Hace 50 años, el 9 de diciembre de 1964, fue miércoles, y en la fronteriza ciudad de Reynosa, en Tamaulipas, el nativo de la localidad Raúl “Moritas” Reyes le disputó y le arrebató el Campeonato Nacional de Peso Semicompleto al entonces campeón Ray Mendoza; sin embargo, don Raúl sólo duró unas cuantas horas como monarca, pues fue desconocido por el señor José Covarrubias, funcionario de la Comisión de Box y Lucha del Distrito Federal bajo el argumento de que no se invitó para esa lucha titular a un comisionado capitalino para que diera fe del resultado, además de que la propia Comisión estaba planeando llevar a cabo una eliminatoria en la capital para designarle retador oficial al gran aborigen Mendoza.
Como dato complementario se puede señalar que para llegar a ese match titular ante Ray, Raúl Reyes había resultado triunfador absoluto de una eliminatoria que para tal efecto se había realizado ahí, en Reynosa, y en la que participaron, aparte del gran Moritas, Los Hermanos Espanto I y II, el Zarky, Chucho Esquivel, Rodolfo Macías (quien a mediados de la década de los setenta personificaría a una de la versiones del Señor Tormenta), Miguel King y don Rodolfo “Cavernario Galindo”, a quien el Moritas eliminó en la final.
También un 9 de diciembre, pero de 1934, la antigua Arena México presentó en su función popular dominical la lucha estelar entre Mario Núñez y Jimmy el Pulpo, combate del que salió victorioso “el galeno” Núñez; en otra estelar, Jack O’Brien superó al Ciclón Veloz.
Aquella misma tarde, pero en la ciudad de Guadalajara, en la ex plaza de toros “La Lidia”, que por aquel año de 1934 presentaba funciones de lucha libre y se nombraba “Nueva Arena Jalisco” —y que diez años más tarde se convertiría en la Arena Canada Dry—anunció para ese domingo 9 la lucha estelar entre el Yaqui Joe y el americano Jack Gordman, además la presentación en el evento semifinal del español Marcelo Riestra, quien contendería contra el ex Enmascarado, Luis Núñez, y otras dos presentaciones en el evento especial: el feroz Carlos Meza y el pionero mini: Charrito Aguayo; y todavía otros dos atractivos encuentros entre elementos locales, o sea entre pioneros tapatíos; sin embargo, el gozo se fue al pozo y la función tuvo de suspenderse por repentina enfermedad del sonorense Joe.
Parece, según informaciones de la prensa deportiva de la capital, que el Yaqui Joe estuvo a punto de ser envenado al servirle sus alimentos, pues los médicos que lo atendieron diagnosticaron una intoxicación grave, que le restó posibilidades en la lucha que dio contra el extranjero y que perdió, explicándose así el mal juego que presentó el sonorense y fundándose en lo cual suplicó y obtuvo que el programa fuera transferido para cuando se encuentre repuesto.
Por esas razones, en las puertas de la arena ‘Jalisco’ fue fijada la tarde de ayer una nota avisando de la suspensión a los clientes, que hicieron romería todavía en la tarde para saber si por alguna circunstancia inesperada se efectuaba siempre el ‘bout’ anunciado.”