de La Leyenda de Blue Demon. Con guiones de J.J. Sotelo y el arte de Alberto Ñique, dibujante peruano salido de las filas de Novaro, el título mezcló la vida del luchador con historias de corte fantástico.

«Pero Blue Demon no fue ajeno al famoso Sensacional de Luchas, ya que este cómic editado por Ejea presentó dos números que narraron sendos episodios de gran importancia en la carrera del Demonio Azul. Se trató de Blue Demon contra Rayo de Jalisco en: Morirá una Leyenda (Sensacional de Luchas #213) y Blue Demon en: ¿Porqué desenmascaré al Matemático? (Sensacional de Luchas #217), ambos publicados en diciembre de 1989.»

—El cine y Blue Demon

Pero quizá, más allá del cómic, donde más se le recuerda a Blue Demon es en sus participaciones en el cine. Aunque, de acuerdo a su hijo mayor, Alejandro Muñoz Lomelí, en una entrevista para Proceso: “Perpetuamente Blue Demon manifestó, con la sencillez que siempre tuvo, que era luchador y no actor.»

Blue Demon tuvo su primer crédito en el cine nacional en la película de 1961: «La Furia del Ring» (una de las primeras películas con temática luchística), donde toma una participación sólo en el cuadrilátero. Sin embargo, su presencia física debió de imponer, y con el auge de las historietas y lo que pasaba en las arenas, Chano Urueta apostó por un guión diferente para el primer protagónico de Blue Demon: «Blue Demon» (1964) (escrito por el también luchador y coprotagónico en el film, Fernando Osés). Más acercado a lo que después conoceríamos como el «cine de luchadores» combinando la ciencia ficción con el terror, y por supuesto, la lucha libre, Blue Demon surge para combatir a seres malignos y científicos bastante desquiciados. 

En esa misma entrevista de Proceso, Muñoz Lomelí relata cómo se acercaron a su padre para que ingresara al cine:

«El productor Vergara fue a la Arena México y en el vestidor le entregó a mi padre una tarjeta. Le dijo que era para filmar un largometraje y si quería que se comunicara con él. Mi papá le llamó a los pocos días. Le dijo a mi madre, Goyita: ‘Mira, hija, me están invitando para una película y voy a hablar’.

“El señor Vergara le dio el guion escrito por Rafael García Travesi y Fernando Osés a mi papá, para que lo leyera. Le señaló: ‘Es de ficción y espero que le guste porque lo va a catapultar muy fuerte… el cine es un medio que también proyecta mucho’. Se pusieron de acuerdo en todos los términos. Mi padre expresó que le dieran tiempo de aprenderse los parlamentos, y le informaron quiénes formarían el elenco: eran actores con experiencia para proteger a Blue Demon en cualquier cosa que se atorara. Las locaciones fueron en una hacienda olvidada en Azcapotzalco.

La película dejó mucho dinero, fue muy popular. Entonces el mismo señor le ofreció la segunda cinta. Luego otros productores empezaron a interesarse también en él y lo contrataron. Siempre con sencillez, mi papá expresaba: ‘Voy y me divierto un rato…’.”

El éxito fue total, el cine de luchadores comenzaba a tomar una relevancia impresionante en México, y el despegue sería total en las dos siguientes décadas con sus dos pilares inamovibles: Santo y Blue Demon.

—Legado Azul

Justamente hoy, domigo 24 de abril de 2022, que se celebra el cumpleaños 100 de Blue Demon, sólo queda reafirmar que su legado, tanto en la lucha libre mexicana y mundial, así como su aura esparcida a lo largo y ancho de la cultura general está más enraizado que nunca. Hoy que la sociedad mexicana necesita un héroe o un antihéroe que haga la justicia que las autoridades no pueden o no quieren, es cuando uno voltea hacia el firmamento esperando que un «antagónico protagónico» aparezca de la nada y nos vengue. Hoy, que más que en los cincuentas del siglo pasado, se necesita el valor y el amor por nuestro país, sólo nos queda por acudir al Blue Demon que tenemos en nuestro corazón y apoyar a las causas justas, aunque estas no sean legales. 

Felices Cien Años Blue Demon, y como diría el gran Jaime López: ¡Ánimo Blue! ¡Qué no hay peor lucha, que Lucha Villa!

 

 

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