En un día como hoy, hace seis años, el 29 de junio de 2009 ocurrió la trágica muerte de los famosos luchadores de la categoría de los pequeños estrellas, La Parkita y El Espectrito II.
También un día como hoy, 29 de junio, pero de 1980, hace 35 años, gran banquete para los aficionados se dio en el Palacio de los Deportes.
“Redonda de principio a fin resultó la función luchística del Palacio de los Deportes el reciente domingo. La gente que llegó al coloso de la Magdalena Mixhuca salió satisfecha del cúmulo de emociones que le brindó cada uno de los encuentros”.
La lucha estelar fue de lujo: apuesta de cabelleras entre dos de las más grandes leyendas de la lucha libre nacional Perro Aguayo y René “Copetes” Guajardo.
“Quedó grabada en la mente de los aficionados la dramática lucha entre los dos mejores rudos del elenco independiente como son el campeón mundial de los semicompletos, PERRO AGUAYO y el ‘Rey Moro’ RENÉ GUAJARDO.
“Ambos exponían sus respectivas cabelleras en esta batalla que fue la cuarta de la estrujante rivalidad que vienen sosteniendo en luchas mano a mano.
“A GUAJARDO, su experiencia y sus deseos gigantes por seguir siendo el número uno, lo llevaron a una victoria apretada al máximo, peleada y disputada segundo a segundo sobre todo el enlonado.
“Para GUAJARDO fue la primer caída, a nuestro gusto personal la mejor del combate, porque ahí se enfrascaron en la lucha cuerpo a cuerpo al ras de la lona y echando técnica por todos lados. La ganó RENÉ cuando cayó EL PERRO en la trampa, y con presión al cuello y castigo a los brazos se tuvo que rendir el de Zacatecas.
“El Perro emparejó la segunda con sentón, rodillazos y espaldas planas, mientras que en la tercera, RENÉ repitió la dosis para conservar su melena tras 35 minutos de feroz enfrentamiento”.
En la lucha anterior, en revancha, los japoneses Gran Hamada y Kuniaki Kobayashi vencieron en relevos a los rudos mexicanos Canek y Baby Face.
Gran sorpresa se llevó la afición en la otra lucha de relevos cuando, tras ocho años de buenas relaciones, la pareja llamada de Seda y Oro, Aníbal y Solitario rompió su sociedad esa tarde dominical.
La saeta azul golpeó a su socio, de paso le arrancó la máscara y se pasó al bando contrario para beneplácito del argentino Coloso Colosetti y del veracruzano César Valentino, que con tal rompimiento de los enmascarados se llevaron la victoria.
En australianos, los enmascarados Mano Negra, Ultramán y Shazam derrotaron a Villano III, América Salvaje y a Negro Navarro.
La lucha inicial resultó accidentada, y en ella, El Signo lamentablemente resultó con una fractura en el tobillo cuando apenas se desarrollaba la primera caída del relevo que sostenía acompañado por Scorpio contra Enrique Vera y Garringo. El oaxaqueño tuvo que ser retirado y llevado a la enfermería quedándose en el cuadrilátero para combatir en mano a mano Scorpio contra Enrique Vera, quien fue el que se izó con el triunfo.
Un 29 de junio también, pero en 1967, hace ya 48 años, falleció el gigante italiano Primo Carnera quien fue Campeón Mundial de Peso Completo en boxeo y que a su retiró de esa disciplina se dedicó por varios años a la lucha libre.
Y hace 49 años, en 1966, en un 29 junio se llevó a cabo en la Arena Coliseo uno de los últimos entrenamientos públicos que por mucho tiempo se realizaban cuando se iba a disputar algún título mundial y al que tenían acceso de forma gratuita todos los aficionados que quisieran presenciarlos. En aquella ocasión la preparación corrió a cargo por un lado, del trágico canadiense Jerry London, que en aquel entonces ostentaba el Campeonato Mundial de Peso Medio NWA; y por el otro lado, el que sería el retador a dicho título René Guajardo, con vistas al ya próximo encuentro campeonil que ambos sostendrían.
Entre los “asistentes” “ayudantes” o “sparrings” que coadyudaron en la preparación de los contendientes estuvieron Tony Reyna, Mario “Patillas” Ramírez, Rafael Salamanca, Chico Casasola, Alfonso Dantés, Manuel Robles, Benny Romero, Rodolfo Ruiz, Saúl Montes y Jorge Allende.
Se reportó una asistencia de más de 500 espectadores entre hombres, mujeres y niños.